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Nilsa Zacarías estudió arquitectura en la Facultad de Ciencias y Tecnología en la Universidad Católica, en la que se graduó en 1986. Siempre se interesó por el arte, la fotografía y, sobre todo, por contribuir a la calidad de vida y al entorno físico. Por eso no es de extrañar que eligiera esta carrera, además de que se sienta plena y satisfecha con el camino profesional trazado.
Siguiendo con su trayectoria, luego de recibirse, trabajó en el sector privado y, al mismo tiempo, en el Centro de Tecnología Apropiada de la Universidad Católica, en proyectos de materiales de construcción alternativos, para ayudar a familias de escasos recursos y mejoramiento de viviendas rurales para combatir el mal de Chagas.
Fue becada Fulbright para estudiar una maestría en Planificación Urbana y Territorial, en Iowa State University, Estados Unidos. Luego regresó a nuestro país y se desempeñó como consultora para la Secretaría Técnica de Planificación, la JICA y Shell Paraguay. Desde 1997 vive y trabaja, en forma permanente, en los Estados Unidos, donde tiene una consultoría, la NZ Consultants Inc., una empresa internacional de planificación urbana y regional con énfasis en proyectos ambientales, diseño urbano, preservación histórica, viviendas sociales, desarrollo sostenible y participación comunitaria. En el 2013 fue galardonada con el premio a la mejor empresa dirigida por una mujer en el condado de Palm Beach, Florida.
La distinción es avalada por una exitosa carrera forjada a base de méritos propios. Con orgullo, cuenta que este año es la presidenta de la Asociación de Planificadores Urbanos.
-¿Qué se siente ser reconocida fuera de su país?
-Siempre digo que los paraguayos que estamos en el exterior no somos muchos, pero nos enfocamos y sobresalimos en nuestras profesiones. A través de la capacitación, la perseverancia y el trabajo tenaz todo es posible. La mujer paraguaya es muy dedicada; tiene sus objetivos firmes y ¡sigue adelante! Es realmente una gran satisfacción poder sobresalir en este mercado tan competitivo. Mi empresa acaba de cumplir siete años y brindo servicios de planificación urbana a ocho municipalidades del estado de Florida. Como profesional paraguaya en el exterior, sería una gran satisfacción poder contribuir a través de la experiencia técnica en el Paraguay. En nuestro país hay mucho por hacer en el campo de la planificación urbana y territorial.
-¿Qué hace a su éxito?
-Para el éxito de mis proyectos, involucro a toda la comunidad. Trabajamos 24 h, siete días a la semana. Buscamos todas las formas de comunicarnos y llegar a todas las edades; es decir, jóvenes, personas mayores o de mediana edad y, para ello, establecemos buzones, correos y otros medios de comunicación. Tenemos en cuenta si la persona dispone de tecnología o si puede manejarla, y estamos atentos. Nuestro primer paso es siempre escuchar y atender las inquietudes de quienes viven en la comunidad a ser intervenida. No hay nada mejor que disfrutar de la zona en que se reside. Trabajamos también en la recuperación de los espacios, siempre involucrando a todos los sectores. La participación comunitaria es esencial para el logro de un proyecto. El primer paso es siempre escuchar, reconocer, respetar y fortalecer la cultura de un lugar, es la clave; además de su historia y costumbres. Y, por supuesto, tener en cuenta la naturaleza que le rodea. Hoy más que nunca es esencial cierta sensibilidad hacia la naturaleza. Hay que conocer los recursos locales y el clima, además de respetar los deseos locales y así vendrá el éxito.
-Ahora, ¿cómo se resuelve, en las ciudades de menor tamaño, el crecimiento de la población urbana?
-Una ciudad puede crecer y acomodar su población urbana de diversas maneras. Una estrategia es continuar expandiendo sus límites, creando nuevos barrios, lo cual genera varios problemas relacionados al transporte y a las infraestructuras (suministro de agua, drenajes cloacales y pluviales). Estos se asientan en las periferias sin contar con los servicios indispensables y a gran distancia de los centros laborales. La planificación urbana está directamente relacionada con el control del tráfico en las calles, la cercanía de tu vivienda, tu lugar de trabajo, la preservación de las áreas verdes (parques, plazas, etc.), la recuperación de los centros históricos.
La estrategia más recomendada es que el crecimiento de la población se concentre en áreas existentes que ya cuentan con los servicios urbanos; es decir, aumentar la densidad de la población a través de soluciones de viviendas en altura o más compactas. Es aquí que los urbanistas, arquitectos e ingenieros trabajan en forma conjunta en un equipo multidisciplinario para brindar soluciones que aseguren la calidad de vida de la población.
-¿Su mayor satisfacción como planificadora urbana?
-Los proyectos en los cuales trabajo, ya sean planes reguladores, recuperación de centros históricos, regulaciones de zonificación, planes urbanos maestros, diseños participativos con la población. Estos me llenan de satisfacción, porque ayudan a construir una ciudad. Las soluciones que planteo forman parte de nuestro entorno cotidiano, contribuyen a mejorar la calidad de vida y, sobre todo, ofrecen un desarrollo sustentable a largo plazo.
-¿Cuál fue su mayor reto?
-Como todo profesional, todos pasamos por una serie de desafíos que nos hace crecer como persona y nos da la experiencia necesaria para sobresalir. En mi caso, al mudarme a vivir a los Estados Unidos y trabajar aquí como arquitecta fue un cambio difícil que implicó un proceso de aprendizaje y adaptación que sentó las bases para construir mi futuro en este país tan competitivo.
-¿Cómo ve la posición actual del arquitecto frente a la sociedad?
-El arquitecto y planificador urbano tienen un rol preponderante en la sociedad. El resultado profesional forma parte de nuestro entorno, barrio o ciudad, y puede mejorar o deteriorar nuestra calidad de vida. El trabajo del arquitecto, así como del urbanista, influye directamente al bienestar de una persona, una familia, un barrio, una ciudad y, a gran escala, de todo un territorio. Es realmente un privilegio poder contribuir al tejido urbano de una ciudad.
- ¿Qué consejos les darías a los jóvenes arquitectos?
-¡Me encanta tu pregunta! A los jóvenes que decidieron estudiar arquitectura, ¡los felicito! Es una carrera con innumerables posibilidades y caminos por explorar. Siempre digo que los ojos del arquitecto y planificador urbano nunca descansan, pues no existe vacaciones ni fines de semana; siempre estamos activos, dinámicos y procesando información. Somos curiosos e inquietos, con una mente activa y abierta para el aprendizaje continuo. Definitivamente, es una profesión de toda una vida.
Sin duda, sus decisiones y su actitud retratan a una profesional atípica. No quiere construir para el mundo, sino poder pensar cada proyecto que se le encomienda. Cuando habla de su especialidad, la planificación urbana y territorial, dice que es un componente crítico para la calidad de vida de los residentes de una ciudad y el desarrollo sustentable de una región. A tener encuenta.
ndure@abc.com.py
Fotos ABC Color/Silvio Rojas/Gentileza.