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Shalimar y Victoire Reynal, además de madre e hija, respectivamente, son empresarias argentinas y representantes de jugadores de fútbol. Shalimar es asesora financiera hace más de dos décadas y hace unos cinco o seis años empezó a tener más clientes jugadores de fútbol. Entonces decidió tomar como misión ayudarlos, porque ganan mucho dinero de golpe y no saben cómo administrarlo. “Ya manejaba a algunos jugadores, aunque eran muy puntuales, como Darío Sala, pero hace más de 20 años, mientras seguía con mis negocios financieros”, cuenta Shalimar.
El jugador arregló con el club por más dinero y se quedó muy contento. Shalimar siguió sola su carrera como agente FIFA por unos años hasta que le pidió ayuda a Victoire, su hija. “Ingresé a la empresa y lo que hicimos fue armar una estructura latinoamericana, que antes no existía. Todo era muy casero. El agente era el padre, el hermano o algún pariente. Entonces decidimos armar una estructura, por más de que el servicio sea personalizado y muy cálido; realmente somos una familia con nuestros clientes. Queríamos que ellos se sintieran protegidos, con una estructura más grande alrededor de ellos y que lo que pudiera tener una persona sola”, explica Victoire.
Shalimar asegura que, aparte del servicio de agencia, se involucran y les brindan todo. “Tenemos un equipo grande de personas que trabajan con nosotros”, señala. Tienen un equipo en Miami, Buenos Aires y ahora, de la mano del paraguayo Dr. Javier Monges –su socio en el Paraguay–, desembarcan en nuestro país. La conexión con Monges se dio a través del jugador paraguayo Miguel Almirón, quien está en las filas del Atlanta United, de la liga estadounidense. Monges es el abogado de Almirón y se conocieron un día que lo acompañó a un almuerzo.
Comenzaron a hablar y reunirse en Miami y Uruguay. Empezaron a moldear un proyecto que consiste en trabajar con jugadores ya formados y, luego, otro a largo plazo con jugadores juveniles. “Como gestionar becas universitarias para jugadores de fútbol de escasos recursos”, refiere Monges. Para este proyecto, están lanzando una aplicación digital: SR All Stars Technology, en la que ofrecerán la solución para todos estos chicos que quieren ser jugadores de fútbol o ya lo son, pero en las inferiores o juveniles y, quizá, no son del calibre que están manejando en este momento, que son de Primera División.
“O, tal vez, sí son de ese calibre, pero no son conocidos o no tienen los medios para llegar a jugar en el exterior y hacerse conocidos, porque es complicado o, a veces, no tienen los recursos económicos”, apunta Shalimar y agrega que reciben muchísimos correos electrónicos de jugadores del interior de la Argentina, Uruguay y del mundo entero. Los jugadores les escriben que no tienen dinero o forma de llegar a la capital.
Victoire resalta que, desde el momento en el que encararon el proyecto, se propusieron que toda su gestión fuera transparente, lo cual fue muy bien recibido por los jugadores y sus familiares. “Muchos tienen mamás que los cuidan mucho, se preocupan cuando se llevan a sus hijos y no saben adónde los llevan. Les gusta escuchar que cuido a los jugadores como a mis hijos y eso hizo que muchas mamás nos llamen”, refiere Shalimar.
Admiten que ser mujeres les ayudó bastante, por lo menos, para facilitar un acercamiento inicial. Las reciben, aunque sea por curiosidad, para ver qué ofrecen. “Después terminamos ganando por cansancio”, bromea Victoria. Shalimar añade que solo porque son mujeres, y como el fútbol es un mundo de hombres, les dan la primera entrevista sin problemas. “Se abre la primera puerta, pero luego tenés que ganarte tu lugar y pelear de igual a igual para conseguir las cosas”.
Confiesan que, aunque les gusta mucho ir a la cancha y suelen organizar torneos en la empresa, no juegan fútbol. “Somos malísimas, pésimas”, dice Shalimar, quien declara ser aficionada de River Plate. “Yo soy de Racing, que es el mejor. Somos buenas hinchas. Nos encanta el fútbol. En la Argentina solemos ir a la popular. Nos movemos en una cancha de fútbol como si fuera nuestra casa”, añade Victoria.
Su base de operaciones está en Miami, otra está en Buenos Aires y, ahora, en Asunción, en el World Trade Center. “También trabajamos con gente en Europa”, señala Shalimar.
Uno de sus principales objetivos al abrir esta empresa fue ser la agencia que más jugadores colocara en la Major League Soccer (MLS). “Es la liga americana”, explica. Obviamente, también apuntan a la Premier League, que paga muy bien. “Nosotros tenemos excelentes jugadores. Ya nos estamos moviendo para llevar algunos. Hemos firmado contrato directamente con River Plate y Boca Juniors, de Argentina, y con el presidente de la Súper Liga, para que los clubes de los jugadores chiquitos también puedan presentarlos para llevarlos al exterior a trabajar directamente con los clubes, sin intermediarios. “Así las cosas fluyen más”, afirma Shalimar.
En términos de imagen, en marzo del año que viene, lanzarán una modalidad nueva que va a cambiar las reglas del marketing deportivo. La empresa está dividida en dos partes. Shalimar se encarga de los contratos con los jugadores y los mandatos entre clubes por los jugadores. “Hago el pauting, los busco y elijo”. Victoire se encarga de la imagen de los jugadores, que es un trabajo en el que tienen muchos menos clientes y mucho más personalizado. “Pero con esta nueva modalidad van a escuchar de nosotros de vuelta”.
Según Monges, al traer esta empresa, la idea es, justamente, explotar mejor la imagen de los jugadores paraguayos, quienes están encasillados en un ámbito más bien popular y darles algo más para que las primeras marcas se fijen en ellos. “Un ejemplo es Miguel Almirón, quien marcó el camino del fútbol paraguayo en los Estados Unidos. Queremos aprovechar también eso para abrir las puertas a muchos más jugadores paraguayos en este país. Tienen excelentes jugadores aquí”, asegura Shalimar.
Fotos: ABC Color/Javier Cristaldo.