Vivir bien es un arte

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La periodista e instructora de la Fundación El Arte de Vivir Beatriz Goyoaga enseña la técnica de respiración tanto a ejecutivos como a presos y grupos sociales de riesgo para combatir el estrés y reducir la violencia.

Beatriz es la serenidad en persona. En ella, no hay rastros de la madrileña hiperactiva que iba detrás de las noticias o de la que necesitaba escalar el Everest para sentir la adrenalina de vivir. "Así es, siempre me han gustado las cosas de riesgo. Pero ahora  me parece que ya no lo necesito. Han sido emociones y preparaciones muy duras para las escaladas grandes. Pero hoy en día prefiero el equilibro emocional, el equilibrio sicofísico; sentirme bien, estar en armonía con lo que me rodea, y entonces me dedico a transmitir las técnicas de El Arte de Vivir. Sigo siendo periodista, obvio, pero mi dedicación principal hoy en día es comunicar las técnicas", señala.

En esa constante aventura por conocer cosas nuevas tuvo conocimiento de la fundación. "Yo fui a una conferencia que daba el fundador de El Arte de Vivir. Se llama Ravi Shankar, que ha sido  nominado en cuatro ocasiones al premio Nobel de la Paz. Es un líder humanitario, que es una  especie de Gandhi que viaja por el mundo haciendo esta campaña por una sociedad libre de estrés y libre de violencia", cuenta.

En esa época, la periodista manejaba catorce agencias; entre otras, tenía la corresponsalía del Daily Mail de Inglaterra. "En la puerta estaban proponiendo el estrés laboral. Fui con mi marido, que era ingeniero, y a los dos nos hizo un impacto muy fuerte. Yo era la directora de una agencia internacional de noticias muy grande y vivía con un rosario de nudos en el cuello, con cefaleas, con espasmos respiratorios; todo lo que produce el estrés. Fui a la conferencia de este señor y me sentí muy relajada cuando él dio esta técnica de relajación. Se me desanudaron los nudos del cuello. Al día siguiente se me anudaron de nuevo; no es que era abracadabra, pero yo descubrí que había algo detrás de estas técnicas", revela. 

Entonces se le "voló la cabeza" e hizo el curso de manejo del estrés. "A mí me voló la cabeza; el curso fue espectacular. Yo sentí que tenía esta herramienta y que debía transmitirla. Porque vas a ver qué es y sales y dices: ‘Esto lo tiene que hacer mi hermana; le voy a decir a mi hijo, le voy a traer a mi mujer, a mi tía, a mi abuela, que está con sus achaques, etc.’. Todo el que va sale tan equilibrado, tan sereno. Hoy en día no he dejado de respirar en todos estos años ni una sola vez", revela.

Goyoaga veía que sus amigos y conocidos vivían sumergidos en alcohol  o tranquilizantes para tratar de aliviar su ansiedad. "La gente —especialmente los chicos— se tira de un balcón porque tienen ansiedades y falta de rumbo. Entonces, empecé por mis amigas, mis colegas, mi peluquera. Después fue creciendo y hora tengo 300 personas por semana que están buscando, y sin ninguna propaganda. No vas a ver: ‘Compre usted El Arte de Vivir’ en ningún lado. La mejor propaganda es el boca a boca", apunta.

Sólo con respirar
 
Presidenta e instructora "ad honorem" de la Fundación El Arte de Vivir, Beatriz enseña la técnica de respiración Sudarshan Kriya desde 1982. "El  Arte de Vivir es una campaña como la que se hace en contra de la pobreza. O al igual que Green Peace, de descontaminación, y lo hace en los lugares contaminados. Es encontrar la forma de deshacer esa maraña mental que produce el estrés. Ni en la casa ni en la escuela ni en la universidad te enseñaron a manejar tus emociones negativas. Todos aprendimos a escribir, a sacar fotos, a tocar la guitarra, etc., pero nadie nunca te dijo qué hacer con las emociones negativas: celos, angustias, pánico, agresividad. Y ninguno queremos eso, pero te vienen. Entonces, lo que hace la respiración es limpiar el acelere mental.  Por ejemplo, la gente te dice: ‘Meditar está de moda. Voy a meditar’. Pero va y hace la lista de las compras, entonces no le funciona".

La  premisa de la que parten en la fundación para enseñar la técnica es que cada emoción tiene un ritmo de respiración. Manejando los ritmos, mediante una respiración organizada, se regulan las emociones, se eliminan toxinas y estrés. "La respiración te baja; es como si tienes barro en el vidrio del coche. No puedes ver, entonces tienes que limpiar el barro para poder ver", cuenta.

Vivir es escalar

Beatriz, quien ha escalado el Everest dos veces, considera que la vida es escalar y enfrentar un montón de crisis. "Así es, vivir no es fácil. Y vivir bien es un arte. Por eso se llama El Arte de Vivir. Vivir es una obligación, ¿no? Hay escaladas todos los días. La vida te propone crisis: hay crisis de parejas, familia, económicas, de salud. Pero tú las crisis no las puedes arreglar. Pretender arreglar las crisis de la vida es como arreglar las nubes en el cielo. Pero lo que tú sí puedes arreglar es tu propio sistema nervioso con el remedio más barato del mercado que es tu propia respiración", enfatiza.

"Respirar no tiene costos ni efectos secundarios. Lo puedes hacer en tu casa, sin tener que dar cuentas a nadie, sin pagar cuentas de sicólogo; practicas todos los días, igual que te lavas los dientes, el pelo, la cara, etc., pero no lavas la mente. Y lo que hacemos es que vamos a tener una herramienta para poder sentarte unos minutos, lavarte la mente y salir equilibrado. Obviamente me refiero a ponerte en condiciones para que te puedas enfrentar con el día a día sin volver con úlcera de hiato o colon irritable", agrega finalmente.
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