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No es la primera vez que el artista encarnaceno lleva sus obras por el mundo. Francia, Portugal, Argentina, Brasil, Colombia, República Dominicana, Estados Unidos, Alemania, Japón y Turquía fueron países en los que expuso, con buen crítica.
Y ahora Varsovia, nuevamente invitado por el Instituto de Arte de la Universidad de Polonia. “La muestra se llamó Paraguay vive. Fueron varias series las que llevé; una de ellas era sobre el acuífero. También mis figuras, mis siluetas con unos cántaros, al igual que la serie de yuyeras. Fue una experiencia muy gratificante, tanto por el resultado como por la concurrencia, ya que asistieron estudiantes, agregados culturales, diplomáticos, y fue una ocasión interesante, también, para hablar del país y posicionar más nuestra cultura”, comenta.
Sykora es un apasionado de su trabajo. Por donde quiera que vaya deja plasmado su arte. Para los carnavales encarnacenos, pintó un mural, que le llevó cinco meses de trabajo y está en el Hotel De La Costa. Otra intervención importante fue la “pintata de manos” para el libro de Records Guinness. La iniciativa tuvo como eslogan “Pintando el teatro de mis sueños”, y participaron alumnos de diversas instituciones educativas, directores de colegio, padres y la ciudadanía.
Ahora se encuentra trabajando, junto con un equipo, en el barrio San Pedro de Encarnación. “Estamos hermoseando un espacio. Se va a llamar El Paseo de los enamorados. La mentora, Lorena Gaona, me había comentado, hurgando en la historia del parque, que era un lugar en el que los enamorados iban a pasear, así que decidimos bautizarle con ese nombre. La propuesta está quedando hermosa, estamos trabajando con mosaicos y muchas personas están poniendo manos a la obra”, afirma.
Tiene proyectada una exposición en China-Taiwán para este año. “Igualmente, queremos darle puesta en valor a Cateura. Ya tenemos alguna idea para plasmar; estamos pensando en alguna figura levantando una nota musical, con flores. En fin, vamos a ir afinando la creatividad”, expresa riendo.
Sykora continúa creando e innovando, y dejando como legado una producción más ligada con la luz y la alegría, con la esencia paraguaya. “En mis obras utilizo colores alegres, vibrantes, con mucha energía, altruismo y positivismo. Siempre toco temas autóctonos de nuestro folclore, nuestra zona, como las yuyeras; el juego pasará, pasará; las galoperas o figuras estilizadas”, explica el artista.
Tanto por la calidad como por lo que transmite, trabajos llenos de luz, Rubén Sykora logró renombre internacional. “Pintar me entusiasma. Creé un sello único; es lo que busca cada artista... El arte, para mí, es una manera de expresarme y estoy agradecido, porque mi pasión me llevó a vivir de lo que me gusta”.
Reproduce lo que ve con su alma; con sus ojos ve las cosas y la estética que plasma es la que está dentro de él. “Mis ojos me sirven para decir lo que me gusta o no, pero definitivamente me tiene que transmitir algo”.
El artista se califica como autodidacta. Trabaja en distintos rubros de la plástica, óleos, acuarelas, técnicas mixtas, esculturas en cerámica y murales; utiliza materiales reciclables. También ilustra libros.
Su talento es amplio, pero –para el artista– el éxito de la vida está en disfrutar lo que hace y vivir de ello. “Con vivir de mi trabajo y que la gente valore, además de mi familia, eso para mí es el éxito”.
Su trayectoria, de más de 25 años, le llevó a ser distinguido por la gobernación y la municipalidad de su ciudad, por su contribución a enriquecer el nivel cultural del país.
Fotos: ABC Color/Javier Cristaldo/Gentileza.