Musicoterapia

Gabriel Federico, licenciado en Musicoterapia, escritor, conferencista y especialista en el método Bick de observación de lactantes, vendrá a nuestro país para hablar de la musicoterapia, sus beneficios y cómo recibe el bebé información en su vida intrauterina, entre otras cosas, el jueves 4 de julio.

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La musicoterapia es una profesión académica que utiliza la música y los recursos musicales para trabajar e intervenir en la salud de las personas, en pro de mejorar la calidad de vida a través de experiencias musicales que permitan enriquecerla. “La musicoterapia es el uso clínico de intervenciones musicales para lograr objetivos específicos planteados por un profesional acreditado”, comenta Gabriel F. Federico, licenciado en Musicoterapia, escritor, conferencista y especialista en el método Bick de observación de lactantes.

Explica que entre el profesional y su paciente se establece una relación terapéutica, que busca abordar problemáticas o necesidades físicas, emocionales, cognitivas, mentales y sociales de quien acude a la consulta. “Una sesión de musicoterapia puede incluir el canto, la interpretación de instrumentos, la escucha de música o canciones, la creación de las mismas, el silencio y los diversos usos que se le puede dar a la experiencia musical. La música en sí misma no cura, pero ayuda a sentirse mejor a la persona que desea curarse”, resalta.

Federico empezó a interesarse en la musicoterapia y su relación con la neurología en 1987. “Cuando regresé a la Argentina, me anoté en la Universidad del Salvador, de Buenos Aires ", cuenta. Su tesis de grado fue sobre el abordaje musicoterapéutico en obstetricia, área en la que aún sigue trabajando hasta hoy. Años más tarde, se convirtió en padre y su primer hijo lo enfrentó a un nuevo desafío: nació con parálisis cerebral, lo que lo obligó a investigar en mayor profundidad el mundo de la neonatología y la discapacidad. “Así, primero como padre y, luego, como profesional, me especialicé también en la atención de bebés, niños, adolescentes y adultos jóvenes con discapacidad de causas neuromotoras, mentales o biológicas”, detalla.

En 1997 fundó el centro Camino (Centro Argentino de Musicoterapia e Investigación en Neurodesarrollo y Obstetricia), donde atiende, además de mujeres embarazadas, a familias que tienen un hijo con alguna discapacidad o necesidad especial. El abordaje que lleva adelante, en los casos de niños con diversidad funcional, está centrado en la familia. “No apunto a atender una necesidad, un diagnóstico clínico o un área específica, sino a encontrar una forma de vínculo diferente entre ese hijo y su familia, en la que la discapacidad pase a un segundo plano y cada niño sea mirado teniendo en cuenta su edad, su personalidad, sus intereses y gustos, sus capacidades y potencialidades”, subraya.

De esta manera, su abordaje busca ayudar a mejorar la calidad de vida en relación con las áreas cognitivas, emocionales, físicas, mentales y, en especial, con los aspectos de las relaciones vinculares que tienen los niños con su entorno familiar y social. “La musicoterapia ayuda a la mujer gestante a conectarse con su bebé por nacer; a anticipar y trabajar cualquier miedo, pudor, trauma, problemática o ansiedad que tenga respecto al embarazo, el parto, la lactancia y el puerperio; a allanar el camino y desmalezar los mitos, los prejuicios y las angustias que hacen que algunas mujeres vivan sus embarazos sin poder disfrutarlos”.

Esta terapia también es de gran ayuda cuando la mujer o la pareja enfrenta un diagnóstico prenatal desfavorable, cuando se presentan embarazos múltiples o de alto riesgo, cuando hay historias previas de pérdidas de embarazos o partos problemáticos. Cuando comenzó a trabajar con mujeres embarazadas, muchas de ellas comentaban que experimentaban sensaciones físicas particulares tras el estímulo musical durante las sesiones. No era solo que sus bebés se movían o pegaban pataditas, sino que lo hacían con determinadas canciones o ante algunos sonidos.

Esta inquietud lo llevó a realizar junto con un renombrado médico obstetra una investigación empírica acerca de las respuestas auditivas del bebé a la música antes de su nacimiento. Las pruebas eran contundentes: los bebés no solo oyen dentro del útero materno, sino que, además, reconocen y reaccionan a aquellos estímulos que les son familiares y generan en sus mamás un efecto positivo, tanto en lo hormonal como en lo emocional. “Luego, investigando dentro del área de la sicología prenatal, encontré la estimulación prenatal musical”, afirma.

Los beneficios

Según Federico, podríamos hablar de beneficios en tres niveles diferentes: el primero influye directamente en el bebé; el segundo, en su mamá y, el tercero, en la relación entre ambos. Al bebé le permite recibir un estímulo que ayuda a que pueda adquirir o intentar alcanzar de una manera diferente aquellos hitos que definen su desarrollo evolutivo. La mamá, simultáneamente, podrá elaborar sus ansiedades y frustraciones en relación con lo que la discapacidad de su hijo le genera. Y, desde el aspecto vincular, la díada se beneficia con la posibilidad de comprender esta situación desafiante que se presenta, encontrándole un nuevo sentido a la crianza con estas características especiales.

Para el especialista, requiere de un ajuste emocional muy fuerte asumir que se va a criar un niño con cualidades distintas a las esperadas, pero, a la vez, es necesario recordar y enfatizar que ese hijo —además de tratamientos, cuidados, medicamentos, ortopedia y cualquier especificidad que vaya surgiendo— necesita amor, juego, mirada, escucha, risas, aplausos y empatía, como cualquier niño o niña de su edad.

Esta terapia es recomendable en todos los casos en los que un niño presente alguna alteración en su desarrollo, alguna complicación de salud o modificación en su conducta habitual, o bien ante una discapacidad. Es un tipo de tratamiento en el cual se obtienen muchos beneficios y en el que se trabajan aspectos relacionados con la motivación que genera una experiencia musical.

¿Cómo sabe una embarazada que debe acudir al musicoterapeuta? “Usualmente, hay dos razones que pueden acercar a las embarazadas a una consulta: o buscan una conexión más profunda e íntima con su bebé por nacer o bien reconocen que hay algún motivo por el cual ese embarazo no está siendo una experiencia del todo feliz, ya sea porque algo falla en el aspecto físico, en lo emocional, mental o espiritual. Cuando una mujer necesita un apoyo para comprender los cambios que implica convertirse en madre, a la vez que elabora temas relacionados con el propio maternaje, la musicoterapia ayuda muchísimo”, puntualiza.

En cuanto a los resultados, Federico afirma que la gran mayoría de las mujeres que realizan este tipo de tratamiento durante el embarazo llegan al momento del nacimiento con una actitud mucho más positiva y ganas de encarar la crianza de una manera diferente, el puerperio es transitado con una actitud más proactiva y tolerante, tomando a la vida como un desafío por enfrentar y no como una batalla en la que combatir.

Federico adelantó que hablará en la conferencia que brindará en nuestro país el 4 de julio, en la Universidad Autónoma, sobre la musicoterapia como profesión, de la audición fetal, de cómo recibe el bebé información en su vida intrauterina y de varios puntos centrales de sus teorías. Entre ellas están el concepto de “Las cuatro esferas del embarazo” y la búsqueda de su punto de equilibrio antes del nacimiento del bebé, “Las 4 vertientes” ante el nacimiento de un niño con alguna discapacidad o necesidad especial, el rol del “Terapeuta tutor” durante los dos primeros años de vida del niño, y, por último, de la “Arritmia vincular” que se produce cuando se cría un niño con alguna discapacidad o necesidad especial.

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Entradas por Red UTS.

mpalacios@abc.com.py • Fotos Gentileza.

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