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De la mano del pintor caacupeño Ricardo Núñez, se ve con trazos más firmes y colores más fuertes la creación original del extinto artista Nino Sotelo. Un atractivo más de la gran fiesta mariana, que tendrá su momento culminante el jueves 8 de diciembre.
El joven pintor caacupeño Ricardo Núñez, experto en retratos y paisajes, restauró la pintura que cuenta además la historia de los franciscanos en el Paraguay. El mural, que se extiende a lo largo de cinco niveles, es la antesala del mirador del santuario de la Virgen de los Milagros de Caacupé. La obra fue hecha originalmente entre los años 2001 y 2003 por Sotelo.
Núñez respetó la esencia de lo que el pintor original dejó plasmado en el lugar. Ambos se conocían y Núñez era gran admirador de Sotelo, aunque nunca tuvieron la oportunidad de trabajar juntos. "El destino o la Virgen misma quiso que al final trabajemos juntos, porque me tocó a mí salvar y restaurar su obra".
El trabajo de restauración le llevó a Núñez tres meses, en los cuales también completó algunas zonas que carecían de pintura. Diariamente, Núñez invertía ocho horas de su tiempo en el trabajo y el resultado está a la vista: una obra de arte que durará mucho tiempo si se cuida.
No se tienen datos precisos de cuánto costó la obra en sus orígenes con el trabajo de Nino Sotelo, pero para la restauración y colocación de vidrios protectores se invirtieron aproximadamente G. 25 millones.
El padre Modesto Martínez destacó que muchos visitantes extranjeros le manifiestan que lo que ven en el mirador es realmente hermoso. Todo se corona al llegar al sitio más alto, desde donde se puede contemplar la belleza de las serranías de Caacupé.
Ricardo Núñez es un joven pintor que a los trece años emigró a la Argentina, donde se dedicaba a la venta de chipas, pero la pintura era su pasión; fue así que ganó una beca para estudiar arte y se convirtió en un experto pintor de retratos de famosos y paisajes.
El joven pintor caacupeño Ricardo Núñez, experto en retratos y paisajes, restauró la pintura que cuenta además la historia de los franciscanos en el Paraguay. El mural, que se extiende a lo largo de cinco niveles, es la antesala del mirador del santuario de la Virgen de los Milagros de Caacupé. La obra fue hecha originalmente entre los años 2001 y 2003 por Sotelo.
Núñez respetó la esencia de lo que el pintor original dejó plasmado en el lugar. Ambos se conocían y Núñez era gran admirador de Sotelo, aunque nunca tuvieron la oportunidad de trabajar juntos. "El destino o la Virgen misma quiso que al final trabajemos juntos, porque me tocó a mí salvar y restaurar su obra".
El trabajo de restauración le llevó a Núñez tres meses, en los cuales también completó algunas zonas que carecían de pintura. Diariamente, Núñez invertía ocho horas de su tiempo en el trabajo y el resultado está a la vista: una obra de arte que durará mucho tiempo si se cuida.
No se tienen datos precisos de cuánto costó la obra en sus orígenes con el trabajo de Nino Sotelo, pero para la restauración y colocación de vidrios protectores se invirtieron aproximadamente G. 25 millones.
El padre Modesto Martínez destacó que muchos visitantes extranjeros le manifiestan que lo que ven en el mirador es realmente hermoso. Todo se corona al llegar al sitio más alto, desde donde se puede contemplar la belleza de las serranías de Caacupé.
Ricardo Núñez es un joven pintor que a los trece años emigró a la Argentina, donde se dedicaba a la venta de chipas, pero la pintura era su pasión; fue así que ganó una beca para estudiar arte y se convirtió en un experto pintor de retratos de famosos y paisajes.