Sanz quiere endulzar al Paraguay

Alejandro Sanz llegó a nuestro país para compartir “la dulzura” del sirope que, según sus palabras, “es lo que corre por las venas de la música”. El artista español habló en exclusiva con ABC Revista y contó por qué es tan especial esta visita al Paraguay, que, asegura, “enamora al que llega”.

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De buenas a primeras, Sanz deja en claro que no tiene una fórmula exacta para componer: algunas veces empezó por la letra, otras por la melodía, y con Sirope, el disco que presentará esta noche en el estadio del Club Olimpia, empezó con notas de voz. Para él, el proceso de creación debe reflejar la libertad que da el arte en sí, la música y el amor. Es un romántico y en sus canciones dice mucho más de sí mismo de lo que se puede percibir superficialmente.

Alejandro Sanz o “Chan” es madrileño y ese apodo nació tras un partido de fútbol que jugó en Granada, España, con su gran maestro Paco de Lucía y otros amigos “payos” contra gitanos. Él disfruta contando esta y todas las anécdotas que involucran al extinto músico, quien fue su gran amigo, mentor, padrino de su hijo y — según él mismo— uno de los mayores genios de la música; y no deja de sonreír mientras cuenta que sus pésimas dotes de futbolista lo llevaron, anticipadamente, a un bar andaluz en el que se encontraron a un “fumeta” que les preguntó: “¿Vosotros sois Alejandro Chan y Paco de Luchía?” y, como era evidente que venían de jugar fútbol, les dijo: “Pa’ eso es pa’ lo único que valéis”.

Mujeres

Quienes lo rodean, lo definen como una persona muy sencilla y lo comprobamos nosotros. Su sentido del humor es contagiante; le gusta mucho cocinar —su especialidad: risoto con setas (hongos) — y no se considera merecedor de una distinción que la Municipalidad de Asunción le quiere entregar como “visitante ilustre” por haber defendido a una mujer durante su concierto en México.

“Quiero creer que cualquiera en mi lugar habría hecho lo mismo. El mérito no es mío, es de aquellas mujeres que se animan a denunciar a las personas con las que luego tendrán que convivir nuevamente, de todas aquellas que se animan a decir ‘basta’ y a las que toda la sociedad debe alentar. Mi reacción fue por reflejo, allí no hay ningún mérito”, dice.

Sobre su más reciente álbum, Sirope, dice que nació tras ocho intensos meses de trabajo en solitario, encerrado en su estudio, incluso, con jornadas de hasta 20 h. En principio, fueron 40 canciones que seleccionó hasta que, finalmente, quedaron 13. Él estaba tan seguro de cada detalle de su disco que cuando se reunió con su productor musical, Sebastian Krys, le dijo: “Haz lo que quieras, pero no toques nada”, y explica que “finalmente fue un descubrimiento, porque yo necesitaba un cómplice, no un productor, y este hombre conoce mucho de sonidos, estilos musicales y logramos ser una muy buena combinación”. En el material no hay ningún tema con el nombre del disco, pero él considera que es parte de un todo, porque el sirope es como la música: endulza y lo cura todo, por lo que “si la música tuviera venas, lo que correría allí sería sirope”.

Él mismo busca que cada concierto se disfrute como una obra completa en sí misma, como una obra de teatro en la cual cada luz, cada línea en el escenario esté especialmente ideada. El orden de las canciones y el proceso de elegir los temas, en el que las incluiría o presentaría, fue muy largo, ya que se fue corrigiendo cada detalle. “Trato de contar, en dos horas o un poco más, la historia de más de 20 años de creación, que empieza con la primera canción que escribí y termina con la última”, cuenta.

Un cariño especial

Alejandro adelanta que empieza cada concierto del Sirope Tour contando a su público que cuando era pequeño tenía un sueño, uno que lo llevaría a pisar escenarios muy grandes y que le daría la oportunidad, por ejemplo, de estar esta noche de domingo cantando en el Paraguay, un país muy especial para él. Como hablaba con tanto cariño de nuestro país, le propusimos un desafío para medir ese sentimiento. Le preguntamos si la sopa paraguaya se come a sorbos o con tenedor, y no solo respondió con acierto, sino que presumió que sabe que el tereré con yuyos lo cura todo, que debe recorrer el Mercado 4, lugar donde se rodó la película 7 Cajas, que no puede tomar partido entre Olimpia o Cerro Porteño, y, sobre todo, que debe disfrutar de lo mejor que tiene el país: la hospitalidad, algo de lo que, incluso, presumimos los guaraníes.

Y agrega que todo esto lo sabe por unos muy buenos amigos que tiene: Rubén Señor y Lucía Sánchez, del blog de viajes algoquerecordar.com que son “unos enamorados del Paraguay”. No puede contener la emoción al contar que ellos, al enterarse de que vendría a nuestro país, ya lo empezaron a animar a probar la sopa y disfrutar de lo mejor de esta tierra: la gente. “Es lo que pasa cuando la gente es buena y hospitalaria, se gana corazones, y lo que tiene el Paraguay es que enamora a las personas cuando llegan”. Durante la entrevista telefónica, desde Miami antes de su llegada al Paraguay, hablaba con profunda emoción sobre un país que buscará conocer con mayor profundidad, aclarando que siempre lo trataron bien, pero ahora tiene mejores motivos y especial motivación.

El show

Solo en una semana se vendieron más de 2000 entradas para el concierto que Alejandro Sanz dará esta noche. Los tickets tienen un precio de entre G. 160.000 y G. 1.600.000, y continúan a la venta a través de las plataformas de Ticketea. Durante el concierto se podrán disfrutar los más recientes éxitos de Sirope, como Un zombie enamorado y A que no me dejas, así como una versión electrónica de Pisando fuerte, uno de los mayores éxitos de su carrera y que será uno de los momentos más especiales del recital, según él mismo lo confirmó.

Por Mónica Bareiro mbareiro@abc.com.py

Fotos Gentileza RLM

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