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Ilse Jara comenzó a coser sus primeros atuendos para sus muñecas en su niñez de la mano de su abuela, quien era modista. De ella aprendió la disciplina, el trabajo y el amor a la creación del arte con la tela. Su madre, al ver su interés en la indumentaria, le compraba revistas de moda. “En las revistas descubrí lo que realmente eran los vestidos, el glamour”, recuerda.
En la escuela, en sexto grado, en las clases de Artes Plásticas, empezó a bosquejar sus primeros diseños. “A los 10 años, ya decidí que quería ser diseñadora”, cuenta. Descubrió que existía esa profesión, comenzó a hacer sus bocetos, y armar carpetas de porfolios y vestidos. Las chicas ya empezaron a pedirle diseños para su traje de colación a través de su profesora de Artes Plásticas, quien promocionaba sus diseños, y la joven comenzó a venderlos.
Al mismo tiempo, descubrió a los grandes de la moda, los clásicos de siempre, que se volvieron sus grandes íconos: Coco Chanel, Dior, Elsa Schiaparelli, Yves Saint Laurent. “Todos los grandes diseñadores. Es como que entonces descubrí ese mundo”, refiere. Pero su más grande referente era Alexander McQueen. “Fue el que más me atrajo, porque era muy diferente a lo clásico. Un revolucionario de su época; era mi inspiración”, confiesa.
Cuando estaba en el último año de la secundaria, averiguó si había en nuestro país la carrera de Diseño de moda. La encontró, se inscribió y fue parte de la primera promoción de la carrera a nivel universitario. Al mismo tiempo, estudió Marketing y Publicidad, con el objetivo de lanzar su propia marca más adelante, y, además, cumplir con un deseo de sus padres de colaborar con la empresa familiar.
A los 17 años, decidió dar el gran paso y se inició en esta profesión. Y en 2009, registró su marca “Ilse Jara” oficialmente. “El año que viene se cumplen 10 años de trabajo profesional”, cuenta. Trabajaba medio tiempo y estudiaba en la universidad, pero ya comenzaba a recibir los primeros pedidos. Incluso, hacía minicolecciones para eventos como el Asunción Fashion Week o Paraguay Alta Moda. “Y nunca más paré, realmente”, asegura.
Entre 2012 y 2013 viajó a Italia para realizar un máster en Diseño de moda en el Instituto Marangoni, de Milán, uno de los institutos más prestigiosos a nivel internacional. Pero gracias a la buena base con que contaba, le propusieron realizar un máster en Producción de moda. Permaneció allí un año. A su vuelta, en 2014, arrancó con todo. “Me dediqué full time a mi marca”.
Participó en varios eventos internacionales de moda, como la International Fashion Show de Londres, en el marco del London Fashion Week en 2014. Además, representó a Paraguay en la Bienal Iberoamericana de Diseño en Madrid. En nuestro país, también ya le otorgaron dos premios: “Diseñador destacado del año” (2016 y 2017), y fue una de las cuatro nominadas de todo el mundo por la WGSN, un organismo que genera las tendencias a nivel mundial, como mejor diseñador emergente, en Londres.
La colección
Ahora, la diseñadora se prepara para el lanzamiento de la nueva colección otoño-invierno de la línea de alta costura denominada “Samsung Transmutare Moda y Tecnología” el 27 de junio en Las Torres Hotel y Centro de Eventos del Paseo La Galería a las 20:00. “Dentro de la identidad de la marca, trabajan en dos ejes muy importantes: la tecnología y la naturaleza, dos opuestos o paralelos, pero que, para mí, es muy importante que coexistan para lograr un equilibrio. Con Samsung, somos marcas que apostamos muchísimo por la innovación y tecnología; por eso nos relacionamos muy bien”, explica.
Jara considera muy importante asociarse con marcas que tengan esa misma filosofía, porque así se potencian mutuamente. “Y la marca apuesta mucho por diferentes rubros, no solamente con dispositivos, sino con todo lo que tenga que ver con innovación. Nosotros usamos los dispositivos celulares para nuestras gestiones, tabletas, cámaras 360, pantallas, casi todo. A veces hago diseños con mi celular”, señala.
Expresa que también usan los dispositivos para marketing y difusión de todo lo que tenga que ver con la marca, así como lo que sea generación de contenidos, datos fotográficos, como audiovisuales, con el smartphone. “Todo lo que tenga que ver con audiovisuales para las redes. Hacemos los videos, los editamos; así como la gran mayoría de las sesiones de fotos. Utilizamos el slow motion, para apreciar con mayor precisión”, indica.
Para el evento del 27 de junio, la propuesta es lanzar la colección, pero con un tono diferente. No será solo un fashion show, sino algo más cultural, para que la gente vea cómo se puede usar la tecnología y cambiar un sistema como, por ejemplo, el rubro de moda, y que sea innovador. “Vamos a utilizar la realidad aumentada”, resalta.
La colección exhibirá trece prendas, sin desfile, como una muestra de arte en un museo. Los vestidos estarán expuestos en maniquís, sin modelos. También habrá un espacio para ver el proceso y entender cómo se llevó a cabo esa colección. La gente podrá acceder a dispositivos tecnológicos para experimentar. “Asimismo, se podrá ver un cortometraje de siete minutos que resalta el valor de la tecnología y lo artesanal en el proceso. Esta es la primera colección que utilizará la impresión 3D”, adelanta.
Fotos: Gentileza/Vichi Candia.