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La tradicional escuela de samba Beija-Flor se coronó el miércoles pasado como la victoriosa del carnaval de Río de Janeiro con su tema contra la corrupción y la violencia en Brasil. Beija-Flor, que ya había ganado la edición de 2015, este año se impuso con alegorías por demás politizadas.
Tuiuti, vicecampeona, presentó un desfile titulado “Mi Dios, mi Dios, ¿está extinta la esclavitud?”, que denunció el prejuicio y los problemas que aún sufren los afrodescendientes en Brasil, pese a ser mayoría de la población, exactamente 130 años después de la firma de la ley que abolió la esclavitud.
Lo que hace único al carnaval de Río es que las escuelas presentan diferentes temas cada año, un determinado momento histórico, una figura famosa de la historia de Brasil o un momento especial.
Este año, las alegorías se centraron en los males que aquejan al país, desde la violencia a la corrupción hasta la intolerancia y discriminación. La agencia EFE describió que sobre la Avenida del Marqués de Sapucaí se vieron escenas de violencia que replican la realidad que viven millones de personas en las favelas de Río de Janeiro, de la mano de Beija-Flor. Por la pista de Sapucaí también pasaron, entre otras, Portela, campeona del año pasado, que clamó contra la intolerancia, valiéndose de la historia de un grupo de judíos que colaboraron en la fundación de Nueva York, y Salgueiro, que llenó la pista de color en una denuncia contra el racismo y un homenaje a las raíces negras de Brasil. Esta edición bien puede calificarse como el “carnaval de la protesta”, porque estuvo dominado por una crítica despiadada que incluyó a políticos y empresarios corruptos, predicadores de todas las religiones y una denuncia contra la discriminación. Entre los males sociales destacados por Beija-Flor llamó la atención la creciente ola de violencia, diseminada también en las hinchadas de fútbol en Río y todo Brasil.
Alegorías de la escuela de Nilópolis destacaron escenas de asaltos, arresto, víctimas de balas perdidas y policías muertos; imágenes que se volvieron comunes en el día a día de las grandes ciudades y son consecuencias del abandono del pueblo por las autoridades.
Las mujeres también se hicieron sentir. Con un mensaje estampado en los senos, las piernas, los brazos y otras partes, ellas dijeron “NO Y NO” al asedio en este carnaval. Las calcomanías con mensajes hicieron suceso, dentro y fuera del circuito oficial, en la tentativa de concienciar contra la violencia a la mujer.
Hablar de la historia del carnaval de Río es remontarse a la antigua Roma y las prácticas rituales que servían para celebrar la llegada de la primavera boreal. Es poner de manifiesto muchas de las formas de expresar esa tradición y darle significado e interpretación a la historia. Es que el actual carnaval de Río es el resultado de la extrapolación de las antiguas tradiciones europeas a las tierras conquistadas en el nuevo mundo. En la América del carnaval se daban las celebraciones en un entusiasmo que borraba las diferencias socioeconómicas entre esclavos y conquistadores.
El uso de máscaras y disfraces, tanto de los “señores” y, esclavos, hacía que se confundieran los roles en medio de los festejos y por una vez se compartía en una misma sinfonía de alegría. “Una semana antes, las calles de Río se muestran festivas y en verdad no hay distinción de clases. Todos se divierten, comparten, y salen a la calle a vivir y disfrutar de la mayor fiesta del país”, comenta Afonso Celso Nery, cónsul general adjunto del Consulado General de Brasil en Asunción.
La samba
La música y el baile de samba se asocian al carnaval en Brasil desde 1917, aproximadamente. Originaria de Angola y África Occidental, los esclavos la introdujeron en estas tierras, encontrando en este tipo de música un consuelo en tiempos difíciles. Con la abolición de la esclavitud, muchos de estos se trasladaron a Río, y se asentaron en lugares como Prace Onze y Cidade Nova, que llegaron a ser importantes centros de música y baile de samba. A medida que este ritmo ganaba popularidad, los compositores, músicos y bailarines se solían reunir para demostrar su talento, formando clubes y asociaciones que competían entre sí. Estos grupos supusieron la implantación de las escuelas de samba, cuyo primer desfile oficial tuvo lugar en 1932. La afición creció al mismo ritmo que el concurso, hasta la formación de la Asociación de Escuelas de la Ciudad de Samba, en Río de Janeiro, la entidad que organiza los desfiles durante el carnaval de Río. Desde entonces, las escolas evolucionaron con el paso de los años hasta formar grandes organizaciones similares a empresas modernas. Disponen de medios y amplias infraestructuras que les permiten preparar el carnaval cada año. Cada una tiene un grupo incondicional de fans bien organizado mediante un equipo de gestión concreto. Muchas de ellas se dedican a mantener grupos sociales de su barrio con escasos recursos. De hecho, también, muchas de las escolas do samba nacieron en las favelas y las fiestas de carnaval no serían lo mismo sin ellas.
Esta fiesta se celebra durante cinco días, de viernes al martes siguiente o Martes Gordo, el día antes del miércoles de cenizas. El carnaval no se da únicamente en Río. Junto con este punto central de la celebración se realizan otras a lo largo y ancho de Brasil. Algunas se dan hacia el noroeste y en la región amazónica. En estos lugares, al igual que en Río, se puede disfrutar del baile, los colores, el vestuario colorido y la magia de una fiesta que les recuerda a sus antepasados.
No obstante, el carnaval de Río es el más importante del país, debido a su magnánima presencia y todos los elementos organizacionales, de orden artístico y arquitectónico, que le acompañan. “Recorrí muchos carnavales tanto de mi país como del exterior, como Venecia, Estados Unidos, pero el ambiente de fiesta que se vive en Río no se siente en ningún sitio; es único”, puntualiza Afonso Celso Nery.
¿Quiénes son los personajes del carnaval?
Son las partes vitales de las escuelas de samba. El diseñador oficial es el carnavalesco, y se encarga de producir, diseñar y dirigir el desfile de las escuelas del carnaval. En algún momento fue el responsable de seleccionar el tema del desfile.
Ala
Es un grupo de personas, entre 20 y 200, que acompañan a la carroza. Sus disfraces están diseñados de acuerdo al concepto representado por la escuela en el desfile. Cada una elige a un participante que se encargará de coordinar a todos los miembros de su ala.
Comisión de frente
Es un grupo de entre 12 y 15 bailarines que ejecutan una coreografía con un alto grado de dificultad, están situados en la parte delantera de la formación e introducen al resto de los que participan en el desfile. Sus trajes, en algunos casos, no corresponden al tema de la escuela; por lo general, es un grupo con sus propios trajes y un espectáculo independiente.
Abanderada y escolta
Aquí se centran dos personajes de gran importancia para el desfile; es decir, la portadora de la bandera de la escuela y su escolta. Ellos tienen una gran responsabilidad en el desfile y, como tal, son fundamentales para el resultado final.
Bahianas
Son mujeres de cierta edad, vestidas ostentosamente con trajes tradicionales de Bahía. Estos vestidos tienen unas faldas grandes, que son usadas para realizar hermosos giros; cuando ellas giran a lo largo de la avenida, representan el alma de las escuelas de samba.
Solo un mínimo de bahianas son permitidas en el desfile (80 en el grupo especial). En caso de no cumplirse esta norma, la escuela es penalizada por los jueces. Las bahianas son personas que estuvieron durante mucho tiempo en la escuela, y su participación es recibida con alegría y respeto.
Grupo de batería
Este es el corazón de la escuela, ya que brinda alegría, vida y energía en todo el desfile. Es un ala de la comunidad; por tanto, los trajes son pagos por la escuela que la acompaña. La elección de las personas que conformarán el grupo es el resultado de múltiples audiciones en los ensayos previos al carnaval. Los trajes del grupo son diseñados de manera acorde con el tema seleccionado y, a veces, son tan complejos que les dificulta tocar correctamente. El sonido es amplificado por micrófonos que son transportados junto con el grupo por un camión. La escuela con el mejor grupo de batería, probablemente, sea la que consiga el título de campeona.
Reina de batería
En el grupo de la batería también encontramos una reina y es una hermosa bailarina que presenta al grupo. Se supone que ella inspira y motiva a los cientos de hombres que vienen detrás de ella.
Bailarines de samba
Los bailarines de samba, también conocidos como pasistas, son una pequeña ala de lo más selecto de la escuela. No son más de 15 o 20 personas, quienes son elegidas por concurso cada año y tienen la capacidad de bailar al ritmo en el que avanza el desfile. Es maravilloso ver el contoneo de los cuerpos que se funden en la música.
Comisarios de armonía
En cada carroza y junto con cada ala se encuentra un número de personas denominadas comisarios, quienes son los encargados de asegurar que el flujo del desfile se mantenga. Son reconocidos porque visten una camiseta de su ala o carroza. Además, están encargados de que la escuela no demore mucho en su recorrido; de lo contrario, es penalizada.
Fotos: Agencias EFE/AFP.