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La Junta duró en sus funciones hasta el 12 de octubre de 1813 en que fue sustituida por un Consulado, compuesto por Fulgencio Yegros y José Gaspar Rodríguez de Francia.
El 3 de octubre de 1814, otro Congreso designó dictador temporal a José Gaspar Rodríguez de Francia, quien el 1 de junio de 1816, asumió como dictador perpetuo, cargo en que estuvo hasta el 20 de septiembre de 1840, fecha de su deceso.
El dictador Francia fue sucedido en el gobierno de la República por una Junta Provisional de Gobierno, que actuó desde el 20 de septiembre de 1840 al 22 de enero de 1841, y estuvo integrado por Manuel Antonio Ortiz, Agustín Cañete, Pablo Pereira, Miguel Maldonado y Gabino Arroyo.
Como esta Junta dio muestra de querer perpetuarse en el poder, el sargento Romualdo Duré dio un golpe de Estado; la derrocó y para sucederla, el 22 de enero de 1841 se integró un triunvirato con Juan José Medina, José Gabriel Benítez y José Domingo Ocampos, quienes el 9 de febrero siguiente, entregaron el poder a una Comandancia General de Armas, ejercida por Mariano Roque Alonso.
El 12 de marzo de 1841, la Comandancia General de Armas fue sustituida en el gobierno por un segundo Consulado integrado por Mariano Roque Alonso y Carlos Antonio López, hasta la creación de la Presidencia de la República, el 13 de marzo de 1844.
El ataque a Piribebuy
Cuando en abril de 1869, el príncipe Gastón de Orleáns, conde DEu, asumió la comandancia del ejército aliado contra el Paraguay, en la guerra de 1865-1870, se inició el periodo final de aquel conflicto.
Lo que quedaba del resto del ejército del mariscal Francisco Solano López estaba reunido en Piribebuy, ciudad que fue declarada capital de la República. Se colocaron cantones y retenes en diversos puntos, como por ejemplo, Azcurra, un lugar desde donde se dominaba todo el valle de Pirayú.
El conde DEu ordenó al grueso de su ejército avanzar sobre López, lo que comenzó el 20 de mayo, alcanzando Pirayú, pero tardó dos meses antes de decidirse a atacar. Sin animarse a hacerlo con un ataque frontal, decidió realizar una maniobra envolvente, tratando de rodear a López por dos flancos.
Una de las columnas fue encabezada por el propio Gastón de Orleáns avanzando por Paraguarí, Guaimí Sapucai y Ybytymirí, de donde siguió por el camino de Valenzuela a Itacurubí, para caer sobre Piribebuy.
Otra columna, al mando del general argentino Emilio Mitre y el brasileño José Antonio da Silva Guimaraes, marchó por el camino de Altos, pasando luego por Atyrá y Tobatí, para caer sobre Piribebuy por la retaguardia. La vanguardia sería atacada por otro grupo desde Pirayú.
En la noche del 31 de julio empezó a avanzar el Primer Cuerpo del ejército imperial, al mando del general Osorio. Al día siguiente, el Segundo Cuerpo, al mando del mariscal Polidoro; y el 3 de agosto, el resto de las tropas al mando del conde DEu.
Luego de varios días de avance, y de la ocupación de pueblos como Valenzuela e Itacurubí, cayeron sobre Piribebuy el amanecer del 12 de agosto, librándose una cruenta batalla.
El cine en el Paraguay
En nuestro país, la primera función de cine se realizó en el Teatro Nacional (hoy Municipal), un lluvioso sábado 2 de junio de 1900. La exhibición se hizo utilizando un proyector de marca Drumont, propiedad del cineasta argentino Florencio Parraviccini.
En aquella pionera ocasión, se exhibieron las películas Juegos de niños, Artistas de circo, Jardín de plantas en París, Un taller de carpintería; Entrada humorística de célebres payasos, El transformista castor, Los baños de Diana en Milán, Coraceros cruzando el río Saone, Una doma en México y Maniobra de la artillería española.
Según referencias periodísticas de la época, el espectáculo estuvo precedido por la puesta en escena de una pieza teatral titulada "En las garras de mi suegra", comedia estrenada días atrás.
Finalizada la presentación teatral, hubo un paréntesis para probar la fuerza de la energía eléctrica. Esta demora provocó un primer escándalo entre el público. "La policía, estacionada en la galería, demostró estar demás -informaban los diarios al día siguiente- pues no supo impedir el escándalo de aquel público insolente".
"Silbidos y gritos que rayaban en alaridos salvajes, cada vez que se extinguía la luz", decía El Paraguay, en su entrega del 3 de junio; y, finalmente, apareció el cinematógrafo, aunque a tenor de la información, "las vistas, con ser bonitas, no se distinguían unas de otras con facilidad, dada la escasa luz de la sala, pero estaba la excusa de que la primera vez no podían exigirse maravillas".
A principios del siglo XX, luego de aquella función pionera, en Asunción solo había un teatro -con esporádicos espectáculos- y un par de salas donde se exhibían películas mudas, llamadas entonces biógrafos. Posteriormente fueron apareciendo las terrazas con pantallas para las exhibiciones cinematográficas y las salas, propiamente dichas, en el centro de la ciudad, extendiéndose luego hacia los suburbios, con los cines de barrios y algunas ciudades vecinas.