Tras los pasos de Somoza

Tiene 26 años y un futuro prometedor en el mundo de las letras. Es periodista e investigadora. Su primer libro “Somoza en Paraguay” fue presentado, con mucho éxito, en el Centro Cultural El Lector. Minutos antes, charló con ABC Revista sobre este trabajo y futuros proyectos. Ella es Mónica Zub Centeno.

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Mónica llegó unos minutos después de la hora fijada. El tráfico y una entrevista radial hicieron que se retrasara. Pelo lacio, traje de dos piezas en tono negro y camisa con transparencias fue el look elegido por Mónica para la presentación del libro “Somoza en Paraguay”, producto de una tesis para la licenciatura dentro del área de periodismo de investigación, para la Universidad Nacional de Misiones, Posadas.

Elegimos el café del lugar para la breve pero significativa charla con ABC Revista, que sirve como preámbulo para aquellos que todavía no leyeron su libro. Muy cordial, Mónica cuenta con entusiasmo por qué eligió este tema para desarrollar su veta de escritora, de investigadora. “Es una historia a la que me siento relacionada, ya que mi madre es nicaragüense y tengo también una hermana nicaragüense. De hecho también nací en Nicaragua, en Managua para ser más exacta, aunque me vine muy chica porque mi padre es paraguayo. Al estar viviendo en Paraguay, resumí una historia que afecta a los dos países a los que estoy relacionada afectivamente”, comienza diciendo.

Efectivamente, “Somoza en Paraguay” relata los sucesos de la vida del dictador nicaragüense Anastacio Somoza Debayle. En el texto, la periodista e investigadora hace también un análisis sobre su asilo en nuestro país, hasta su asesinato en el año 1980. “Fue un trabajo que duró dos años, aproximadamente. En ese tiempo recurrí a muchas publicaciones sobre el hecho, sobre su vida, recortes de periódicos, entrevisté a mucha gente del entorno de Somoza, a testigos presenciales de lo que ocurrió el día de su asesinato. Y le tuve a mi madre, por supuesto, madrugadas y madrugadas, café de por medio. Y bueno, todo ese bagaje de información tuve que procesar para luego darle forma y convertirlo en ‘Somoza en Paraguay’. Sin duda, fue una experiencia enriquecedora, tanto a nivel personal como profesional”, agrega, a medida que notamos que más y más gente se va sumando a la presentación prevista para las 19:00.

Mónica expresa que durante el proceso de recabar datos y volcarlo en un papel, también se conoció a sí misma, tanto en su capacidad como investigadora como en sus raíces nicaragüenses. “Indagar en la memoria de la gente fue sumamente beneficioso. Hay extractos muy interesantes en el libro, toda su vida desde antes del posible derrocamiento hasta su muerte, principalmente porque ahora la gente puede hablar. Imaginate que al poder no le gusta que se aireen sus asuntos y esto ocurrió durante la dictadura de Stroessner, tiempo en que la censura estaba a la orden del día. De hecho, Somoza contaba con la protección de Stroessner”, recuerda.

Se toma un tiempo para agradecer a todas las personas que colaboraron, que le pasaron algunos datos y documentos. “Vivimos en una época de inmediatez, pero hay asuntos que solo se comprenden y pueden contarse tras cientos de horas de observación y análisis de sucesos y documentos, así que todas las ayudas sirvieron para encajar perfectamente y lograr una historia creíble”, añade.

Al ser este libro escrito por una periodista que usa las herramientas del periodismo de investigación, ¿qué papel tiene esta profesión en el contexto de investigación? “La función del periodista es vigilar y denunciar los abusos y corruptelas del poder. Sin una prensa que destape a esos poderes que actúan al margen de la ley no será posible una democracia ni una separación de poderes. Es hacia este tipo de sociedades secretas que el periodismo tiene que girar hoy la mirada si realmente queremos informar de lo que está ocurriendo en el mundo y de quiénes están haciendo que ocurra”, manifiesta.

Con ella, una vez más, se cumple aquello de “la fruta no cae lejos del árbol”. Su padre, Roberto Zub, es doctor en Sociología, egresado de la Universidad Metodista de São Paulo, Brasil; es licenciado en Sociología por la Universidad Centroamericana, Nicaragua; es licenciado en Teología en el Seminario Bíblico Latinoamericano, Costa Rica, y Bachiller en Filosofía en la Universidad de Heredia, Costa Rica. Fue precisamente en Costa Rica que conoció a quien sería su esposa y madre de Mónica, Isolina Centeno.

Pero volviendo al refrán, decimos esto porque su progenitor también tiene libros publicados como “Protestantismo y participación política en Nicaragua”, 2002; “Protestantismo y elecciones en Nicaragua”, 1993; además de otros títulos conocidos, tales como “Tierra, trabajo y religión. Memoria de los inmigrantes en el Paraguay”, 2002; “Ataque a Fram. Los colonos eslavos en el Paraguay durante la Guerra fría”, 2011. Así que no es de extrañar que la hija supere al “maestro”.

La charla llega a su fin. Los invitados a la presentación ya estaban aguardando. Nos quedan unos minutos para preguntar sobre su vida después de los escritos. “Soy chef, me encanta la cocina, soy la cocinera oficial de la familia”, cuenta con una amplia sonrisa. Y también tiene título otorgado por el Instituto Argentino Gastronómico Argentino en Encarnación. En medio del trabajo y la familia, están los amigos y los libros, claro. “Los Borgia” es su texto actual de cabecera.

Mónica Zub Centeno, sin duda, encontró la chispa que le enciende: la lectura y la escritura. La lectura es una pasión y el libro un vehículo para el conocimiento, el aprendizaje, la reflexión, la apertura de la mente, el placer, el descubrimiento, la cultura, el amor, la creatividad, la tolerancia… “El libro es el mejor invento del mundo”, concluye.

 ndure@abc.com.py 

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