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Definitivamente ¡reír hace bien!, porque es bueno para el corazón, cuerpo y alma. Y el humorista Adal Ramones sabe mucho de eso. Sus monólogos son imperdibles; de cada show hace una fiesta y envuelve al público, dejando un gran sabor hasta de felicidad si se quiere. Su mundo imaginario está lleno de humor y otros matices que no paran de sorprender.
Así viene demostrando en las diferentes ciudades de América Latina y Estados Unidos. Ya estuvo por Chicago, Riverside, Los Ángeles, McAllen, Miami y San Diego. También esparció alegría por Honduras, El Salvador, Perú, Guayaquil, y ahora llega al Paraguay, el próximo 28 de junio en el Centro de Convenciones de la Conmebol, en el marco de su gira ¿Stand listos? Tour 2014.
Adal Ramones está listo para hacer reír hasta las lágrimas, en un espectáculo en el que no van a faltar sus chistes más famosos, así como los temas candentes sobre situaciones muy específicas, incluyendo sus experiencias en la televisión, su muy sonado papel de padre divorciado.
Es que el humorista centra sus historias en hechos reales y casi siempre personales, “a inventar cuentos de Superman”. Y bueno, en esta presentación contará algunos relatos sobre su divorcio (luego de haber estado casado durante 15 años con Gaby Valencia). También incluirá la educación, “situaciones de cómo me educaron mis padres y ahora nosotros educamos de otra manera, totalmente distinta”, adelanta.
Lo cierto es que logra captar la atención del público y arrancar carcajadas. Él le saca un “chiste” a todo, hasta a su ruptura matrimonial. “Hablo de cómo la rutina va acabando el matrimonio y de todo lo que uno hace para arruinarlo más”, comenta en otro momento de la charla telefónica.
Para Adal, reírse de uno mismo es la mejor terapia. “Me ahorro un montón de dinero que me gastaría en sicólogos”, exclama desde el otro lado de la línea. Claro que dentro de todo este humor hay también mucha disciplina. Hay artistas que se sientan y escriben. Él va creando en el momento. “Elijo los temas, pero dentro de la narración no hay nada estructurado. Todas las experiencias que voy viviendo en los países adonde voy las adapto y cuento en otros escenarios; prefiero la creación instantánea, la improvisación. Todo está incluido en el show. Lo que he vivido y observado a mi alrededor”, confiesa.
Adonde sí afila la memoria es en el teatro. “Ahorita mismo” está con el musical Shrek, en el que comparte crédito con su hija Paola y, además, graba sketches para un programa que se lanzaría en agosto, después del Mundial Brasil 2014. Y hablando del Mundial, ¿le gusta el fútbol a Adal? ¿Qué tan lejos cree que va a llegar la selección mexicana? “Tenemos un buen equipo, dimos un buen espectáculo ante Brasil. Lo que uno sueña es que su equipo salga campeón del mundo, porque esto trae alegría, optimismo a la gente. En el fútbol uno siempre quiere que gane su equipo. ¿Hasta dónde puede llegar? No lo sé… Son 11 los que juegan y no estoy en la cancha. Nada más les deseo suerte”, dice riendo.
Teatro, televisión, giras recorriendo el planeta, compromisos de padre. Vida agitada, sin duda, aunque deja un espacio para el descanso y es cuando prefiere “el mar, el bosque”. Se define como una persona retraída, solitaria, ensimismada, a quien le gusta estar en su cueva y “no salir un rato”. Afirma, también, que no es de ir de fiesta en fiesta, “a los antros”. Es comprensible que prefiera la tranquilidad, después de tantas idas y vueltas. Pero es lo que le gusta, lo que le hace feliz, ya desde la infancia, tiempo en que comenzó contando historias a sus compañeros de la primaria, primero, y a los de secundaria, después. “Esa experiencia de estar contando permanentemente cuentos se dio desde muy temprana edad, cuando me paraba frente a los compañeros a improvisar y me fue dando un estilo muy natural, que luego ayudó bastante en el programa de televisión”, revela.
Para Adal, entretiene tanto el cuento como el que cuenta. “Es un divertimento compartido, tanto para el que escucha como para el que cuenta”, dice y agrega. “Me divierto mucho arriba del escenario, de lo contrario, no estaría entregándome en cuerpo y alma a esto”.
Entre broma y broma, comenta que su fórmula para estar siempre sonriente es el pago que recibe, aunque enseguida aclara que simplemente es su forma de ser, a pesar de que a veces se molesta, porque las cosas no salen como se tienen planeadas, y agrega que el éxito que tiene su programa lo atribuye a la constancia que él y su equipo de trabajo tienen.
Sobre las polémicas que sus chistes sarcásticos desatan a menudo, el humorista afirma que “todo se hace en buena onda y nunca para ofender a nadie”. Antes de responder sobre la receptividad de sus actuaciones en los demás países, avisa que tiene que continuar con las grabaciones programadas de los sketches. “Al ser un espectáculo con el que la gente se siente identificada, la atención se capta con facilidad y la verdad es que no me puedo quejar, gusta mucho”. Agradecemos el tiempo y retribuye el gesto, extendiendo la invitación al show que va a dar el sábado 28 de este mes en la Conmebol. “Gracias, bye”.
Sepa más
Lugar: Centro de Convenciones de la Conmebol
Entradas: ticketea.com.py
Teléfono: (021) 415-7500
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