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"Considerando:
"1) Que es conveniente a los intereses públicos poner término al largo periodo de confusión e inestabilidad monetaria que tantos perjuicios ha ocasionado al país;
"2) Que la etapa preliminar de dicha reforma ha sido cumplida con la estabilización alcanzada como consecuencia de la eficaz aplicación de los decretos-Leyes Nos. 5.017 y 17.070 sobre control de cambios;
"3) Que es necesario instituir una nueva unidad monetaria basada en principios modernos y realistas, porque constituye un requisito previo e indispensable del progreso económico y social de la Nación:
"4) Que debe asegurarse a la nueva unidad la máxima estabilidad externa e interna compatible con la presente situación monetaria internacional;
"5) Que es preciso unificar la moneda y la responsabilidad de las emisiones y robustecer la unidad monetaria nacional;
"6) Que es indispensable que el Paraguay reafirme su independencia y soberanía monetarias, oído el parecer del H. Consejo de Estado
"El presidente de la República del Paraguay decreta con fuerza de ley;
"Artículo 1°- Instituyese el 'guaraní' como unidad monetaria de la República del Paraguay..."
En estos términos se iniciaba el extenso documento oficial por el que el gobierno del presidente general Higinio Morínigo instituyó el actual signo monetario paraguayo, un 5 de octubre de 1943, hace exactamente 60 años.
La instauración del guaraní como signo monetario paraguayo fue el epílogo de un largo proceso iniciado durante la presidencia del doctor Carlos Pedretti como presidente del Banco de la República del Paraguay, quien recurrió a expertos de la Reserva Federal de los Estados Unidos, encabezados por el belga nacionalizado estadounidense Robert Triffin, quien luego de haber asesorado a las autoridades bancarias paraguayas fue designado profesor de ciencias políticas en la Universidad de Yale, y ocupó importantes cargos en la Junta de Gobernadores de la Reserva General, en el Fondo Monetario Internacional, la Administración de Cooperación Europea, el Consejo de Asesores Económicos para América Latina de las Naciones Unidas, etc.
La reforma monetaria de 1943 se basó en la aceptación de la desvalorización consumada, enorme e irreparable que se venía experimentando desde varios años antes.
El decreto-ley de 1943, eliminó el "peso oro sellado", una ficción que encubría el uso del peso argentino, lo que llevó a la unificación de la moneda y el restablecimiento de la independencia y soberanía monetarias. Para asegurar la estabilidad del guaraní, la medida gubernamental adoptó el patrón múltiple de divisas.
Breve historia monetaria
La historia de la moneda en la República del Paraguay se inicia con la creación del papel moneda paraguayo, por medio de un decreto fechado el 1 de marzo de 1847. Hasta entonces, eran de circulación común y usual monedas españolas de oro y plata.
El gobierno nacional dispuso la emisión de billetes "divididos en cinco clases con numeración especial": de un peso, de tres pesos, de cinco pesos, de nueve pesos y de veinte pesos.
El gobierno de Carlos Antonio López también tomó otras medidas para ir corrigiendo y regularizando la actividad comercial. En 1854 se realizó la primera acuñación de monedas emitidas por el Estado paraguayo.
Una de las preocupaciones del gobierno paraguayo, ya en manos de Francisco Solano López, fue la de dotar al país de un banco, pero las contingencias de la guerra imposibilitó dicho propósito. Aun así, fueron tomadas medidas monetarias como el ensayo de acuñación de la primera moneda de oro, decretada el 11 de septiembre de 1867.
Las primeras emisiones de posguerra se ordenaron a finales de 1870. En esa época circularon en el país monedas paraguayas y de los países aliados de ocupación.
Un primer proyecto de banco nacional surgió allá por 1872, pero no llegó a concretarse. Aun así, el gobierno, por medio de la Tesorería del Estado, seguía emitiendo billetes hasta la instalación de la Caja de Conversión, el 4 de marzo de 1874.
El 21 de enero de 1875 se promulgó una ley monetaria. A esta siguieron otras medidas económico-financieras, además de la fundación de las primeras entidades bancarias autorizadas a emitir billetes.
Ley de régimen monetario
El 14 de julio de 1885, una nueva ley estableció la base del sistema monetario paraguayo. Según Rivarola Paoli, el sistema monetario adoptado era "el bimetalismo (oro y plata) limitado o de patrón cojo, adoptándose el kilogramo como 'peso monetario fundamental'". De esta ley derivaron dos unidades monetarias distintas: el peso oro sellado y el peso fuerte o peso de curso legal.
El peso oro sellado era una moneda de contabilidad, nacido de la circulación de la moneda argentina en el Paraguay y del deseo de los acreedores de protegerse contra la depreciación progresiva del peso papel paraguayo.
Según Robert Triffin, el peso oro sellado paraguayo no era un "peso" argentino, ni paraguayo, sino un simple múltiplo de la moneda argentina. Tampoco era sellado (acuñado) en el Paraguay, y se acuñaba ya en la Argentina en el tiempo en que fue adoptado por nuestro país.
Nueva moneda
Cuando se puso en vigencia la Carta Política de 1940, esta propició la economía dirigida en sustitución del liberalismo económico financiero, favorecido por la derogada Constitución de 1870. Uno de los aspectos de esta nueva modalidad era la dotación al Estado paraguayo de la facultad exclusiva "de hacer acuñaciones o emisiones de monedas".
Hasta la adopción del signo monetario guaraní, en nuestro país existían dos unidades monetarias -dentro del régimen del patrón oro automático o de cambio oro-, que derivaron de una ley promulgada en 1885: el peso fuerte y el peso oro sellado. En realidad, nunca se acuñaron monedas de oro, y sólo se emitieron billetes y monedas divisionarias. Según Juan Bautista Rivarola Paoli, la economía paraguaya, desde entonces, evolucionó dentro del régimen de papel moneda, "conservando la unidad monetaria impropiamente la denominación de 'peso fuerte' estampada en los billetes. El peso 'oro sellado' se ha mantenido como una simple unidad de cuenta, y servía para encubrir el uso del peso argentino".
Según el doctor Pedretti -citado por Rivarola Paoli "subyugada por la gravitación de nuestras deplorables vicisitudes históricas de fatales errores en el orden monetario y financiero, de la indiferencia del estado durante largo tiempo frente al hondo drama de la economía nacional, nuestra moneda ofrecía el espectáculo poco edificante de una persistente inestabilidad y progresiva desvalorización".
El problema monetario paraguayo estribaba en las emisiones inorgánicas lanzadas antes del funcionamiento de la Oficina de Cambios, establecida en 1915. Además, acusaba los efectos de las dos guerras mundiales, la guerra del Chaco, la inestabilidad política, los déficit presupuestarios, la débil e ineficaz intervención del Estado en materia monetaria, y "la falta de personalidad de nuestra moneda que ha corrido la suerte del peso argentino a causa de su situación de dependencia".
Antes de la adopción del guaraní como signo monetario paraguayo, se adoptaron varias medidas económicas tendientes a evolucionar hacia la reforma del régimen monetario: en febrero de 1941, un decreto-ley estableció el control de cambios, con el fin de regular el valor de la moneda paraguaya, de acuerdo con el poder adquisitivo real de la misma y para sustraerla de la influencia de los factores puramente especulativos, que llegaron a adquirir un aumento "desmesurado y artificial". Oportuna y eficaz fue esta medida, pues posibilitó la regularización del pago de las obligaciones paraguayas en el exterior, y la cobertura cercana al 100% de los billetes a cargo del Banco de la República.
El decreto-ley de Control de Cambios posibilitó la ordenación de las actividades económicas del país, la repercusión de actividades especulativas en detrimento de la economía nacional, el impulso de la incipiente industria nacional, la facilidad de las transacciones internas, la estabilización del tipo de cambio de la moneda paraguaya, reajuste del comercio exterior y la capacidad de pago, equilibrio de la balanza comercial, el aumento de las reservas del Banco del Estado, entre otras.
Luego de la reforma del régimen monetario nacional por medio del decreto-ley del 5 de octubre de 1943, con lo que se abandonó drásticamente el peso argentino, no se adoptó el patrón oro, sino un sistema funcional, acorde con las realidades propias del país "mientras la situación internacional -en plena Segunda Guerra Mundial- no permita otra solución".
Las ventajas de la reforma monetaria -dice Rivarola Paoli-, fueron la estabilización del cambio, la independencia y soberanía monetarias por lo menos en los primeros años, la protección y estímulo al ahorro, la responsabilidad monetaria de un solo Banco emisor; la facilidad y rapidez en los cálculos contables, y la disminución de la circulación monetaria.
Posteriormente estos billetes fueron sacados de circulación y sustituidos por billetes de guaraníes, cuyos valores eran: 1, 5, 10, 50, 500 y 1.000 guaraníes.
Otra consecuencia de la reforma del sistema monetario fue la del sistema bancario, lo que llevó a la creación del Banco del Paraguay y la promulgación de la Ley de Bancos.
Lo que vino después, en los últimos sesenta años, es otra historia.
Según el doctor Carlos Pedretti (foto), el instrumento legal de la reforma bancaria fue el decreto-ley N° 5.130, de septiembre de 1944 -que creó el Banco del Paraguay-, que era un banco múltiple compuesto de un Departamento Monetario, organismo que ejerció las funciones de un Banco Central; de un Departamento Bancario, y de un Departamento Hipotecario y de Ahorro, equivalente a un banco de fomento del desarrollo económico. Otro decreto emitido en diciembre del mismo año -el 5.286-, creó la Superintendencia de Bancos para controlar el sistema bancario, las compañías de seguros y las de capitalización.
Por último, conviene recordar que en 1953 se creó el Banco Central del Paraguay.