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Músicos de orquestas bailables asuncenas 1950-1980: relatos y anécdotas es el título del material que fue lanzado recientemente por los autores con apoyo de la Secretaría Nacional de Cultura, luego de un trabajo previo de dos años, durante los cuales Rudi Elías, Vicente Morales y Óscar Gaona se encargaron de escarbar en los recuerdos de grandes talentos de la música que activaron en la época de oro de las orquestas bailables paraguayas.
Es así como integrantes de los Big Boys Serenaders, la Baby Jazz y Swing Copacabana, entre otros tantos, comparten vívidos relatos que renacen en el lector toda la magia y el colorido de un periodo muy poco conocido por las nuevas generaciones. “Más que nada, intentamos generar un registro con la experiencia relatada por estos mismos músicos, que muchas veces desaparecen y se llevan con ellos toda una historia que se pierde a falta de materiales de consulta”, explica Elías, investigador y reconocido saxofonista de nuestro medio, quien integró a Morales y a Gaona al equipo realizador.
“Mucho tuvo que ver mi experiencia con Papi Barreto –trompetista– en la última fase de los Pussycats; a mí me fascinaba ese ambiente de los músicos, los ensayos, las reuniones, los viajes para ir a tocar y había tantas cosas ahí”, refiere Elías.
No fue fácil unir cabos para llegar a recolectar el gran caudal de datos que ostenta este libro, y más aún teniendo en cuenta que el periodo investigado corresponde a una época en la que los registros fonográficos no eran muy corrientes por la dificultad y el costo que implicaba entrar a un estudio a grabar.
El libro, que fue editado mediante el Fondo Nacional de la Cultura y las Artes, fue redactado con base en dieciséis de las más de treinta entrevistas realizadas por los autores, quienes esperan poder editar en el futuro una segunda edición que pueda hacer justicia a aquellos que no pudieron ser incluidos.
“Ocurrieron casos en los que hicimos un contacto inicial, pero ya no pudimos darles continuidad; quedaron muchas entrevistas que no se publicaron por diferentes motivos. En el caso de Neneco Norton, era ya difícil comunicarse con él por su estado de salud. Hay muchas reuniones que sirvieron más que nada como nexo”, dice Gaona.
En las páginas del libro pueden leerse los relatos de Virginio Villagra, integrantes de la Orquesta Swing Copacabana, Benjamín Benza, Palito Miranda, Kike Krona, Álvaro Ayala, Catalina Pereira “Catunga”, Riolo Alvarenga, Ángel Candia, Víctor Destéfano, Valencia, Emi Aiub, Óscar Faella, Carlos Báez, Toti Morel y Zenón Vidaurre. Todo esto acompañado de un buen registro fotográfico a cargo de Vicente Morales.
Elías aclara que se identifican dos etapas trascendentales en la historia de las orquestas bailables asuncenas. La primera corresponde a las décadas del 50 y el 60, cuando brillaban las llamadas orquestas de jazz, que se diferenciaban de los conjuntos típicos más que nada por su repertorio, ya que muchas veces los integrantes eran los mismos.
“Yo entiendo que esa costumbre de llamarles ‘orquestas’ venía de la Argentina; se diferenciaban la orquesta típica, la orquesta clásica, la orquesta folclórica, la de tango y la de jazz. Las orquestas de jazz eran grupos que en los 50 tocaban música swing, temas de Glenn Miller en el Vertúa y después, por razones comerciales, fueron variando el repertorio”, explica Morales.
De acuerdo a Elías, a finales de los 60 y para adelante surgieron los grupos que ya incorporaban mucho más los instrumentos electrónicos, lo que también originó un notable cambio de repertorio con la aparición en escena de influyentes agrupaciones como Los Beatles. “También la influencia de los grupos de la Argentina, que empezaron a ser muy escuchados en los 70, y eso fue imponiéndose en las orquestas bailables a partir de los 70 y los 80”, sostiene.
El libro Músicos de orquestas bailables asuncenas 1950-1980: relatos y anécdotas no tiene costo alguno y puede ser adquirido en las oficinas de la Secretaría Nacional de Cultura.
david.messina@abc.com.py