Universo onírico

Marco Reynaldi es un artista que mira, registra, cuestiona y plasma lo que ve y siente con el objetivo de que la gente tome conciencia sobre problemáticas actuales, como el cuidado del medioambiente, o simplemente para instar a otros jóvenes a que muestren sus obras.

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Marco Reynaldi (29) eligió el arte para expresarse porque es la manera que tiene para hablar de lo que siente, del ser humano, de cómo ve el mundo… “Es algo que hago desde que era muy pequeño. Con ocho años me pasaba dibujando mangas a lápiz”. Desde entonces, recuerda haber sentido una satisfacción muy grande en el hecho mismo de dibujar. Ya adolescente, fue descubriendo su inclinación hacia el arte; se interesó más en el retrato.

Entonces inició estudios de Artes Plásticas en el Instituto Superior de Bellas Artes. “Ingresé en el 2006 y culminé la carrera de Profesorado Superior y licenciatura en Artes Plásticas”, comenta. Y pronto inició su carrera de artista. En el segundo curso de la facultad, a los 19 años, ya realizó su primera exposición individual Espejos del alma, en el Shopping del Sol. “El tema era la mirada del ser humano; lo que conlleva el sentimiento del más allá de cada individuo”, indica.

A pesar de la recomendación de sus profesores de no hacerlo, porque exponía su imagen, Reynaldi mostró 16 cuadros. “Considero que hay que mostrar lo que uno hace sin importar la edad que se tenga, porque es importante que el público vea crecer y evolucionar al artista”.

Pero hoy su obra es muy diferente de aquel entonces. “No es igual. Hay un proceso de mejoramiento. Esa fue mi filosofía siempre: exponer. Y aliento a los jóvenes a que expongan, sin que nadie les diga lo que deben hacer”.

Asegura que nunca se cerró a las críticas, porque considera que siempre hay que ver las cosas positivas. “Los artistas nos exponemos mucho a las críticas de los curadores, de los críticos de arte. Considero que si alguien va ser crítico, debe pasar, por lo menos, por una escuela clásica de arte; solo una lectura no sirve. Si criticás un retrato, tenés que ser capaz de saber cómo se hace. Qué puedo esperar de alguien que no sabe hacer ni siquiera un retrato”.

Ese mismo año, 2007, también organizó la exposición Abriendo las puertas a la expresión —en un hotel céntrico de Asunción, con 63 artistas paraguayos—, con el objetivo de instar a los jóvenes a tratar de superarse y exponer. En el 2009 repitió la experiencia, pero ya con artistas internacionales. De esa exposición participaron 109 artistas. Este tipo de actividades propició para que se hiciera reconocido en el ámbito del arte. “‘¿Quién es este chico?’, preguntaban”.

Comenta que hay muchos artistas que no pertenecen a cierto ámbito —y no solo los jóvenes—, que nunca tuvieron la oportunidad de mostrar lo que hacen. Y son muchos y buenos artistas que están escondidos. “Tienen trayectoria, son maestros de 50, 60 años, y recién ahora están saliendo a flote, porque el arte está evolucionando en el Paraguay. De un tiempo a esta parte, se está abriendo un poco más el mercado en nuestro país”.

También en el 2009, para su sorpresa, fue elegido para exponer junto con otros artistas latinoamericanos en Bruselas y envió sus pinturas. “Después de seis meses de haber enviado mis cuadros me avisaron”. Reynaldi también fue miembro de la Asociación de Artistas Solidarios, lo que le posibilitó participar de una muestra itinerante por Argentina y Uruguay denominada Tetâgua Róga, referida al Paraguay. “Pinté el cuadro Símbolos patrios —que fue a Bruselas y, también, a Miami—. Además realicé otra obra muy significativa con el escudo roto y la bandera ajada del Paraguay. La obra significa que el país ya tuvo demasiadas batallas en nuestra historia, pero seguimos en pie. No decaemos, continúa el Paraguay. Debemos valorar la fortaleza que tiene nuestro país y seguir luchando por lo que queremos”.

Reynaldi, actualmente, se encuentra organizando una nueva exposición para el 19 de agosto, con la misma temática de las otras. “Porque justamente significa abrir las puertas de la expresión a cualquier persona, sin importar qué estilo, carrera o ideología tenga para manifestarse”.

En cuanto a su estilo, lo define como surrealista. “Aunque muchos digan que no, pero también se puede decir que es un realismo fantástico porque juego un poco con las formas reales e irreales. Soy un apasionado de Salvador Dalí o René Magritte”.

Se puede vivir del arte en nuestro país? “El sueño de todo artista es vivir de su arte. Pero tiene su proceso; algunos solo lo logran de adultos. Por el momento, organizo eventos y trabajo en el Ministerio de Educación y Cultura. Apunto por una lucha, a una buena educación del arte”.

Educación visual

Para Reynaldi, el arte es el medio por el cual expresa sus sentimientos, inquietudes, lo que quiere enseñar a la gente a través de las artes visuales. Según él, no estamos acostumbrados a leer una imagen en el Paraguay porque no nos enseñan. No hay una educación visual desde la escuela, tan necesaria para que el niño empiece a interpretar y asociar. Hay que hacer un seguimiento para que cada imagen que existe pueda ser interpretada y mejor vista. Tampoco existiría esta polución visual. “Con mis cuadros, expreso la problemática que existe en la sociedad. Por ejemplo, el medioambiente. Mediante mis obras, insto a su cuidado. ¿Hacia dónde vamos? ¿Para qué vinimos a este mundo? Lo estamos destruyendo para morir, porque no es el mundo el que se va a acabar, sino el ser humano. Nadie mira hacia el futuro, pero la sociedad tiene que tomar conciencia”.

mpalacios@abc.com.py

Fotos ABC Color/Gustavo Báez/Gentileza

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