¡Sorpresa!

Cristina Scuccia se presentó al certamen La Voz de Italia y ganó. Si bien su portentosa voz dejó boquiabierto al jurado, hasta allí la noticia no tiene nada de extraordinaria; sin embargo, si hablamos de una monja de la congregación de la Sagrada Familia, el tema cambia radicalmente.

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“¿Qué sería del ser humano sin un sueño? Nada”, cantaba Facundo Cabral. Y Cristina Scuccia, desde niña, siempre tuvo dos sueños: servir a Cristo y cantar. El primero ya lo cumplió cuando ingresó a la congregación de la Sagrada Familia y tomó los hábitos. El segundo, hace unos días, cuando —incentivada por sus hermanas y la comunidad en su iglesia— decidió presentarse en el programa más visto de su país y ganó el certamen.

Sor Cristina Scuccia, de 25 años, nació en Sicilia, pero vive en Milán y es una monja ursulina de la Sagrada Familia. Hasta hace unos meses, sus días transcurrían normalmente dentro del convento, como cualquier otra monja de la congregación, hasta que decidió presentarse en el programa La Voz de Italia. “Tengo un don y se los entrego”, había dicho la joven, cuando los cuatro jueces del programa le preguntaron a qué se dedicaba tras elegirla por unanimidad el pasado 19 de marzo en una audición a ciegas. Y es que la participación de la religiosa realmente fue una sorpresa en un certamen en el cual los concursantes, generalmente, apelan a todos los recursos, menos a la sencillez.

Una de las normas del certamen es que los jurados deben seleccionar a los integrantes de sus equipos en audiciones a ciegas, es decir, solo escuchando su voz y de espaldas al escenario, para no dejarse influir por el aspecto físico de los participantes.

Sin embargo, cuando escucharon la voz de sor Cristina, se sorprendieron de tal forma que decidieron girar sus respectivas sillas para elegir a la mujer que cantaba a sus espaldas. Al verla, su compatriota, la cantante y presentadora Raffaella Carrà, sorprendida por su vestimenta de monja, con hábito y velo gris, le preguntó si era una verdadera religiosa y qué pensaba del papa Francisco, en el cual la joven siciliana decía inspirarse.

Scuccia fue tutelada durante el concurso por el rapero italiano D-Jax y, el pasado 20 de marzo, sorprendió en su debut al jurado, compuesto por los artistas italianos Raffaella Carrà, Piero Pelù, Noemi y el rapero D-Jax, además de su enérgica voz, simpática sonrisa y su hábito de monja, con la interpretación del tema No one, de Alicia Keys.

En la gala final, Cristina Scuccia, alentada desde las gradas por algunas de sus hermanas ursulinas, interpretó temas de bandas sonoras de filmes populares como Flashdance (1983), What a feeling; La vida es bella (1997), Beautiful that way, entre otras.

Pero el mejor momento del programa se vivió cuando los concursantes tuvieron que cantar un tema de su propia composición. Sor Cristina interpretó su canción inédita Lungo la riva, muy rítmica y de estética góspel. “Naciste para vivir sobre un escenario”, le dijo la jurado Raffaella Carrà.

Tres horas después, ya no hubo la menor duda. La monja arrasó con su voz a sus tres oponentes: Tommaso Pini, Giacomo Voli y Giorgia Pino. El 62 % de los votos emitidos por la audiencia, además de consagrarla como ganadora, le consiguieron un contrato discográfico con la productora Universal.

Una vez proclamada triunfadora de la segunda edición del concurso, emitido en Italia por el canal Rai2, la monja animó al público presente en el estudio a rezar el padre nuestro. Así, la religiosa puso fin a su extraordinaria participación en el concurso televisivo.

Desde el momento en que sor Cristina debutó con su portentosa voz en el programa televisivo, fue ganando las diferentes etapas del certamen con temas como Living’ on a prayer, de Bon Jovi; Girls just wanna have fun, de Cindy Lauper, o The time of my life, de la famosa película Dirty Dancing (1987).

Scuccia también ha compartido el escenario de La Voz con cantantes internacionales, como la australiana Kylie Minogue o el puertorriqueño Ricky Martin. Poco antes de finalizar el concurso, cuando la prensa italiana le consultó acerca de su futuro artístico, aseguró que, pase lo que pase, tomará la decisión consultando a sus superiores.

De hecho, su triunfo en La Voz 2014 ha causado tanto furor que ha conmovido hasta a los líderes de la Iglesia católica. La misma noche del debut de la monja, el cardenal italiano Gianfranco Ravasi, presidente del Consejo Pontificio para la Cultura, se puso rápidamente a favor y publicó en su perfil de Twitter: “Que cada uno, según el don que ha recibido, lo ponga al servicio de los otros (1 Pedro 4,10) #sorcristina”.

Fuente: EFE

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