Música y espiritualidad

Stefano Pavetti es un joven director de orquesta paraguayo que se abre camino en Europa. Alumno regular, del célebre y prestigioso Conservatorio di Música Giuseppe Verdi, de la ciudad de Milán, está en la última etapa de su maestría en dirección orquestal.

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Además de los estudios en el conservatorio, para Stefano, vivir en una ciudad con tanta riqueza cultural como Milán hace que esté en permanente contacto con esa tradición musical de varios siglos.

Lugares como el famoso teatro La Scala, la Sala Verdi del conservatorio; las históricas iglesias de San Ambrosio, la Catedral, San Fedele, San Marcos, solo por citar algunas, contribuyen decisivamente a la formación integral del artista.

Su objetivo es retornar al país y proyectarse local e internacionalmente desde el Paraguay. “Me gustaría seguir trabajando en la docencia e impulsar la incorporación de especialidades musicales, como dirección orquestal, composición, clavecín, musicología y órgano de tubos –actualmente contamos con un solo ejemplar en la Iglesia de la Encarnación–, en las distintas instituciones de enseñanza musical del país”, dice.

Actualmente cursa el último año de la maestría en dirección orquestal, en el célebre Conservatorio di Música Giuseppe Verdi, de Milán. Anteriormente, realizó la licenciatura y maestría en clavecín y teclados antiguos en el mismo conservatorio. También cuenta con cursos de perfeccionamiento en Brasil, Uruguay y, en abril de 2016, tuvo la oportunidad de ofrecer un concierto de órgano y trompeta en la Catedral de la ciudad de Cuenca, en España. “Con uno de los mejores trompetistas del mundo: Giuliano Sommerhalder, de nacionalidad suiza”, cuenta.

En diciembre pasado, Stefano fue noticia cuando compartió un mate con el papa Francisco. “La experiencia con el papa fue inspiradora y alentadora. Es una persona con una energía casi inagotable y un carisma inigualable. Me siento realmente bendecido por ese gran privilegio”, afirma al recordar aquellos instantes.

Durante la visita del papa en nuestro país, en julio de 2015, Stefano fue el organista principal.

Proyectos

Uno de sus proyectos es impulsar un instituto de formación para personas con capacidades diferentes y dificultades de visión. El músico inspira su deseo en su propia experiencia, ya que padece dificultades visuales agudas; sin embargo, con esfuerzo, voluntad y dedicación logró destacarse a través de la música. “Por todo esto doy gracias a Dios y estoy convencido de que una de las formas más sublimes de alabanza a Él es a través de la música”, manifiesta.

Dice, también, que el hombre debe volver a reencontrarse con su espiritualidad. “No me refiero a la religiosidad, sino al reencuentro con uno mismo. San Agustín decía: ‘No vayas afuera, vuelve a ti mismo. En el hombre interior habita la verdad’. La música está directamente ligada a la espiritualidad del hombre, y debe volver a ser uno de los pilares fundamentales de nuestra vida y educación general, como era antiguamente, y no un simple ornamento. ‘Una casa sin música es como un cuerpo sin alma’, decía el gran San Juan Bosco”, afirma el clavecinista y director de orquesta.

En cuanto a los jóvenes que quieran dedicarse a este difícil pero maravilloso mundo de la dirección orquestal, les aconseja que inviertan tiempo y esfuerzo en su formación constante. “Tenemos que saber primero qué es lo que la música quiere decir, para saber qué es lo que nosotros queremos decir con ella. Por eso, a todo lo emocional, a la intuición y el talento hay que añadir el saber y conocimiento”.

Stefano es un ejemplo de dedicación y esfuerzo. Con sus serias dificultades en la vista, sobresale como director de orquesta. Nació en Asunción, el 29 de octubre de 1985. Inició sus estudios musicales en el Ateneo Salesiano del colegio Salesianito, de Asunción, bajo la dirección del padre Pedro Viedma y el profesor Virginio Villagra. Luego, estudió en el Conservatorio de la Universidad Católica de Asunción y el Conservatorio Nacional de Música del Paraguay. A los 16 años le otorgaron la dirección de la Jazz Band del colegio Salesianito. Continuó sus estudios de piano con Balbina Salcedo, composición con Florentín Giménez y José Luis Miranda, clavecín y dirección orquestal con Diego Sánchez Haase, y armonía moderna con Carlos Schwartzman.

En el 2007 fue nombrado profesor de Armonía e Historia de la Música en el Conservatorio Nacional de Música del Paraguay. Ese mismo año asumió como director titular del coro infantojuvenil Arapy y la Banda Salesiana Pa’i Pérez del colegio Salesianito. Prosiguió sus estudios en dirección orquestal con el renombrado director uruguayo Roberto Montenegro.

Trabajó como director asistente de la orquesta sinfónica de la Universidad del Norte de Asunción y dirigió varias agrupaciones musicales, como la Orquesta Sinfónica de la Ciudad de Asunción (OSCA), Orquesta de Cámara Municipal de Asunción (OCMA), Orquesta de Cámara Carlos Lara Bareiro, entre otras. En el 2010, por medio de una beca del Gobierno italiano y el Fondec, continuó sus estudios de dirección orquestal y clavecín en Italia, en la Scuola Cívica de Milán y el célebre Conservatorio di Música Giuseppe Verdi, siendo el primer paraguayo en ingresar a tan prestigiosas instituciones musicales italianas. Tres años después se graduó en clavecín y teclados antiguos en el Conservatorio de Milán. Fue galardonado con el premio Joven Sobresaliente del Paraguay 2014 y nombrado visitante ilustre de la ciudad de Pilar. Se presentó en dos ocasiones como clavecinista en la ciudad de Bolognia, en el museo San Colombano, que conserva la colección Tagliavini, la colección de teclados más grande del mundo. En abril de 2016 se presentó como organista en un concierto realizado en la Catedral de Cuenca (España), acompañando al renombrado músico suizo Giuliano Sommerhalder, considerado uno de los mejores trompetistas del mundo.

En nuestro país dio conciertos al frente de agrupaciones como la Camerata Lara Bareiro y la Orquesta Remberto Giménez del Conservatorio Nacional de Música (Conamu) y, como clavecinista, brindó conciertos de música de cámara en el Ateneo Paraguayo. Tiene programadas actuaciones en Milán, Roma y Asunción con la Orquesta Remberto Giménez del Conservatorio Nacional y la Orquesta del Congreso. Por de pronto, se desempeña como encargado cultural de la Asociación Paraguay-Italia, designado en Roma vía asamblea. “Pienso lograr mucho más todavía. Creo que apenas estoy comenzando”, finaliza.

ndure@abc.com.py

Foto ABC Color/Roberto Zarza.

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