Paraguayos que decidieron regresar

Cada vez más gente decide irse a probar suerte en el exterior. Algunos buscan un futuro mejor para sus familias, otros quieren capacitarse en las profesiones elegidas. La mayoría queda encantada con el cambio, pero son muchos los que eligen volver y apostar por el país.

Marcelo Martinessi es un joven sobresaliente de la Cámara Junior de Asunción. Eligió el cine para destacarse. Este camino lo llevó a ser ganador, por tres veces consecutivas, del premio Génesis al Cortometraje en Paraguay y del Oso de Plata del Festival de las Naciones en Viena, Austria. Desde su empresa MIRA, produjo y dirigió materiales para marcas publicitarias y para las Naciones Unidas, Usaid, Unicef, GTZ, Unión Europea, entre otras instituciones de gran envergadura.

Marcelo siempre buscó un futuro mejor fuera del Paraguay. Ya en el año 1996 estudió en la New York Film Academy y, recientemente, estuvo trabajando para Strix TV en Dinamarca y para Fremantlemedia en Miami (Estados Unidos). También aterrizó en Londres, en la London Film School, donde estudió dos años.

“Viajé a Londres porque sentía que era el momento de tomar distancia con las cosas que estaba haciendo en Paraguay, que se volvían rutinarias y estaban perdiendo sentido”, dice con tono calmo. La salida del país también le sirvió para formarse en la carrera de cinematografía, que en nuestro medio no existe. “La crisis de los 30 años me trajo estas inquietudes, y viajar a Europa fue una reacción natural, una búsqueda”, revela.

En la London Film School, dirigida por Mike Leigh, estudiaron grandes cineastas como Michael Mann, Tak Fujimoto y Roger Pratt, sólo por citar algunos. En aquel lugar, Marcelo encontró una carrera que abarca desde lo técnico hasta lo práctico del cine. Del traspasar fronteras rescata el rigor. “Una de las cualidades que enseguida se recuperan al salir del Paraguay es el compromiso que tenemos con nuestras oportunidades, la voluntad de exigirnos, la mirada crítica sobre nuestra tarea”, reflexiona.

Para lograr su sueño en Londres, vendió la mayoría de las cosas que tenía: auto, cama, televisión, todo, menos sus libros y películas. Invirtió ahorros porque cree firmemente que una formación sólida le va a permitir una mayor lucidez sobre su trabajo y su vida. Claro que no todo es fácil cuando se deja el terruño. “Extraño a la familia y los amigos”, confiesa.

“Cuando uno está a miles de kilómetros, loco de trabajo y lleno de tensiones, da mucho gusto parar un rato y sentarse a tomar un café con otro paraguayo, hablar español, hacer bromas en guaraní. Es bizarro, pero muy inspirador”, dice. Tiene un amigo paraguayo en Londres, se llama Javier, y charlar con él le transporta directamente al Paraguay profundo. “Es un lujo”, asegura.

Afuera no le tocó sufrir discriminaciones por ser paraguayo, aunque admite que en el ámbito laboral, cierta gente puede formarse una imagen prejuiciosa. A Marcelo todavía le falta dos módulos finales en su trabajo de tesis de MASTER. Debe volver a Londres en los próximos dos meses para presentar una propuesta final que está preparando en base a un cuento de Carlos Villagra Marsal que se llama “Arribeño del norte”. Luego vuelve, porque espera filmarla aquí dentro de un año. “Paraguay es la materia prima para mi trabajo”.

CALIDEZ PARAGUAYA

El economista Marcos Solís estuvo por la Argentina, en el Ecuador, en las universidades de London, Harvard y Stanford. Lo llevó por aquellos lares su carrera profesional. Y dice que tampoco sufrió discriminaciones. “Se tiene en cuenta la capacidad, no la nacionalidad. Además, el paraguayo es cálido y eso se valora mucho”, cuenta. “El extranjero nota la calidez y nosotros la extrañamos”, agrega.

Marcelo cree que lastimosamente detrás de la calidez de la que tanto nos enorgullecemos los paraguayos, hay un arma de doble filo, porque también, muchas veces, en nombre de esa calidez nos protegemos los unos con los otros para no afrontar verdades.

“Para crecer, a veces es necesario ser más sinceros y frontales, aunque esto signifique perder un poco de armonía”, reflexiona. ¿Qué rescata Marcelo de su ida? “Nuestro país está lleno de pérdidas: guerras, revoluciones, corrupción, deudas sociales; y la pérdida más terrible: la de la memoria.

Creo que vivir, trabajar y estudiar en sociedades del Primer Mundo aportan otra mirada a nuestra historia y a todos los dilemas que nos hacemos con respecto a la identidad. Nos obligan a darnos cuenta de la responsabilidad de aprender de nuestros errores como país, para no volver a repetirlos, y -por otro lado- nos permiten entender más el ser paraguayos, desde la erspectiva de la comparación”, menciona.

Marcos revela que estar afuera le sirvió para perfeccionar su habilidad como economista. ¡Y vaya que lo logró! Es el primer gerente general paraguayo de Assist-Card, en ¡25 años! Al barajar la posibilidad de aumentar sus conocimientos, la buena suerte no tardó en sonreírle.

Realizó un masterado en Negocios y Dirección de Empresas en la Argentina. Ni bien se graduó, en diciembre de 2004, fue contratado por la empresa suiza Assist-Card. De aquí a un tiempo tiene proyectados nuevos horizontes, pero asegura que siempre va a elegir volver. Paraguayo de pura cepa.

Los destinos más elegidos Definitivamente, las cifras de quienes salen del país son abrumadoras. Según el director general de Migraciones, doctor Carlos Augusto Liseras, hay un promedio de dos mil paraguayos que viajan diariamente, lo que equivaldría a unas 360.000 personas en un periodo de seis meses.

Esto se da durante las temporadas altas que serían los meses de noviembre a febrero, incluyendo abril y julio. En las temporadas bajas la cifra revela un número aproximado de mil trescientos ochenta viajeros, por día, lo que suma doscientos cuarenta y ocho mil catrocientos, en un lapso de seis meses.

La muestra fue tomada en el Aeropuerto Silvio Pettirossi; en el Puente de la Amistad, de Ciudad del Este; en el Puente San Ignacio de Loyola, en Puerto Falcón, y en el Puente San Roque González, de Encarnación.

“Estos puestos de control representan las bocas de mayor flujo de movimientos de personas”, aclara el doctor Liseras. La brújula apunta en primer lugar al vecino país Argentina y al Brasil. Otra ruta muy solicitada es España. Italia también está en la mira. Otros mercados son Estados Unidos e Inglaterra.

Liseras señala que los totales que se reflejan no significan salidas sin retorno. “De esto se deduce que el regreso de connacionales varía en días, meses, años y precisar la cantidad de los que vuelven es muy difícil”, puntualiza el director de Migraciones.

Otro que eligió “marchar” fue Richard Petters. Su profesión como Ingeniero Comercial lo llevó por Dubai, Tokio, Bruselas, Hong Kong, Singapur. Ya estaba trabajando en el Lloyds TSB cuando fue elegido en un concurso entre 40 personas de varios países. Todo un mérito.

Richard no encontró diferencia alguna en lo laboral. “No hay diferencia, no debemos socavar al paraguayo. En todas partes hay gente competente y gente que no lo es; así como también hay problemas sociales como violencia y eso se nota cuando uno está lejos”, se sincera.

Menciona que el ritmo acelerado de “afuera” hace que se olvide el lado humano. “En nuestro país todavía conservamos la sensibilidad de ser solidarios y reunirnos con los amigos, todavía hay tiempo para la familia. Eso, afuera, se añora”, comenta.

Richard apuesta al país. “Tenemos que ser más nacionalistas. Debemos valorar de donde venimos y enorgullecernos de lo que somos. En todas partes hay de todo, como acá”, defiende. Para él, la mayor ganancia de trabajar en el exterior fue conocer diversas culturas, distintas formas de relacionamiento, aunque hace hincapié en que tenemos las mismas condiciones en el ámbito laboral. “Todo lo aprendido lo estoy aplicando”, añade.

VIAJAR PARA APRENDER

Para Vania Escauriza, ir a New York resultó toda una aventura productiva, ya que aprovechó su estadía para perfeccionar el idioma inglés. “Fui directamente por el idioma y a reunirme con amigas que están residiendo allá”, menciona. Antes de su partida se dedicaba a confeccionar carteras con materia prima nacional: el cuero adornado con otras texturas.

“No me iba mal”, confiesa. Pero las ganas de abrirse a nuevos horizontes la superaron. Armó sus maletas y decidió bajar en la ciudad de los rascacielos. “Estuve un buen tiempo, lo suficiente como para hablar correctamente inglés. Además, estuve mirando diseños para continuar avanzando en el mundo de la moda. Ir afuera ayuda a la superación personal y profesional”, asegura.

Y de superación profesional, el oftalmólogo Alejandro Mujica Valinotti sabe mucho. Argentina, Puerto Rico y Brasil son los países que eligió para realizar masterados. Además, tuvo la oportunidad de trabajar en el Centro Oftalmológico de San Pablo (Brasil), propiedad del doctor Michel Eidfarah. Claro que también tuvo la oportunidad de quedarse, pero eligió volver. “La familia es el norte”, asegura. Sus expectativas son muchas.

Todo lo aprendido en problemas de retina, vítreo y láser, sus pacientes lo disfrutan. El Felowship en retina, vítreo y ecografía ocular que recibió en la escuela paulista de medicina así lo avalan. A propósito, ¿se acuerdan del joven que recibió un “filoso utensilio de cocina” en el ojo? Pues el doctor Mujica se encarga de su estupenda recuperación. ¡Qué tal! Alban Martínez Gueyraud también traspasó la frontera.

Este villarriqueño estudió arquitectura en la Universidad Nacional de Asunción. Es crítico de arte y miembro de la Asociación Internacional de Críticos de Arte, sección Paraguay, desde 1998. Sus estudios de posgrado lo llevaron a vivir en Colombia y Barcelona, lugares de donde trajo diplomas de especialización en Planificación y Gestión de Mejoramiento Urbano; en Historia, Arte, Arquitectura y Ciudad.

Paralelamente, con sus estudios de masterados participó de cursos de arte en Barcelona en la Fundación “La Caixa”, en el Museo de Arte Contemporáneo y en el Centro de Cultura Contemporánea. ¡Suma y sigue! Pero lo mejor es que integró el equipo de restauración de Casa Vicens de Barcelona, primera obra del arquitecto modernista catalán Antoni Gaudí ¡Nada más y nada menos! Acumuló un vasto y riquísimo currículo, pero a Alban Martínez lo tenemos en Paraguay, por ahora. Es que la tierra estira.

APORTAR UN GRANO DE ARENA

Y finalmente, Rocío Rolón. Ella hizo temblar los escenarios brasileños y chilenos. Pa’ llá fue, bailó, conquistó y vino. “En Chile estudié en la Academia de Flamenco Rosita Lagos, por un año. La experiencia fue maravillosa”, reconoce. Tanto que al volver se ubicó entre las mejores bailaoras y ahora enseña en el Instituto de Petronita Vinader. Su destreza se apreció en importantes coreografías de la Uninorte. En la Opera “Carmen” tuvo una destacada participación como directora invitada del ballet.

Asimismo, brilló en la Universidad Americana. Va y viene a Ciudad del Este. No sabe de cansancios. “Bailar es mi pasión”, se confiesa. Un trabajo reciente lo realizó junto al cantante Juan Gabriel. Era una de las estrellas de la coreografía y, además, bailó Galopera y Recuerdos de Ypacaraí.

También se encarga de la coreografía de la primera Revista paraguaya. Si bien danza música paraguaya y clásica, el baile español es lo suyo. “Tengo en mente volver a salir, pero con boleto de regreso. Aporta mucho en mi crecimiento profesional viajar, y las propuestas para quedarme hay, aun así quiero aportar mi grano de arena a este país que me vio nacer y que amo”, asegura.

En resumen, todos buscan la salida para la perfección, pero el regreso es inevitable. Puede que el techaga’u haga lo suyo. La familia igualmente pesa, pero todos tienen un compromiso: volver al país y aplicar lo aprendido. Desde sus profesiones, apuestan a un Paraguay mejor y se destacan en el ámbito escogido. ¿Nadie es profeta en su tierra? Ellos lo desmienten.


PARAGUAY: MATERIA PRIMA: El cineasta Marcelo Martinessi asegura que Paraguay es la materia prima para su trabajo. “Es el gran desconocido de la pantalla grande, pero creo que eso va a cambiar y me gustaría ser parte de ese cambio”, dice.


MARCAR LA DIFERENCIA: El oftalmólogo Alejandro Mujica cuenta que estando afuera hay que saber diferenciarse, posicionarse y ganar respeto más solvencia.


SUPERACION Y MADUREZ: La microempresaria Vania Escauriza dice que salir del país la ayudó a superarse en lo profesional y en lo personal. “Las decisiones hay que tomarlas sola, eso te brinda seguridad y madurez”.


NADA QUE ENVIDIAR: El ejecutivo de la División Comercial del Lloyds, Richard Petters, manifiesta que la mayor ganancia de estar afuera es conocer diversas culturas y formas de relacionamiento. "Ahora, en lo laboral, nada tenemos que envidiar a los extranjeros. Condiciones tenemos".


TODO ES APLICABLE AL PAIS: El economista Marcos Solís admite que se aprende mucho afuera y todo es aplicable en el país. “Pero siempre que tenga que salir, voy a elegir volver. La familia no tiene precio”.


DEJAR HUELLAS: El arquitecto Alban Martínez aprovechó su estadía por Colombia y España. Su talento dejó huellas en el trabajo de restauración de Casa Vicens, primera obra del arquitecto modernista catalán Antoni Gaudí.


LO MEJOR: ENSEÑAR: La bailaora Rocío Rolón exclama que no hay nada como volver al país después de una larga ausencia. “Pero lo mejor es enseñar lo aprendido”.


HONORES PARA MONICA: Mónica Luján Pérez Dos Santos fue la mejor de su clase en la carrera de Economía de la UNA. Obtuvo un doctorado en la Universidad de Nuremberg, más un Posgrado en Política Económica y Monetaria en la Unión Europea ¡con honores! En el Fondo Monetario Internacional trabajó como economista principal para Perú y Nicaragua. Fue asesora del Director Ejecutivo del FMI ante Argentina, Paraguay, Perú, Chile, Uruguay y Bolivia y, en tal carácter, acompañó a las misiones del Fondo a dichos países. Regresó para ser la primera mujer que ocupa la presidencia del Banco Central del Paraguay, desde su creación, hace 53 años¡¡
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