Cargando...
Liliana Denise Doldán Cabrera (28) ofrece un servicio de transporte diferenciado, similar a Uber, a un chofer designado, pero enfocado solo a mujeres. El tema es así: si las chicas tienen una salida, fiesta o evento y no quieren manejar, llevar su vehículo o exponerse a pasar malos ratos con algunos taxistas, entonces, optan por su servicio y pactan una hora.
“Yo, en mi vehículo particular, les proporciono un traslado a las chicas por un precio fijo, de un punto a otro de Asunción o Gran Asunción, con ciertos servicios diferenciales”, explica. Así, bebidas, alimentos —snacks—, medicamentos, cargadores de teléfonos, cremas, artículos de emergencia que toda mujer necesita están disponibles en el vehículo, incluido en el servicio.
Doldán es analista y estratega comercial, y está estudiando Marketing y Publicidad. “Me estoy por recibir”, cuenta. La idea de crear Lady Driver surgió como una manera de tener un ingreso extra para pagar sus estudios y aprovechar las horas libres. Un día se le ocurrió que los fines de semana podría choferear, transportar chicas y ganar dinero. En una noche, si le dan los tiempos, puede llevar más de una clienta. “¡Sin problemas! Hay noches que tengo cinco o seis chofereos. Todo es cuestión de organizarse y que me avisen, por lo menos, 24 h antes, principalmente si van a ser los fines de semana”, detalla.
Así se organiza con las chicas, ve los horarios y trata de acomodarse para que pueda cubrir todas las áreas. “Me va muy bien. A veces son los mismos padres los que me contratan para llevar a sus hijas a las fiestas”, revela. También hay madres que quieren llevar a sus bebés al control médico. En esos casos, ella les pregunta si tienen alguna necesidad especial. De ser así, trata de adecuar el vehículo para ellos, con la sillita, por ejemplo. “Le ponemos todo para que estén más cómodos”, refiere.
A pesar del corto tiempo que está en el rubro, Doldán ya cuenta con clientes fieles que le tienen tanta confianza que le dejan hasta las llaves de su casa. Generalmente, son las primeras. Las tiene que dejar entre las 23:30 y medianoche, y las busca a las cinco de la mañana. “Me dejan las zapatillas, la cartera, entre otras cosas. Ya saben que van a salir cuidadas, entonces, tienen confianza”, señala.
Inició este emprendimiento en mayo de este año y ha tenido buena aceptación. “Estoy tratando de armar la mejor estructura posible para que esto pueda ampliarse en el futuro y más mujeres puedan asociarse, como en otros países. México y EE. UU., por ejemplo, tienen servicio diferenciado para mujeres. La idea surgió, además, porque hay servicios en los cuales otra gente se dedica a manejar tu vehículo, pero vos tenés que poner el transporte. Entonces, pensé: ‘Ahí falta algo’. No quiero ser taxi ni chofer designado. Quiero usar mi vehículo y brindar un servicio diferente para las chicas. Es decir, soy una opción más”, indica.
Asegura que cuenta con todas las normas para este servicio. “Mi patente está al día. Verifiqué todo en el municipio correspondiente, no ocupo espacio público y elijo a quién le llevo, a diferencia de los servicios de taxi. Ellos pagan un espacio, permiso municipal y tienen una identificación. Yo no necesito eso. Tengo mi registro al día, mi vehículo está asegurado y condicionado. Tampoco hay limitación ni ‘peajes’ de Asunción a Villa Elisa”.
El costo del servicio que brinda es fijo. “Dependiendo de la distancia, puede salir barato o caro”, apunta. Y los padres están dispuestos a pagar esa suma por la seguridad de sus hijas.
Fotos: ABC Color/Arcenio Acuña.