Talento indiscutible

La concertista Luz María Bobadilla fue recientemente galardonada con la Orden Nacional al Mérito Comuneros, en reconocimiento a su gran talento musical y dedicación plena al arte. La distinción llega a su vida en un momento muy especial. “Avalando el camino andado de mi vida profesional, como artista y docente”, afirma.

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El premio supone mucha alegría para la concertista. “Es una satisfacción grandísima”, refiere. La Orden Nacional al Mérito Comuneros es un premio que el Congreso Nacional otorga a ilustres personalidades que aportan, ya sea a la cultura, educación u otros ámbitos. La concertista Luz María recibe este galardón precisamente por enriquecer la historia cultural de nuestro país.

En su carrera artística representó al Paraguay en los escenarios más importantes del mundo, siendo muy valorada su labor en la difusión de las obras del compositor nacional Agustín Pío Barrios. Recorrió más de 40 países de América, Europa, Asia, África y Medio Oriente, en casi 30 años de carrera internacional ininterrumpida. Tiene, además, 12 cedés grabados como solista, en dúo, trío, y con orquestas de cámara y sinfónicas.

Formó a cientos de niños y jóvenes en el arte de la guitarra a lo largo de más de 35 años de docencia. Actualmente, tiene a su cargo la cátedra de Guitarra Clásica y Música de Cámara, en la Licenciatura en Música de la Facultad de Arquitectura, Diseño y Arte (FADA). También es solista de la Orquesta de Cámara Municipal de la ciudad de Asunción. “No les temo a los desafíos, amo lo que hago”, dice sonriendo esta mujer que se declara sencilla y apasionada por las cosas simples de la vida, pero que lucha por lograr sus ideales.

-Luz María, ¿existía alguna tradición musical en tu familia?

-Sí, mi padre proviene de una familia de músicos; junto con su hermano mayor y otros músicos, tenían la Orquesta Típica Bobadilla, en la ciudad de Villeta, con tal prestigio que también los contrataban en otras ciudades y hasta en Asunción. Él tocaba varios instrumentos, pero con gran perfección el violín, además del piano y el acordeón. Fue compositor de diversas polcas muy populares, como Rancho Elsa, Marina y Gilda.

-¿Quiénes fueron tus profesores de guitarra?

-Habré tenido seis o siete años cuando mi padre, Andrés Bobadilla, me llevó a la casa del maestro Cayo Sila Godoy para que me diera la primera clase de guitarra, pero por motivos de viaje él no pudo continuar; entonces, papá siguió dándome algunas lecciones primarias. Después me llevó al conservatorio del profesor Felipe Sosa, de cuya tutela recibí el titulo de Profesora Superior de Guitarra Clásica a los 17 años. Al mismo tiempo, complementaba mis conocimientos musicales con los maestros Kuky Rey, guitarra de Jazz; Rudy Heyn, guitarra popular; pero como también teníamos piano, en casa estudiaba con las profesoras Ana María Barrios y María Luisa Bartolozzi. También aprendí los sonidos de la flauta traversa con Luis Torres, en el Conservatorio Municipal, y armonía con el profesor José Luis Miranda.

-¿Hay algún maestro que haya marcado más tu carrera?

-Finalmente, tomé clases de perfeccionamiento, por casi cuatro años, con Cayo Sila Godoy. Fue la persona que marcó definitivamente mi carrera. Todo lo que escuchaba decir a otros grandes maestros internacionales, ya me lo había dicho Sila en el Paraguay.

-Y ahora que te toca enseñar, ¿qué es lo que intentás transmitirles a tus alumnos?

-El amor al arte, la disciplina y la alegría de disfrutar la música y lograr objetivos con dedicación, además de la valoración de la cultura universal y paraguaya, que son virtudes y conocimientos que les servirán por el resto de sus vidas. Los conocimientos musicales vienen por añadidura.

-¿Creés que un músico necesita salir del Paraguay para destacarse o progresar?

-A todo profesional le hace bien traspasar las fronteras, ya sea para perfeccionar sus conocimientos o evaluarse en el mercado internacional. Pero, por experiencia propia, no comparto la antigua idea de que solo viviendo en el exterior uno pueda triunfar.

-¿Te sentís especialista de algún compositor o estilo?

-Conozco a cabalidad la vida y obra de Agustín Barrios; además, tengo preferencia por los compositores latinoamericanos y españoles.

-¿De cuál de tus cedés en el mercado te sentís más orgullosa?

-De dos de ellos, Barrios Hoy, en su edición especial por el Bicentenario, que también salió en una tirada sencilla con el diario ABC Color, y de mi serie didáctica para niños, Cuentos y Canciones para Valentina, dedicado a mi nieta.

-Una guitarrista con tu proyección; ¿dónde se imagina dentro de unos años?

-Donde siempre estuve: desde Paraguay al mundo.

-¿Recordás alguna anécdota reseñable que haya sucedido durante algunos de tus conciertos?

-Recuerdo, como una noche muy especial, haber sido la primera guitarrista paraguaya en tocar en el Teatro Nacional de San Salvador, luego de que Agustín Barrios lo hiciera por última vez. Hubo una gran expectativa de la prensa y del público, con la presencia de algunos alumnos del propio Barrios, quienes aún vivían.

-¿Cuáles son las principales cualidades de un concertista de guitarra?

-No temer a los desafíos y amar lo que se hace.

-Se habla muchas veces de guitarristas con una gran técnica, pero que no llegan al público intensamente. ¿Dónde creés que está la justa medida, donde conectan técnica y musicalidad?

-Cuando la técnica deja de ser un fin en sí misma para estar al servicio de lo que tu corazón desea transmitir.

-¿Qué guitarras utilizás?

-En mis primeros conciertos usaba una Antigua Casa Núñez ( Argentina) que prestaba de un primo; luego usé una Gianinni modelo Abreu, confeccionada especialmente para mí en Brasil. Cuando decidí dedicarme exclusivamente a la guitarra, mi padre mando traer de Madrid una de las mejores marcas a nivel mundial, una José Ramírez, de cámara, con la que grabé varios discos. Luego algunos luthiers del exterior me obsequiaron guitarras especialmente construidas para mí. Entre mis preferidas está la hecha por el norteamericano Federico Shepard, que es la que uso actualmente.

-¿Qué le dirías a un niño para que se sienta atraído por este instrumento?

-¿Querés hacer magia con los dedos y sacar sonidos de unos hilitos llamados cuerdas? Te presento a ¡la guitarra!

-Finalmente, ¿algún mensaje que quieras compartir con nuestros lectores?

-Que abracen el arte, porque al hacerlo una deja de ser una misma y se proyecta en cada uno de los paraguayos.

Por Nancy Duré Cáceres ndure@abc.com.py • Fotos ABC Color/Gustavo Báez.

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