Religiones del mundo (XII) Bahaí, el sueño de unir creencias

Creen en la igualdad de hombres y mujeres, no tienen clero y pretenden unificar todas las religiones alguna vez. Los bahaí consideran que su Dios hace una “revelación progresiva”. Son alrededor de 10 millones en el mundo.

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A mediados del siglo XIX, ya con fuerte presencia de distintas religiones en el mundo, un joven  profeta llamado Siyyid Alí Muhammad había predicho que estaba preparando el camino para que llegara un “gran revelador de la palabra de Dios”. Es así como, en el seno del islam, Alí Muhammad, conocido como El Báb (la puerta), sufrió persecución y encarcelamiento, al igual que sus fieles. Finalmente, luego de seis años de misión, fue asesinado en 1850. Luego de su fusilamiento, sus seguidores se dividieron en azalís y bahaí, siendo esta la que se sobrepuso a la otra. Hacia 1863, Mirs Husain Alí, al que El Báb dio el nombre de Bahá’u’lláh (gloria de Dios), luego de haber sido hostigado y también apresado, y estando en uno de sus exilios en Bagdad, relata que tuvo las primeras grandes revelaciones y que probablemente él sería el gran maestro profetizado por El Báb; es así como es conocido como fundador de la fe bahaí o bahaísmo.

El mensaje principal de esta corriente persa es que la unidad es la base fundamental para llegar a Dios, por lo que están a favor de la igualdad de las mujeres, de la educación de niños y niñas, y de la unificación de todas las religiones del mundo. Consideran que en algún momento se establecerá la paz mundial y eso será anunciado como acercamiento con su deidad.

La fe bahaí promueve la búsqueda de la verdad por un proceso individual y a través de la lectura del libro sagrado Kitab-i-aqdas (libro de la santidad), que contiene las enseñanzas de la religión. Se opone radicalmente a cualquier forma de racismo o xenofobia, ya que considera a la humanidad como una sola familia. Los bahaís creen en la vida después de la muerte y sostienen que el alma que tienen los humanos es única e inmortal; rechazan la reencarnación e indican que progresivamente el espíritu llega a encontrarse con su creador.

Ritos

Los bahaí no tienen rituales de iniciación ni sacramentos, pero sí siguen varios rituales dentro de la comunidad. Como tienen un calendario propio de 19 meses, con 19 días cada uno, también tienen celebraciones y fiestas en honor a sus fundadores. Deben ayunar 19 días al año para purificarse; deben realizar, por lo menos, una peregrinación a un lugar sagrado una vez en  la vida (Bagdad, Irak, Shiraz, Irán Haifa o Bahjí, cerca de Acre, en Israel).

Deben rezar todos los días en dirección al Qiblih (punto de adoración) que está en Israel, la tumba de Bahá’u’lláh; no deben involucrarse en política partidaria, deben ser corteses con miembros de otra religión, tienen prohibido consumir alcohol o drogas de cualquier tipo ni pueden concurrir a centros de diversión que tengan juegos de azar. También critican la pereza y obligan a todos sus miembros a buscar un trabajo, teniendo una profesión u oficio con el cual puedan colaborar.

Los bahaí tienen prohibido la homosexualidad y exigen castidad total fuera del matrimonio; promueven la monogamia y el trato digno a los animales. Aunque no es una obligación, incentivan el vegetarianismo. Cada bahaí es libre de hacer donaciones a su congregación, por lo que el diezmo a veces sobrepasa el 10 % del salario de cada fiel.

Templos de adoración

Los fieles no tienen sacramentos ni clero, pero sí templos o Mashriqu’l-Adhkár (templo de adoración) en algunas ciudades del mundo. El más novedoso y famoso es el de Nueva Delhi, en la India. Los bahaí se reúnen en casas de algún devoto o en centros alquilados para leer los libros sagrados y compartir experiencias espirituales.

Paraguay

La presencia de la fe bahaí en nuestro país data de la década del 40 del siglo pasado. “La fe bahaí llegó a Paraguay en 1941 de la mano de una pionera norteamericana, Elizabeth Cheney. El primer bahaí paraguayo fue don Roque Centurión Miranda, quien durante toda su vida se dedicó a enseñar la fe y promover sus enseñanzas. A partir de ese momento, la fe ha venido ganando adeptos a través de la enseñanza que hacen los bahaí a quienes se muestran interesados, ya que no se practica el proselitismo religioso”, indicó Susana Benítez de Codas, miembro de la Asamblea Espiritual Nacional.

Benítez sostuvo que actualmente hay unos 6500 bahaí paraguayos, repartidos en trece asambleas espirituales locales, que se encuentran, además de la capital del país, en: Luque, Mariano R. Alonso, San Lorenzo, Villarrica, Ciudad del Este, San Ignacio, Villa Elisa, Capiatá, Remansito, Cerrito, Cnel. Oviedo y Encarnación.

Por su parte, Iraj Mohtadi, miembro de la Asamblea Espiritual Nacional, explicó que como no hay clero, todos los miembros de las asambleas son electos democráticamente cada año, por lo que no se tiene un poder real, sino trabajo de organización. Mohtadi indicó que las actividades de las asambleas tienen una connotación más social que religiosa, puesto que las labores encaradas por los bahaí deben beneficiar a toda la comunidad o ciudad. Señaló que ofrecen clases, seminarios y comparten lecturas de textos sagrados durante los encuentros.

Mohtadi expresó que a diferencia de otros países, los bahaí paraguayos durante estos 71 años no sufrieron persecuciones por parte del Gobierno ni de otra confesión, por lo que se sienten seguros en nuestro país.

Sepa más en Sede Nacional Bahaí

Eligio Ayala n.° 1456 e/ Paí Pérez y Perú. Teléfonos (021) 225 747 y (0982) 414 273

www.bahai.org.py

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