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La exuberancia de los paisajes, la imponente y original arquitectura de estilo medieval convierten a Marianela en un lugar de belleza sin igual. Si elegís conocerla, no te vas a arrepentir.
Se escuchaba música instrumental cuando llegamos a las puertas de la Casa de Retiro Marianela, ubicada en la ciudad de Atyrá, departamento de Cordillera, a unos 60 kilómetros de Asunción. De por sí este estilo de música ya relaja, emociona y mucho más en un lugar tan impresionante, donde la estética de la arquitectura se ve perfectamente conjugada con la naturaleza. La brisa suave de esa mañana soleada le sumaba más belleza, para la vista y para el alma. Seguimos la melodía hasta encontrarnos con el artista Nino Sotelo ultimando los detalles de lo que representaría Las Bodas de Caná, obra que pasaría a formar parte de la galería de arte del complejo y cuya inauguración está prevista para el miércoles 29 de setiembre a las 11:30. Nino, si bien es de San Lorenzo, en épocas en que se requiere de su talento, pasa días, semanas y hasta meses en Marianela, disfrutando de la paz, de su música y de la majestuosidad que implica el sitio en sí. A modo de comentario nos dice que las pinturas de otros artistas de la talla de Roberto Morelli, Alarcón Pibernat, Jorge Von Horoch y Cinthia Stadecker también estarán formando parte de la galería.
Pero vayamos a la majestuosidad de la otra obra: Marianela. El complejo cuenta con ochenta y seis habitaciones confortables, todas ubicadas en el ala superior de la construcción, con largos corredores y grandes arcos desde donde se puede disfrutar de paisajes sencillamente maravillosos. Los protagonistas de esta imponente arquitectura son los arcos, algunos bien pronunciados, y otros, más cerrados, que aportan armonía, además de excelente iluminación y ventilación.
En el primer piso están los salones para conferencias. El más amplio tiene una capacidad para dos mil doscientas personas. Hay otros que pueden acoger a 70. La capilla es igualmente asombrosa. El comedor tiene capacidad para ciento cincuenta y dos personas. Ahí puede saborearse un menú exquisito. En fin, todos los detalles minuciosamente cuidados y agradables a los ojos de los visitantes. Los pisos, por ejemplo, llaman la atención por su belleza ornamental. Los arquitectos italianos, encargados de concretar la idea del padre Atilio Cordioli y con mano de obra en su totalidad paraguaya, eligieron el arte de las composiciones o dibujos decorativos con pequeñas piezas de cerámica de varios colores y todos fuertes como el verde, rojo, amarillo, turquesa, azul. Otra peculiaridad son los ladrillos y las piedras como decoración de las paredes. Estos materiales le dan a los ambientes un marco de elegancia, originalidad, belleza y un estilo rústico, claro, pero sólido.
Más allá de la admiración que causa este lugar de estilo medieval, la tranquilidad y paz que se respira renueva el alma. Caminar por las largas y amplias galerías realmente es reparador. El silencio es abrumador, pero en contrapartida permite disfrutar de los paisajes que ofrece Atyrá. Frondosos árboles, pinos, lapachos floridos, trinar de aves, viento, sol, todo para meditar, entrar con comunión con la madre naturaleza.
"El lugar es polifuncional. Está habilitado para realizar retiros espirituales, talleres, jornadas profesionales, o como lugar de descanso para la familia", nos explica Fidel Maciel, con quien pueden contactarse llamando al 0982-101-933, para las reservas. Durante su estadía puede realizar caminatas. Son también una forma de purificar el espíritu porque se eliminan las malas vibras y las toxinas del cuerpo. En las noches, bajo la luna, puede encontrarse con su propia alma. Nos cuenta Maciel, que muchos turistas y connacionales afirmaron que visitar el complejo Marianela les renovó la energía vital, ya que el estar rodeados de tanta belleza y calma les brindó la voluntad suficiente para hacer un cambio en sus vidas. "Realmente causa admiración de todos los que llegan a este lugar", concluye. Para quienes gustan de este tipo actividades, es el sitio ideal. La exuberancia de los paisajes, la imponente y original arquitectura de estilo medieval convierten a Marianela en una belleza sin igual. Si elegís conocerla, no te vas a arrepentir.
La Congregación Santísimo Redentor
Fidel Maciel nos cuenta que fue la Congregación Santísimo Redentor, popularmente conocida como Congregación de los Redentoristas, la encargada de lograr esta imponente obra. ¿Quiénes son? ¿De dónde vienen? ¿Qué hacen? San Alfonso María de Liguori fue el fundador, en el año 1732, en el sur de Italia. Los Redentoristas se esfuerzan por seguir el ejemplo de Jesucristo Redentor predicando a los pobres. La congregación nació como respuesta a las necesidades espirituales de los abandonados, de las gentes de bajos recursos en zonas rurales, en las montañas, lejos de la ciudad de Nápoles. Actualmente están presentes en 77 países, entre ellos el nuestro, obviamente. Cuentan con más de cinco mil sacerdotes, hermanos y seminaristas que profesan los votos de pobreza, castidad y obediencia.
En los comienzos, sólo unos cuantos hombres esforzados siguieron la inspiración de San Alfonso. Pero ya en vida del fundador, la congregación se extendió más allá del Reino de Nápoles llegando hasta la Italia central, primero, y, más tarde, hasta Polonia. En las primeras décadas del siglo XIX se habían fundado ya diversas comunidades redentoristas en el Imperio austrohúngaro, en Alemania, en Bélgica y en Holanda. En 1832, al cumplirse el centenario de la fundación de la congregación, seis misioneros redentoristas (tres sacerdotes y tres hermanos) fueron a Estados Unidos, iniciándose así el primer trabajo misionero de los Redentoristas fuera de Europa. A estas fundaciones en Norteamérica siguieron pronto otras en América Latina, Australia y también más tarde en Africa y Asia.
C.Ss.R., ¿qué significa? Los Redentoristas suelen comúnmente usar, tras sus respectivos nombres, unas siglas: "C.Ss.R.". Estas cuatro letras son abreviatura de la expresión latina Congregatio Sanctissimi Redemptoris, que significa "Congregación del Santísimo Redentor". La congregación tiene como lema el versículo 7 del salmo 130 que dice en latín: Copiosa apud eum redemptio (En él hay abundante redención). Estas palabras del salmo resumen muy bien el espíritu que anima a los Redentoristas.
Se escuchaba música instrumental cuando llegamos a las puertas de la Casa de Retiro Marianela, ubicada en la ciudad de Atyrá, departamento de Cordillera, a unos 60 kilómetros de Asunción. De por sí este estilo de música ya relaja, emociona y mucho más en un lugar tan impresionante, donde la estética de la arquitectura se ve perfectamente conjugada con la naturaleza. La brisa suave de esa mañana soleada le sumaba más belleza, para la vista y para el alma. Seguimos la melodía hasta encontrarnos con el artista Nino Sotelo ultimando los detalles de lo que representaría Las Bodas de Caná, obra que pasaría a formar parte de la galería de arte del complejo y cuya inauguración está prevista para el miércoles 29 de setiembre a las 11:30. Nino, si bien es de San Lorenzo, en épocas en que se requiere de su talento, pasa días, semanas y hasta meses en Marianela, disfrutando de la paz, de su música y de la majestuosidad que implica el sitio en sí. A modo de comentario nos dice que las pinturas de otros artistas de la talla de Roberto Morelli, Alarcón Pibernat, Jorge Von Horoch y Cinthia Stadecker también estarán formando parte de la galería.
Pero vayamos a la majestuosidad de la otra obra: Marianela. El complejo cuenta con ochenta y seis habitaciones confortables, todas ubicadas en el ala superior de la construcción, con largos corredores y grandes arcos desde donde se puede disfrutar de paisajes sencillamente maravillosos. Los protagonistas de esta imponente arquitectura son los arcos, algunos bien pronunciados, y otros, más cerrados, que aportan armonía, además de excelente iluminación y ventilación.
En el primer piso están los salones para conferencias. El más amplio tiene una capacidad para dos mil doscientas personas. Hay otros que pueden acoger a 70. La capilla es igualmente asombrosa. El comedor tiene capacidad para ciento cincuenta y dos personas. Ahí puede saborearse un menú exquisito. En fin, todos los detalles minuciosamente cuidados y agradables a los ojos de los visitantes. Los pisos, por ejemplo, llaman la atención por su belleza ornamental. Los arquitectos italianos, encargados de concretar la idea del padre Atilio Cordioli y con mano de obra en su totalidad paraguaya, eligieron el arte de las composiciones o dibujos decorativos con pequeñas piezas de cerámica de varios colores y todos fuertes como el verde, rojo, amarillo, turquesa, azul. Otra peculiaridad son los ladrillos y las piedras como decoración de las paredes. Estos materiales le dan a los ambientes un marco de elegancia, originalidad, belleza y un estilo rústico, claro, pero sólido.
Más allá de la admiración que causa este lugar de estilo medieval, la tranquilidad y paz que se respira renueva el alma. Caminar por las largas y amplias galerías realmente es reparador. El silencio es abrumador, pero en contrapartida permite disfrutar de los paisajes que ofrece Atyrá. Frondosos árboles, pinos, lapachos floridos, trinar de aves, viento, sol, todo para meditar, entrar con comunión con la madre naturaleza.
"El lugar es polifuncional. Está habilitado para realizar retiros espirituales, talleres, jornadas profesionales, o como lugar de descanso para la familia", nos explica Fidel Maciel, con quien pueden contactarse llamando al 0982-101-933, para las reservas. Durante su estadía puede realizar caminatas. Son también una forma de purificar el espíritu porque se eliminan las malas vibras y las toxinas del cuerpo. En las noches, bajo la luna, puede encontrarse con su propia alma. Nos cuenta Maciel, que muchos turistas y connacionales afirmaron que visitar el complejo Marianela les renovó la energía vital, ya que el estar rodeados de tanta belleza y calma les brindó la voluntad suficiente para hacer un cambio en sus vidas. "Realmente causa admiración de todos los que llegan a este lugar", concluye. Para quienes gustan de este tipo actividades, es el sitio ideal. La exuberancia de los paisajes, la imponente y original arquitectura de estilo medieval convierten a Marianela en una belleza sin igual. Si elegís conocerla, no te vas a arrepentir.
La Congregación Santísimo Redentor
Fidel Maciel nos cuenta que fue la Congregación Santísimo Redentor, popularmente conocida como Congregación de los Redentoristas, la encargada de lograr esta imponente obra. ¿Quiénes son? ¿De dónde vienen? ¿Qué hacen? San Alfonso María de Liguori fue el fundador, en el año 1732, en el sur de Italia. Los Redentoristas se esfuerzan por seguir el ejemplo de Jesucristo Redentor predicando a los pobres. La congregación nació como respuesta a las necesidades espirituales de los abandonados, de las gentes de bajos recursos en zonas rurales, en las montañas, lejos de la ciudad de Nápoles. Actualmente están presentes en 77 países, entre ellos el nuestro, obviamente. Cuentan con más de cinco mil sacerdotes, hermanos y seminaristas que profesan los votos de pobreza, castidad y obediencia.
En los comienzos, sólo unos cuantos hombres esforzados siguieron la inspiración de San Alfonso. Pero ya en vida del fundador, la congregación se extendió más allá del Reino de Nápoles llegando hasta la Italia central, primero, y, más tarde, hasta Polonia. En las primeras décadas del siglo XIX se habían fundado ya diversas comunidades redentoristas en el Imperio austrohúngaro, en Alemania, en Bélgica y en Holanda. En 1832, al cumplirse el centenario de la fundación de la congregación, seis misioneros redentoristas (tres sacerdotes y tres hermanos) fueron a Estados Unidos, iniciándose así el primer trabajo misionero de los Redentoristas fuera de Europa. A estas fundaciones en Norteamérica siguieron pronto otras en América Latina, Australia y también más tarde en Africa y Asia.
C.Ss.R., ¿qué significa? Los Redentoristas suelen comúnmente usar, tras sus respectivos nombres, unas siglas: "C.Ss.R.". Estas cuatro letras son abreviatura de la expresión latina Congregatio Sanctissimi Redemptoris, que significa "Congregación del Santísimo Redentor". La congregación tiene como lema el versículo 7 del salmo 130 que dice en latín: Copiosa apud eum redemptio (En él hay abundante redención). Estas palabras del salmo resumen muy bien el espíritu que anima a los Redentoristas.