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Con un sonido fresco, pero fiel a la identidad popular paraguaya, Un viaje al interior invita a un paseo sonoro en el que la polca y la guarania forman parte de un paisaje musical imaginario a través de once canciones que se convierten en un todo. Es así que la omnipresencia del compás en 6x8 no deja dudas acerca de la intención del compositor, quien parece haberse trazado como meta el rescate y la revalorización de ritmos que conforman nuestra identidad.
Se paseó por los pegadizos estribillos del pop, ganó un reality musical en un canal de aire local e incursionó en el competitivo mercado norteamericano. Todo para retomar el sonido que lo devolvió a sus orígenes en la música popular paraguaya. “Sentía la necesidad de hacer una música mucho más mía y algo más honesto conmigo mismo”, subraya Portillo.
Cuestión de lenguaje
Al referirse al proceso de composición de Un viaje al interior, Portillo reconoce el desafío de escribir canciones dentro de un lenguaje que logre la identificación instantánea del público. “Lo que yo traté de hacer con el disco fue hablar de los temas recurrentes de la música folclórica paraguaya; por ejemplo, hay canciones que hablan de nuestras costumbres, describen a la naturaleza de nuestro país y también hay una que cubre un episodio épico", menciona Portillo.
“Entonces, de la manera en que me toca vivir todas esas cosas y desde mi visión de joven, escribo con un lenguaje actual y también traté de plasmar eso en lo musical con los arreglos, con la composición musical, la línea melódica, la forma de la música. Tiene un poco de fusión, mismo desde la cuestión tímbrica, por los instrumentos de uso corriente para hacer música hoy como la batería, con lo que se toca la música paraguaya actualmente, pero también utilizamos otros instrumentos más actuales como el arpa, la guitarra criolla, el acordeón, y también experimentamos en el estudio con algo bastante interesante y fue que todos los músicos que estaban tocando conmigo cantaron en el disco. Cuando iban a grabar, yo les pasaba los coros que escribí y les hacía cantar”, cuenta Portillo.
Música desde la cuna
Iniciado desde muy temprano en la música, David Portillo creció rodeado de músicos en su Coronel Oviedo natal. Ya a los 3 años subió a un escenario sorprendiendo al público local y más tarde, en 1994, conquistó el premio Poemas y Cantos para mi Ciudad, iniciando así un prometedor recorrido por festivales folclóricos nacionales e internacionales. Con apenas 12 años, lanzó Mi gran sueño, su primer material editado en casete.
“Se podría decir que la veta musical de Portillo viene de cuna; en realidad, no hay músicos profesionales en mi familia, pero quien más, quien menos toca la guitarra o algún otro instrumento. Todo el día hay música en casa. Todos hacen música de alguna manera, pero se dio la diferencia conmigo porque yo decidí hacer esto en serio y me puse a estudiar música”, recuerda.
Luego de dedicarse a otros ritmos que nada tienen que ver con lo folclórico y tras haber probado suerte con un proyecto pop en los Estados Unidos, Portillo arrancó en el 2009 siguiendo esa misma línea musical junto a un grupo de jóvenes artistas, aunque por la necesidad de buscar un sonido más personal decidió dejar de lado esa veta y dedicarse a lo que él consideraba verdaderamente suyo. “Empecé a pensar en eso que estaba latente, que es la música paraguaya; empecé a componer entonces un ciclo. Compuse todos los temas exclusivamente para el disco: seis polcas y cinco guaranias; así surgió el primer tema, que se llama Un viaje al interior, que le da nombre al disco”, detalla.
Una de las particularidades de este material es que el mismo no cuenta con voces grabadas por coristas profesionales, sino que los propios músicos fueron los encargados de grabar los coros en el transcurso de la grabación. “Eso en realidad se da en la práctica de la música popular paraguaya constantemente: uno canta y el que está tocando el arpa enseguida canta una segunda o una tercera voz; eso también se puede notar en el disco, que los músicos están cantando constantemente”.
Un paseo musical
Mientras guitarras, arpas y teclados van tejiendo melodías, la voz de Portillo describe una historia que se inicia en el minuto uno del disco y cuyo desenlace se encuentra en La última polca, al final del material.
“Elegí un número, en este caso fue el once, y decidí que quería tener una cantidad proporcional de guaranias y polcas; elegí más polcas y elegí los temas sobre los cuales hablar. Se llama Un viaje al interior porque cuenta la historia de una persona que estuvo afuera y vuelve al país. El disco culmina con La última polca, que habla de esta persona que se despide para viajar nuevamente. En realidad, el disco puede escucharse de principio a fin y cuenta una historia de vivencia del Paraguay, y todas las músicas traen imágenes recurrentes. Hay, por ejemplo, historias de serenata y otras que describen actitudes muy nuestras”, explica Portillo.
Si bien no se trata de su primer material, Portillo afirma que es la primera vez que produce un disco enteramente suyo, conteniendo canciones inéditas y compuestas por él en su totalidad. “Yo puedo decir con muchísima satisfacción que es un fiel reflejo de lo que yo soy, como persona y como artista. Pasé por muchas cosas a nivel musical y algunas también a nivel personal que hacen que yo me sienta muy cómodo con lo que estoy haciendo hoy; muy cómodo musicalmente cuando me paro a cantar mi música porque me representa, porque estoy convencido de lo que cuento. Estoy convencido de lo que digo y entonces puedo decir que es un reflejo de lo que soy, porque escribí las letras, porque compuse las música también y porque hice los arreglos del disco. Honestamente, es como una extensión mía”, refiere Portillo.
Con este material, Portillo apuesta al rescate de nuestras raíces musicales, defendiendo el sonido popular, pero con la creatividad y frescura de elementos que le impriman un nuevo atractivo. “Me parece que es muy interesante componer músicas en formas de polcas y guaranias, músicas con ritmos tradicionales porque si bien hoy por hoy hay una generación de compositores y muy buenos, no somos todos los que estamos abocados a componer polcas y guaranias. Se compone pop, se compone rock y otros ritmos, pero sin embargo no somos muchos los que estamos enriqueciendo el cancionero popular. Yo veo que eso es altamente necesario como para poder levantar otra vez el interés hacia la música paraguaya”, finaliza el joven músico.
El disco puede escucharse de principio a fin y cuenta una historia de vivencia del Paraguay, y todas las músicas traen imágenes recurrentes.
FICHA TÉCNICA
Un viaje al interior fue grabado en los estudios Spirit & Sound de Sergio Cuquejo y masterizado en Fuller Sound, de Miami, Florida. “Sergio Cuquejo hizo un supertrabajo mezclando el disco. Quiero destacar el nivel del acabado del mismo; fuera de lo musical, el nivel técnico que se logró en el estudio de Sergio es de un estándar internacional porque nosotros enviamos las mezclas a Florida, Estados Unidos, y el disco fue masterizado por Mike Fuller, quien trabajó con materiales de artistas de la talla de Ricky Martin, Celia Cruz, Rod Stewart y muchos otros”, destaca Portillo.
david.messina@abc.com.py