Mérito propio

María de Fátima Trapani Ibarra calificó para la beca Don Carlos Antonio López, para realizar un máster en Odontopediatría. Sus calificaciones académicas y su dedicación –una cualidad propia– le otorgaron un pasaporte directo a la Universitat de Barcelona, en la que obtuvo un premio extraordinario como mejor egresada, con nota 10 y matrícula de honor en tesina.

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“La experiencia fue increíble. Me adapté rápidamente y me sentí, al poco tiempo, al nivel de todos mis compañeros. Esta es una prueba de que la preparación en el Paraguay está a la altura de otras universidades”, cuenta feliz Fátima.

Su estadía consistió en mucha preparación y dedicación. “Mi primer año fue de muchas clases y mucho aprendizaje. Por la tarde trabajaba en el Hospital Odontológico de Barcelona y, también, tenía seminarios sobre temas indicados por los docentes, con investigaciones de por medio y atenciones a pacientes. Fueron dos años de mucha práctica, en los que íbamos a diferentes lugares. Por ejemplo, realicé atención en Granollers, en un centro de odontología solidaria, además de prácticas y conocimientos sobre odontobebés, de seis meses a tres años, así que toda la experiencia fue sumamente enriquecedora”, añade la joven.

Fátima resalta la importancia de la actitud de los profesionales en la atención a los menores. “Ellos sienten temor y, también, sus padres al no querer que sus hijos sufran o sientan dolor; entonces, hay que trabajar igualmente con los papás, para que no les trasmitan sus angustias. Se debe tener en cuenta que los niños aprenden por modelado; es decir, copian de sus adultos de referencia, que principalmente son sus padres. El máster abarcó un importante tiempo de enseñanza sobre control de conducta, justamente, y mi tesis se refería a este tema: controlar la ansiedad en padres y pacientes”, comenta.

Parte de su desarrollo como profesional también se dio en el Hospital Sant Joan de Déu, de Barcelona. “Trabajamos con niños del sector de oncología o con patologías de alta complejidad y les dotamos de tratamientos con los últimos avances que la ciencia ofrece, con desarrollo de nuevas terapias, efectivas y menos agresivas. Fueron experiencias de mucha sensibilidad en esta carrera que me apasiona”, afirma la profesional.

Resalta la importancia de consultar con los profesionales y especialistas de cada área. “Hay que tomar conciencia y asesorarse con los especialistas de cada etapa de la vida. Nos preparamos para orientar y atender de la mejor manera a nuestros pacientes, para que tengan un buen recuerdo de las atenciones y la calidad de estas, además del resultado esperado”, expresa.

Fátima viajó con un compromiso muy grande: dejar el nombre del país en alto y lo logró con creces. Su estadía en Barcelona dejó huellas. “Pienso que, además de los conocimientos adquiridos, dejar el nombre del país en alto forma parte de la beca y, en este sentido, creo que me gané un espacio. El power latin, les bromeaba cuando elogiaban mi trabajo. Quiero destacar también que la educación en nuestro país nada tiene que envidiar. Vamos bien preparados y regresamos con más conocimientos para aplicar en el país, porque de eso se trata la beca: especializarnos y retribuir al Paraguay”, admite con entusiasmo.

Claro que las especializaciones no son una receta. “Para mí, lo importante es buscar resultados y estos generan entusiasmos, que son los que necesitamos para dedicarnos a cualquier profesión”.

Fátima tiene planeado desarrollar estrategias de prevención en el cuidado de la salud bucal. “Proteger los dientes y encías de los pequeños no es solo una cuestión estética, sino puede ayudar a prevenir problemas del lenguaje, posturales e, incluso, respiratorios. Algo frecuente es la logopedia, que es el tratamiento y la corrección de los trastornos que afectan la voz, la pronunciación y el lenguaje oral y escrito, mediante la técnica de la reeducación. La importancia del cuidado bucal a temprana edad es fundamental y, sobre todo, la prevención. Cuando los menores presentan caries, infecciones u otro tipo de enfermedad bucal, estos factores pueden derivar en importantes problemas de salud, como deficiencias en la nutrición y el desarrollo del lenguaje, dolor y baja autoestima”, explica.

Ella recomienda llevar a los hijos al dentista de confianza por lo menos cada seis meses para que se les realice una revisión y un control bucal.

Fátima de María Trapani Ibarra es una joven sobresaliente, apasionada de su profesión y con actitud determinante para conseguir sus objetivos. No podemos concluir la entrevista sin un mensaje a sus pares. Ella aconseja: “El coraje en tiempos de paz es animarse a capacitarse, formándonos como profesionales, saliendo de nuestra zona de confort y exigiéndonos la excelencia. Es la única manera de construir el Paraguay que todos los jóvenes deseamos”.

Por ndure@abc.com.py 

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