Los avatares de la Casa de la Independencia

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Construida hacía 1772, la casona perteneciente a los hermanos Martínez Sáenz cobijó muda y cómplice las voces libertarias de los patriotas. Sus paredes centenarias guardan secretos indescifrables de la conspiración independentista que liberó al Paraguay del dominio español, entre el 14 y 15 de mayo de 1811. Y, desde su denominación como Casa de la Independencia, este emblemático edificio capitalino fue testigo de inolvidables episodios cívicos, marchas y revoluciones. También de sus propias mutilaciones. Pero sobrevivió para enaltecer su irrenunciable y custodiada paraguayidad.