Su gabinete lo integraron Luis Freire Esteves, Alfredo Jacquet y Emilio Gardel, en el Ministerio de Hacienda; Gomes Freire Esteves y Germán Soler, en la cartera de Interior; Anselmo Jover Peralta, en Justicia, Culto e Instrucción Pública; Juan Stefanich y Arístides Rivas Ortellado, en Guerra y Marina, y Juan Stefanich, en Relaciones Exteriores. Además, durante su gobierno se crearon los ministerios de Agricultura, que estuvo a cargo de Bernardino Caballero y Guillermo Tell Bertoni, y de Salud Pública, ejercido por el doctor Pedro Duarte Ortellado. El coronel Franco, héroe de la Guerra del Chaco, sustituyó al presidente Eusebio Ayala y durante su gobierno se derogaron los decretos que habian declarado fuera de la ley al mariscal Francisco Solano López, cuyos restos fueron recuperados y alojados en el Panteón Nacional de los Héroes, para lo cual fue concluida su edificación.

Se crearon los ya mencionados ministerios de Agricultura y Salud Pública; además del Banco de la República, y se dictó una ley de reforma agraria. Fueron repatriados prisioneros de guerra bolivianos; fue derogada la Constitución de 1870; se proscribió al Partido Liberal; se constituyó un efímero partido político (la Unión Nacional Revolucionaria) y se vendió gran cantidad de elementos bélicos de la pasada guerra con Bolivia, etc.

Rafael De la Cruz Franco Ojeda nació en Santísima Trinidad, Asunción, el 22 de octubre de 1896. Hijo de Federico Franco y Marcelina Ojeda; fueron sus hermanos Mercedes Franco (casada con Marco Antonio Laconich), Manuel (casado con Luisa Cañizá) y Luis Adolfo Franco (casado con Yolanda Delpino).

Estuvo casado con Deidamia Solalinde, con quien fue padre de Aníbal (casado con Verónica Spatuzza), César (casado con Elsa Palumbo), Carlos (casado con Haydée Torres), Rafael (casado con Sara Varela), Francisco Solano (casado con Mariana Jeremich) y Miguel Angel Franco (casado con Rosario Pérez).

El coronel Franco falleció en Asunción el 15 de septiembre de 1973, a la edad de 77 años.

Condimentos guaraní

Los indígenas guaraní conocían del uso de numerosos condimentos autóctonos para saborizar las comidas. Unos de estos aderezos era la sal, si bien no era de uso frecuente y sólo la utilizaban quienes vivían cerca de las salinas, como el caso de los habitantes del Ambaré -hoy llamado Lambaré- y de los pueblos cordilleranos, cerca de Yuquyty Guasú, o Barrero Guasú, actual ciudad de Eusebio Ayala. Para salar las comidas también utilizaban las cenizas del jukyry (Pisonia spp.), del ka’ajuky (un llantén). Otros condimentos utilizados eran el kumbari , un pimentón silvestre; arasó, un azafrán; ysypoju, otro azafrán autóctono; hojas de laurel (aju’y), tukupi, salsa de mandioca, fermentada; tukumbaepy, salsa de jugo de mandioca, hervido y dejado agriar; karaku, un jugo de mandioca dejado fermentar.

De montes a ciudades

Hace medio siglo, los señores Casimiro Brodziak y Jeremías Lunardelli adquirieron de la empresa La Industrial Paraguaya unas 200.000 hectáreas de tierras en la zona de Ybyrarovaná, en el Alto Paraná, limítrofe con el Brasil. Estas tierras con posterioridad dieron origen a prósperas colonias agroforestales, hoy convertidas en importantes ciudades, como Corpus Christi, Katueté y Francisco Caballero Alvarez, cuando unos inversionistas extranjeros fundaron una empresa denominada Colonizadora Carapã S.A., en 1967. Esta encargó de la venta de terrenos rurales y urbanos posibilitando el origen de las mencionadas ciudades. Con mucho trabajo, esfuerzo y sudor, las familias asentadas el lugar, entonces agrestes confines, fueron echando milenarios montes y cultivando parcelas tierra, posibilitando su poblamiento. Décadas después, muchos de estos asentimientos, convertidos en colonias agrícolas, hoy son florecientes ciudades, gracias a la laboriosidad de sus habitantes.