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Un soñador, nacido en el interior del Paraguay, hijo de inmigrantes polacos, que vuelca toda su energía, sus ideales, su trabajo, su tiempo, en tratar de hacer más grande al Paraguay, en el campo de la música.
¿Cuándo fue la primera vez que vio un instrumento musical?
Cuando tenía 4 años, en la ciudad de Yuty; era el violín de mi padre que había traído de Europa, de Polonia. Se había caído de encima del ropero, se rompió en mil pedazos y he visto las lágrimas de mi padre que a raíz de eso nunca más volvió a tocar un instrumento.
¿La música sensibiliza?
No solamente sensibiliza, sino hace más buenas a las personas. Las culturas milenarias de la antigua China dejaron la sentencia de que los pueblos malos no tienen música. Y la ciencia ha demostrado que la música ejerce gran influencia sobre el carácter y los valores de las personas. Además, que desarrolla la inteligencia.
¿Qué sonidos no tolera?
Me gustan todos los sonidos. Por mi profesión aprendo a disfrutar del rumor de una ciudad, del ruido de una fábrica y del maravilloso silencio del Chaco.
¿En estos momentos quién lleva la batuta en el país?
Nicanor Duarte Frutos.
¿Es imposible que la corrupción deje de existir en Paraguay?
Creo que nosotros no vamos a ver a un Paraguay libre de ello. Es un mal mundial que aquí está muy perfeccionado.
¿El placer está ligado solamente al sexo?
Si vamos a enumerar está entre los primeros, pero está el placer gastronómico, artístico, la naturaleza, la contemplación, la meditación... Hay miles de placeres más.
Una mujer que lo deslumbre debe tener...
Principalmente, inteligencia.
¿Qué le duele hoy a la humanidad?
La inmensa miseria que hay en el mundo. A raíz de los conflictos de Afganistán, Irak, descubrimos los tremendos estados de miseria y abandono que afecta al sector más frágil, los niños.
¿El imperialismo está de moda?
Siempre estuvo. Y ahora, así como están las cosas, se puede hablar de un nuevo imperio.