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Cubren sus tierras arenosas, muy sueltas, árboles de quebrachos, samuu y tunas, que resisten a prolongadas épocas de sequía. Abundan los arbustos espinosos de poca altura, que crecen sobre las dunas formadas con las arenas arrastradas por el río Parapití y moldeadas por el fuerte viento norte. Es un paisaje desolado, seco y con aires de misterio.
Unas 37 especies de cactus pueblan los senderos azotados por el sol y las espinas. La flora guarda recursos fitogenéticos de notable interés para la humanidad, ya que entre los vegetales se hallan plantas silvestres de maní, mandioca, ají, batata o mangarayetá, mburukuja y otras. Popularmente llamado yvy'a (Jacaratia corumbensis) este ejemplar es conocido por su capacidad de almacenar litros de agua en la raíz. Alcanza la medida de un melón grande y sirve en tiempos de sequía para proveer del vital líquido a los sedientos.
En este ambiente poco cordial para los humanos vive gran cantidad de animales salvajes y es de suma importancia para la protección de grandes mamíferos como los tapires o mborevi. Entre los felinos hay tigres o jaguarete, pumas o león americano, tirica, ocelotes y jaguarundi. También existen zorrinos, osos meleros o kaguare, venados, armadillos y monos de la noche. Diferentes variedades de pecaríes, como el kure'i, tañykati y tagua. El pichiciego, un armadillo pequeño, despierta curiosidad por su tamaño: pesa entre 400 y 500 gramos y mide 12 centímetros. Cabe en una mano.
La lista de aves incluye cuatro tipos de buitres o yryvu. Se encuentra además el ñandu, la amazona o loro hablador, el tujuju cuartelero y la charata. Abundan reptiles como la cascabel, el caimán o jakare, el teju guasu y las tortugas. Y la araña pollito es tan común como los mosquitos o las mariposas. Pese a la sequedad del terreno, el Chaco contiene una parte relevante del Acuífero Yrendá, que es la reserva natural de agua dulce subterránea de mayor importancia en la zona. Asimismo, parte del río Timane que cumple una función vital en el desarrollo cíclico de los diferentes ecosistemas.
"La planificación de sitios determinó que las infraestructuras que se tengan que hacer son mínimas, porque el terreno es muy frágil. Aquí se ingresa solamente en compañía de un guardaparque por una cuestión de prevención. Estamos a 4 horas de un centro de salud y este es un ecosistema árido, con animales ponzoñosos y plantas muy espinosas, entonces hay que cuidar al visitante".
La Secretaría Nacional de Turismo (Senatur), abocada a la explotación turística de los atractivos naturales del país, realizó una evaluación in situ del potencial de los médanos. La ministra María Evangelista Troche de Gallegos "Evanhy" concluye que se trata de un circuito de aventura único que podría interesar a extranjeros amantes del turismo ecológico.
Las parcialidades indígenas de la región también muestran buena predisposición para recibir a visitantes interesados en descubrir el fascinante Chaco. Eusebio Giménez Sosa (39), líder de la comunidad Pykasu, manifiesta que los nativos pueden ofrecer paseos a caballo por el monte y enseñar el sistema de vida en tan inhóspito terreno. "Conocemos toda el área y tenemos buenos caballos, entonces podemos brindar a los turistas una atractiva cabalgata por el bosque.
También podríamos enseñarles cómo vivimos, porque nosotros nos proveemos de la naturaleza, comemos animales y frutos del monte, pero hay que saber cuáles son, porque hay vegetales venenosos y eso se debe conocer. Aquí tenemos todo lo que necesitamos para sobrevivir, pues las plantas nos brindan hasta la medicina para curar las enfermedades", aporta Giménez.
Equipado con camas y sanitarios confortables, el edificio tiene capacidad para recibir una treintena de personas. Es además sede administrativa de ambos sitios protegidos y residencia de guardaparques.
Mario Torales (39), el jefe de los guardaparques, tiene 15 años de experiencia en la tarea de manejar recursos naturales. Comenta él que su función en el Chaco consiste primordialmente en potenciar una relación sostenible con las comunidades indígenas.
"No tenemos presión de cacería ni rollotráfico, porque toda actividad de explotación natural está prohibida. Sí estamos en permanente contacto con los nativos; les tenemos que dar alternativas de subsistencia para tratar de disminuir sus incursiones de cacería".
Mario vivió una de sus máximas emociones cuando vio de lejos a los guanacos, animales muy huidizos de difícil avistaje. "Siempre encuentro sus huellas y sus heces, pero una vez llegué a verlos un ratito, antes de que huyeran.
Son animales muy curiosos, pero huyen ante el primer indicio de presencia humana. Existen organismos (Fundación DesdelChaco) que han iniciado acciones para posibilitar la conservación de los últimos 60 ejemplares, que luchan por su sobrevivencia.
Acostumbrado a las altas temperaturas de la Región Occidental, 45 a 50 grados, el asesor especializado en turismo de naturaleza, Juan Manuel Prieto destaca otras cualidades del paisaje. "Los médanos son diferentes, no tienen cerros ni arroyos, sino que elevaciones y ondulaciones. Y, por sobre todo, tiene una enorme serenidad y diversidad de plantas y animales".
"Manolo" Prieto considera fundamental la preservación del parque. "Es un patrimonio muy importante del Paraguay. Es la mejor escuela que tenemos para conocer nuestra naturaleza. Acá todo es vital y durante todo el año se produce la recomposición de la cadena ecológica".
Se pueden ver hasta hoy algunos vestigios materiales, como tambores de combustibles, restos de vehículos, y no es difícil hallar antiguos proyectiles. Ocasionalmente la espesa vegetación deja al descubierto viejas trincheras de guerra.
Mister Long se denomina otra renombrada picada, bautizada en honor a Huey Pierce Long, un senador norteamericano que defendió la postura paraguaya durante la Guerra del Chaco. Llega hasta el destacamento de Eugenio A. Garay, que es el histórico Yrendagué.
Visitar el Parque Nacional Médanos del Chaco es la mejor manera de hacer expediciones de aventura. El paisaje, el clima, los insectos, las plantas, los indígenas, los escenarios de la guerra, las dunas. Hay argumento como para escribir un libro con el relato de las vivencias propias de cada uno.
Presencia militar
Comunidad Pykasu
Un grupo de casas de tabla conforma la comunidad Pykasu de los guarani ñandéva. Son 80 familias con 320 miembros, de los cuales la mayoría son niños. Cada casa es habitada por 3 familias con 10 integrantes, aproximadamente.
Viven a 20 kilómetros del lugar conocido como Mister Long (Dpto. de Boquerón), en un terreno de 7.900 hectáreas donde tienen chacras de sustento y practican la caza con fines de alimentación. Unos 78 pequeños reciben educación en la escuela Pykasu, de enseñanza normal.
Estancia Koe Pyahu
"Yo me crié aquí y este es un lugar muy cercano a mis afectos. No lo podemos abandonar, entonces queremos abrir la posibilidad de mostrar a compatriotas y a extranjeros la maravillosa naturaleza que tenemos. Aquí hay plantas, animales, paisajes y mucha historia.
Pensamos que es ideal para el turismo de aventura; claro, con los cuidados especiales, para que la gente pueda venir a pasar unos días inolvidables. La mejor época para visitar esta parte del Chaco es desde fines de marzo hasta fines de julio, que no hace tanto calor". Los Calvet piensan acondicionar la estancia con habitaciones cómodas para los futuros huéspedes. Y, además, destinar un espacio de camping para las personas que gustan acampar.
Identikit Médanos
El Parque Nacional Médanos del Chaco abarca parte de los departamentos de Boquerón y Alto Paraguay (frontera con Bolivia). Fue creado por Decreto N° 2726/2004 con el propósito de proteger una mezcla de bosques secos con arbustos que no se encuentran en ningún otro lugar. Conserva una muestra representativa de los únicos sistemas del paisaje del Chaco seco, incluyendo la transición de árido a más húmedo. En el mundo, son únicas en su clase.
Esta área protegida está situada en una zona de baja precipitación. Es altamente vulnerable.