Polémico video

Desde la segunda semana de enero circula un video sobre un procedimiento quirúrgico con un flyer adjunto que sostiene que se descubrió la cura del mal de Parkinson en el Hospital Posadas, de Buenos Aires, Argentina. ¡Y se desató el furor en las redes sociales!

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El 11 de enero de este año, el canal América TV difundió, en uno de sus noticieros, un informe sobre la técnica quirúrgica que se realiza en el Hospital Nacional Posadas, de Buenos Aires, para paliar los síntomas de los enfermos de párkinson, con el testimonio de pacientes que se habían sometido al procedimiento, así como el de los especialistas que lo realizaron. Y a partir de ese momento el video comenzó a expandirse como reguero de pólvora, tanto que las redes sociales estallaron. 

El video del informe hubiera pasado como una noticia médica más, si no hubiese estado acompañado de un flyer o de acotaciones que afirmaban que se había encontrado la cura contra el mal, que se realizaba en la Argentina y que nadie lo difundía.

700 correos por día

Tanto fue el entusiasmo que causó, que en el Hospital de Posadas reciben hasta hoy más de 700 correos electrónicos por día con solicitudes de informes y turnos, y casi no dan abasto para responderlos, según se publica en su página oficial en Facebook. 

A raíz de la enorme repercusión del video, las autoridades del nosocomio publicaron una aclaración respecto al informe y el alcance del tratamiento. La cirugía para la enfermedad de Parkinson (EP) que se realiza en Posadas es la de estimulación cerebral lesional, que consiste en “un recurso paliativo que ayuda a aliviar algunas manifestaciones y mejora la calidad de vida de los pacientes, en los casos en que la medicación no logre tal fin”. Y destaca que “la enfermedad de Parkinson no tiene cura, con lo cual la cirugía no cura, no detiene ni modifica la evolución de la enfermedad”.

¿Y entonces?

El mal de Parkinson es una enfermedad crónica y degenerativa del sistema nervioso que se caracteriza por falta de coordinación, rigidez muscular y temblores, básicamente, y que produce una incapacidad progresiva. Aunque, generalmente, afecta a personas mayores de 60 años, cada vez más se ve en gente joven.

Ahora bien, la cirugía para la EP se puede dividir en dos grandes grupos: la estimulación cerebral lesional o ablativa (ECL) y la estimulación cerebral profunda (ECP). La primera técnica consiste en una lesión (talamotomía o palidotomía), o bien con técnicas de estimulación profunda (del tálamo, el subtálamo o el pálido). 

Actualmente, las más utilizadas son las técnicas de estimulación profunda. No obstante, no todos los pacientes son buenos candidatos para cualquiera de las dos cirugías. El tratamiento quirúrgico está indicado cuando los síntomas motores (temblor, discinesias, alteraciones de la marcha, rigidez, bradicinesia) ya no responden al tratamiento farmacológico.

Y como todo procedimiento quirúrgico tiene sus riesgos. Según el Dr. Gustavo Báez, neurólogo compatriota, se debe tener muy en cuenta la edad del paciente y su estado cognitivo, por eso se le realiza antes y después una serie de tests. “La cirugía, generalmente, no cura, es paliativa. Es unilateral porque bilateral implica más riesgos y se utiliza para aliviar el temblor, aunque también beneficie, pero en menor grado, la rigidez, y su efecto dura entre dos y cinco años. El mayor riesgo durante la operación es la hemorragia. No mejora la parte cognitiva ni síquica. La enfermedad sigue avanzando y, aunque disminuye la cantidad, la medicación se sigue tomando”, afirma.

El paciente

Fernando Óscar Cerimele, de Formosa, Argentina, se operó a los 64 años, en el Hospital de Alta Complejidad Pdte. Juan D. Perón, de esa ciudad, en el 2015. Fue el quinto paciente en acceder a la cirugía. Hacía seis años que padecía la enfermedad. Luego de someterse a una serie de requisitos físicos y sicológicos fue considerado candidato para la operación. “Me operaron un viernes y el lunes a la tarde ya estaba en casa tocando la guitarra y cantando”, cuenta. Momentos antes de la operación, aunque él ya estaba asesorado, le explicaron en qué consistiría el procedimiento. “Cambió totalmente mi vida”, afirma.

Pero, después de dos años, los síntomas están regresando. Y aunque el paciente se puede operar más de una vez, Cerimele ya no considera la posibilidad, debido a otros problemas de salud que le complicarían una pronta recuperación.

Técnica quirúrgica 

El procedimiento se realiza en el Hospital Nacional Profesor Alejandro Posadas desde el 2010 y hasta el momento ha operado a 150 pacientes en cinco años, para lo cual cuenta con un equipo multidisciplinario de neurocirugía funcional. Según su página oficial, “consiste en la realización de pequeñas lesiones intranucleares en los ganglios basales. Estas lesiones se realizan con el apoyo del sistema de software, lo cual brinda un excelente control que garantiza un margen de seguridad, disminuyendo los efectos adversos y los costos operativos. 

La intervención se realiza con anestesia local y el paciente permanece despierto colaborando con el equipo médico. Una vez finalizado el acto quirúrgico, el paciente es trasladado por algunas horas a una unidad de recuperación y, posteriormente, a la sala de internación general, donde permanece hospitalizado en un promedio de tres días, sin requerir de cuidados especiales o intensivos.

La cirugía tiene carácter paliativo y su objetivo es ofrecer una mejor calidad de vida a los pacientes afectados, recuperando la máxima autonomía posible. 

Esta innovación tecnológica permite facilitar la técnica quirúrgica utilizada para mejorar los síntomas y reducir la dependencia de los medicamentos de las personas que padecen este grupo de enfermedades en estados avanzados o refractarios a la medicación”.

El equipo, formado por médicos neurocirujanos, neurólogos especialistas en movimientos anormales, especialistas en neurofisiología, ingenieros biomédicos, neuropsicólogos y psiquiatras, viene desarrollando neurocirugías funcionales para el tratamiento de enfermedades que generan movimientos anormales, entre ellas, la enfermedad de Parkinson, las distonías y otros temblores no asociados a la enfermedad de Parkinson.

El hospital utiliza tecnología avanzada que consta de un sistema de microrregistros y un software que procesa imágenes cerebrales y censa la actividad eléctrica neuronal.

Requisitos

Entre los requerimientos para acceder a la operación están:

• Diagnóstico de enfermedad de Parkinson efectuado por su médico tratante basado en criterios clínicos reconocidos internacionalmente.

• Tener un mínimo de cinco años de evolución de la enfermedad.

• Que la enfermedad genere dificultades con las actividades de la vida diaria con persistencia de invalidez durante algunos momentos del día o la necesidad de asistencia por terceras personas a pesar de haber recibido el mejor tratamiento médico disponible.

En Formosa

Desde el 2015, el Hospital de Alta Complejidad “Pdte. Juan Domingo Perón” realiza cirugías para el párkinson, con especialistas de la institución, en coordinación con médicos de referencia nacional e internacional, en un trabajo interdisciplinario de neurocirujanos, neurólogos, electroneurofisiólogos, neurosiquiatras e ingenieros, entre otros. Al igual que en el Hospital Posadas, esta intervención es llevada a cabo en pacientes que reúnen una serie de criterios estrictos evaluados por el profesional.

En estas prestaciones no solo se realiza el abordaje unilateral, sino que también bilateral, y en este sentido, en el 2017, se realizaron seis nuevas cirugías, de las cuales tres fueron tratamientos bilaterales; es decir, una segunda intervención a pacientes que ya habían accedido a la cirugía, todos con excelentes resultados y continuando con los controles pertinentes.

Cronología

A. El tratamiento quirúrgico de la enfermedad de Parkinson (EP) se inició en los años 50 del siglo pasado y se abandonó prácticamente con la introducción de la levodopa (tratamiento farmacológico) casi a finales de los 60. Más tarde, en los años 80 se reinició debido a las complicaciones del tratamiento con levodopa a largo plazo.

B. La cirugía para la EP se puede dividir en dos grandes grupos: la estimulación cerebral lesional, que es la que se realiza en el Hospital Posadas desde el 2010, y la estimulación cerebral profunda (ECP). La cirugía se realiza mediante una lesión (talamotomía o palidotomía), o bien con técnicas de estimulación profunda (del tálamo, el subtálamo o el pálido). Actualmente, las más utilizadas son las técnicas de estimulación profunda, que consiste en un tratamiento quirúrgico ajustable y, si es necesario, reversible. Usa un dispositivo implantado que estimula eléctricamente el cerebro bloqueando las señales que causan los síntomas motores incapacitantes. Actualmente, según el neurólogo Miguel Ángel Velázquez Blanco, la lesional se está dejando de lado en el mundo. 

Pero no todos los pacientes son candidatos para ambas cirugías. El tratamiento quirúrgico está indicado cuando los síntomas motores (temblor, discinesias, alteraciones de la marcha, rigidez, bradicinesia) no pueden ser mejorados suficientemente con el tratamiento farmacológico. 

C. En los 90, este procedimiento también se realizó con éxito en nuestro país por un equipo dirigido por el reconocido neurocirujano Dr. Carlos Codas. Los doctores Gustavo Báez y Miguel Ángel Velázquez Blanco, entre otros, formaron parte del equipo. Uno de los operados en el Hospital del Instituto de Previsión Social fue Braulio Ayala (44), quien, entonces, había asegurado que “había resucitado”.

Más info. Facebook: Hospital Posadas.

mpalacios@abc.com.py

Fotos: Pixabay.

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