Volver a las raíces

Sugerente y sensual, así se muestra Lorena Ghiglione Fadlala mientras mueve la cintura, el vientre y las caderas. Para esta joven morena, la danza árabe, además del lado artístico, es encontrarse con sus raíces y difundir las costumbres ancestrales de su familia, originaria del Líbano.

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Hace nueve años, Lorena empezó a tomar clases de danza árabe como un hobby. Con el tiempo, este pasatiempo le fue abriendo la mente respecto a sus raíces. “Fue una idea que siempre tuve en la cabeza. Es como que siempre quise hacer esto, pero nunca había visto a alguien hacerlo. Para mí, era una de esas cosas que solo veías en la tele. Pero llevo la cultura en la sangre. Creo que eso fue lo que más me impulsó a llegar al fondo”, comenta la joven de negra cabellera.

La danza árabe motivó a Lorena a mirar hacia sus raíces. “Mi primer amor fue la música. Estaba estudiando cuando conocí la danza árabe y ya fue algo así más superior”, confiesa.
Lo que comenzó como un hobby, hoy forma parte de su crecimiento personal y profesional, pues Lorena lleva adelante una academia en la que enseña a mover las caderas. Igualmente, ella se sigue perfeccionando a través de cursos en el extranjero. “Empecé con clases acá durante algunos meses, hasta que enseguida me di cuenta de que no me llenaban y empecé a investigar posibilidades en Buenos Aires. A los 13 años hice mis primeros viajes. Primero tomé varios seminarios y cursos cortos con grandes maestros de todo el mundo, principalmente egipcios, hasta que conocí al maestro Amir Thaleb y la Arabian Dance School, de la cual soy alumna hoy y estoy a pasos de recibirme de profesora superior en Danzas Orientales”, especifica sobre su preparación.

Este año, Lorena realizó un viaje extraordinario buscando los orígenes de su familia. Tomó las maletas y fue al Líbano. “Antes que nada, las ganas terribles de conocer el lugar que siempre mi abuelo Aníbal Fadlala contaba”, dice sobre los motivos que la impulsaron a viajar tan lejos. “Él tuvo la oportunidad de conocer la tierra de sus padres muchos años atrás y siempre nos decía que teníamos que ir a conocer el Líbano. Definitivamente ahora lo entiendo. Es como volver a la cuna, donde todo empezó. Todos nuestros orígenes están ahí. Conocí el Líbano de punta a punta, a la familia, la casa de mis bisabuelos, el lugar donde se bautizaron, todo”, señala sobre su experiencia.

Además de conocer a sus familiares libaneses, Lorena aprovechó el viaje para hacer una especialización en danza. “La primera semana que estuve allá asistí al Amani Oriental Festival, un evento grande de danza árabe que se realiza en Beirut todos los años con maestros libaneses, turcos y egipcios, principalmente, así como también de otras partes del mundo”, comenta la bailarina.

Cualquier persona puede bailar árabe

Manira Danza Árabe es la academia que abrió Lorena hace un par de años para enseñar las bondades de la danza árabe o danza del vientre. Ella señala que cualquier persona a la que le guste y tenga ganas de aprender algo de este mundo puede asistir a las clases. “Es una danza que no tiene límites de edad ni un estereotipo de cuerpo, nada. Solo tenés que estar dispuesto a conectarte contigo misma y dejarte llevar. Además de ser una danza muy sensual, espiritual, que te ayuda a conocerte, conectarte con vos misma desde la feminidad y descubrirte”, manifiesta.

Lorena realiza presentaciones en eventos familiares, casamientos, cumpleaños y eventos empresariales, como cenas de fin de año y embajadas. “También solemos hacer show algunos jueves del mes en el restaurante de mi familia, Pancia Piena (Dr. Motta esq. Andrade), donde servimos comida árabe los días jueves”, invita.

La danza del vientre es una de las más antiguas del mundo, de acuerdo a datos de la página gezil.com. Su origen más aceptado es en el antiguo Egipto, donde se utilizaba como ritual a los dioses y se enseñaba a vírgenes a bailar esta danza para prepararlas para la fertilidad. “Creo que toda mujer nace con la sensualidad incorporada por el simple hecho de ser mujer. Lo que hace la danza árabe es ayudar a descubrirla, potenciarla y conectarse con una misma desde otro lugar”, opina Lorena sobre este baile tan sensual y sugerente.

La danza árabe puede ser practicada por cualquier persona, no hay un estereotipo de cuerpo ni edad, solamente hace falta tener ganas de aprender.

Sepa más

Lorena Ghiglione Fadlala tiene su academia, Manira Danza Árabe, en avenida Mariscal López y Venezuela.

Email: maniradanzaarabe@gmail.com

maponte@abc.com.py

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