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Los primeros pasos de Laila Priscila Ozuna Weimann en el arte, en realidad, los dio con el ballet. Cuando tenía ocho años, José Benítez, amigo de su padre y por entonces presidente del club 3 de Febrero de Ciudad del Este, le contó que allí se practicaba patinaje y le recomendó inscribirse. La niña se animó y fue a probar con sus primitas, y quedó fascinada. “Me encantó la sensación de sentir el viento en la cara. Además, les veía a algunas chicas patinar y, entonces, sentí que eso era lo que quería hacer”, cuenta.
Poco después dejó el ballet y se dedicó exclusivamente al patinaje. Laila practica las tres modalidades: libre, danza obligatoria y free dance. A los seis meses de comenzar a entrenar ya se presentó a su primera competencia, en una regional que se realizó en el colegio Inmaculada, ¡y ya logró el primer puesto! Su primer Sudamericano fue en Santa Cruz do Sul, Brasil, donde quedó en quinto puesto, a los 10 años. Al año siguiente, en La Serena, Chile, obtuvo su primera medalla de oro.
“Cuando me enteré, lloré de la felicidad, y le abracé a mi mamá y mis amigas, porque entrené mucho para eso y me sentí supercontenta”, recuerda. En realidad, el patinaje artístico conlleva un extremo sacrificio. Laila entrena entre 4 y 5 h por día, y sigue una dieta especial. Al respecto, confiesa que, a veces, se cansa, pero está consciente de que tiene que hacer sacrificios.
Nacida en Ciudad del Este, el 5 de febrero de 2001, Laila es hija de Amado Ozuna y Neide Weimann, y tiene un hermano llamado Esteban, quienes la apoyan incondicionalmente. La joven ha sabido conciliar sus estudios con el deporte, tan bien que todos estos años ha logrado salir mejor alumna. “Ni bien llegaba de las competencias, completaba todo. Además, mi colegio me apoya mucho”, expresa. Laila está en el 2.º curso de la Media, en el Instituto Cristiano Interactivo (ICI).
Para participar de los campeonatos sudamericanos, Laila tuvo que pasar un evaluativo clasificatorio en Asunción, en el polideportivo del Comité Olímpico Paraguayo (COP). Así, en el 2012, participó del Campeonato Sudamericano en La Serena, Chile, donde obtuvo su primera medalla de oro. A partir de ahí ya no se detuvo. En el 2013 logró el tercer puesto. En el 2014, en Ecuador, salió nuevamente primera y esto le dio el pase para la Copa realizada en París, Francia, de donde también trajo el primer puesto. También fue a Orlando, EE. UU., dos años consecutivos, y trajo medallas de segundo y tercer puesto.
“En el 2015 se realizó el Sudamericano en nuestro país, en Encarnación. Salí primera y, nuevamente, fui a París y quedé segunda. En el 2016, en el Panamericano realizado en Brasil, logré el primer puesto y volví a participar de la Copa en París, donde logré el segundo lugar”, menciona.
Pero el 2017 le dio revancha: compitió de nuevo en París y, al lograr el primer puesto, se convirtió en bicampeona de la Copa de Francia. Cuenta que, luego de finalizar su coreografía, los italianos empezaron a decirle: “¡Brava! ¡Bravissima!”, y comenzaron a aplaudirle y felicitarla. A fines de junio, en el Campeonato Sudamericano realizado en Mar del Plata, Argentina, se consagró tetracampeona, de manera consecutiva, del Sudamericano de Patinaje Artístico, categoría danza juvenil. Para esta última, la atleta cuenta que se preparó muchísimo. “Veinte días antes ya estaba entrenando en Buenos Aires”.
Laila acumuló 225,800 puntos, con los cuales se adjudicó la medalla de oro en la categoría juvenil. “Este triunfo significa todo para mí, porque entrené duro y me sacrifiqué mucho para conseguir todo lo que logré hasta ahora”, asegura. Y piensa seguir. Afirma que quiere recompensarles a sus padres por todo el esfuerzo que hacen por ella. “No es fácil. El patinaje es un deporte muy costoso”, confiesa. Aunque resalta que desde el año pasado recibe una beca de la Secretaría Nacional de Deportes, a través del COP.
Si bien todavía no tiene bien definido qué carrera seguirá en el futuro, señala que le gustaría alguna relacionada al deporte. De lo que sí está segura es que apunta a ser, algún día, campeona mundial y dejar en alto al Paraguay. “Quiero que el patinaje se desarrolle más en el Paraguay. Todos los patinadores soñamos que sea olímpico, porque todavía no lo es”.
Laila agradece a todas las personas que siempre la siguen y apoyan a toda costa. “En especial a mi familia y amigos, porque son los que conocen diariamente mi rutina y me motivan siempre”, concluye.
Fotos: Gentileza.