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Vestida con pantalón de montar blanco, botas y su saco negro parece más grande de lo que es. Micaela Portillo (12) dice que montar es una pasión que descubrió cuando su papá (Miguel Portillo) quiso que ella y su hermano menor, Miguel, aprendieran a hacerlo. Entonces, los inscribió en la escuela de equitación del Jockey Club.
"A mí me encanta, yo amo (esta disciplina); es una pasión, me relaja montar; les entiendo a los caballos", dice entusiasmada esta adolescente en uno de los descansos de la práctica a la que asisten otras niñas de su edad. "Papá solo quería que aprendiésemos, pero yo me apasioné y la pasión me llevó a las competencias... Ahora estoy saltando a la altura de 0,90 metros en las vallas", agrega entusiasta mientras se quita el casco protector y se arregla su larga cabellera.
-¿En qué etapa estás?
-Ahora estoy asegurando un puesto en el ranking nacional de debutantes mayores; mi profesor es el coronel Ignacio Galeano. Entreno de lunes a viernes una hora, y uso tres caballos para tener más puntos, y porque me gusta mucho. Un caballo es mío, se llama Astor Pe, de siete años, de raza cuarto de milla, marrón, muy alto.
-¿Cuáles son las exigencias para realizar este deporte?
- No importa tanto la postura, pero tan flaca no es recomendable ser, porque es imposible atajarle al caballo, tiene fuerza, y a medida que vas subiendo de categoría, los caballos van teniendo más fuerza porque necesitan más potencia para saltar. No es necesario hacer ninguna dieta.
-¿Exige algún tipo de entrenamiento de gimnasia?
- No, porque se desarrollan las piernas y los brazos para montar.
-¿Hay otros chicos de tu edad?
- Sí, muchos están compitiendo allí; tengo dos amigos de mi colegio, Santa Elena.
-¿Qué es lo más importante para conectarse con el animal que está en competencia?
- Tener confianza, entenderlo, porque si es que montás un caballo al que le tenés miedo nunca vas a poder aprender nada, y no vas a lograr saltar bien. Le trasmitís al caballo cuando estás nerviosa, tenés miedo, y entonces arruinás todo.
-¿Qué hay que tener en cuenta para que no sucedan accidentes?
- Sentarse bien en la silla, prestar atención y no estar desconcentrado, porque si el caballo llega a rozar el obstáculo o va a saltar, se rehúsa y frena, ahí necesitás estar bien sentada y ajustada.
-¿El animal puede tener también sus días?
- Sí, hay días en que el caballo está superacelerado y otros en que está muy tranquilo y no quiere hacer casi nada. Casualmente cuando refresca, los caballos se ponen muy acelerados.
-¿Para conocer al animal es preciso alguna técnica?
- Primero, para conocerle y él te conozca, le acariciás, le palmeás el cuello, le felicitás cuando hace algo bien, le hacés oler tu mano y ahí registra tu olor y ya sabe quien sos. También le das un premio; yo le doy una zanahoria cruda con miel de abeja y le encanta.
-¿Cuáles son tus premios y sueños?
- Tengo copas de primer puesto, segundo, tercero y muchísimas medallas. Mi sueño es llegar a ser campeona en el ranking en el país y a nivel internacional, hasta 1,40 m.
Para manejar al caballo se necesita mucha fuerza, en especial a la hora de los saltos.
Las carreras y los concursos. El hipismo es un conjunto de conocimientos relativos a la cría y adiestramiento del caballo con miras, principalmente, a su intervención en las carreras y en los concursos. Fueron los ingleses los primeros en practicar las modalidades modernas del hipismo, creando el famoso Jockey Club, a mediados del siglo XVIII, y fue famoso el mercado de caballos del Hyde Park, de Londres, en donde se creó la bolsa de las apuestas. Las carreras se dividen en lisas y con obstáculos. Las lisas pueden ser al galope (montados) o al trote (enganchados). Se corre en pista y sobre carretera. Las pruebas de obstáculos son el steeple chase, el salto de altura, el salto de longitud y el show jumping.
Consejos de una incipiente amazona. Para subir a la silla de montar tenés que hacerlo del lado de la mano izquierda con el pie izquierdo, y los pies no tienen que entrar en el estribo, solo las puntas.
Primero se practica en la prepista, y después se pasa a saltar unos obstáculos. Luego se entra a competir a la pista.
Es necesario practicar con el pantalón de montar, la calza, botas y una remera con cuello, pero para competir se viste camisa y saco. Es esencial el casco que protege de las caídas.
"Me caí dos veces; una vez corrió el caballo y prácticamente me tiré, y otra vez estaba desatenta y volé hacia el otro lado. Pero de las caídas también aprendés".