La protectora de los cactus

Atraída por la belleza de estas enigmáticas y curiosas especies, y consciente del peligro que corren pese a sus espinas, la bióloga Ana Beatriz Pin decidió iniciar una cruzada en favor de los cactus. El resultado fue una lujosa guía ilustrada de los cactus del Paraguay.

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En sus constantes viajes al campo, especialmente a las áreas silvestres protegidas, Ana Beatriz Pin dejó de lado las espinas y se fijó en el colorido de los cactus en flor. Mientras hacía trabajos para el Museo Nacional de Historia Natural, empezó a tomar fotografías durante cuatro años. El resultado está en la Guía ilustrada de los Cactus del Paraguay, un material de lujo, de su autoría -junto con Joan Simon- y editado por la Agencia Española de Cooperación Internacional (AECI) y la Universidad de Barcelona con financiamiento del Programa de Desarrollo de las Naciones Unidas.

De distribución gratuita para las bibliotecas, el material pretende concientizar para el conocimiento y conservación de las cactáceas del Paraguay. La campaña, que también es llevada a título personal por la autora, comenzó con la impresión de coloridas camisetas que llevan los colores de una especie típica del Chaco Paraguay, Opuntia quimilo, muy característica por su tallo azulado y sus vistosas flores de color naranja. En esta entrevista nos habla de su pasión: -¿Por qué los cactus?

-Me gustaron siempre por la rareza de las plantas y la belleza de sus flores que empiezan en primavera y verano. Son plantas de mucho contraste, pues se ven muy rústicas y resistentes en la mayor parte del año y excesivamente hermosas en floración.

-¿Qué las diferencia en la flora?

-En general, los cactus son plantas conocidas como crasas (que tienen tejidos esponjosos) y son también plantas suculentas porque acumulan jugos. Son plantas de sitios áridos en su gran mayoría y son típicamente americanas. Una sola especie existe en Africa. Lo que les caracteriza es su gran capacidad de acumular agua y resistir a la sequía. La inmensa mayoría tiene espinas pero no tiene hojas.

-¿Cómo pueden acumular tanta agua si viven prácticamente en un desierto?

-La poca agua que existe la absorben del suelo tomándola con las raíces y la llevan al cuerpo. Acumulan el vital líquido en los tejidos de sus células capacitadas para retener el agua.

Diversidad y usos

-¿Cuántas especies de cactus figuran en el libro?

-Se mencionan 68 especies de 20 géneros botánicos para el Paraguay y también varias subespecies. Al final lleva un anexo con especies que no son de nuestro país.

-¿Cuál es el país que gana en la mayor cantidad de cactus? -En América, México es el país donde hay mayor diversidad de cactáceas y también hay en gran cantidad en los países con zonas áridas, los de la precordillera de los Andes, Argentina, Chile, Perú, Bolivia. En la naturaleza se mencionan unas 2.000 especies de cactáceas en todo el mundo.

-¿Podrían servir de alimento?

-De hecho, las cactáceas son comestibles, especialmente sus frutos, y aquí en Paraguay lo aprovechan muy bien los indígenas y los animales silvestres. Son muy importantes para la supervivencia de la fauna en épocas de sequía.

-¿No son venenosas?

-Hay una especie venenosa, la única que se encontró en nuestro país y que se llama Bromingia cineana que crece en el Chaco.

-¿La miel del Chaco surge de sus flores?

-Son plantas melíferas muy visitadas por distintas especies de abejas y otros numerosos insectos, especialmente hormigas. Pueden ser polinizadas incluso por murciélagos, sobre todo las nocturnas, es decir, las que solo florecen durante la noche. También las polinizan aves como los picaflores.

-Qué curioso que haya algunas que solo florezcan a la noche ¿no?

-Hay especies que florecen una sola noche y siempre son flores blancas. Hay varias que la gente llama "damas de noche" como las harrisia, discocactus, echinopsis. Entre las que florecen de día también hay blancas, pero la mayoría tiene vistosos colores que son una herramienta para atraer a los insectos para la polinización. Las flores que se abren de día duran de dos a cinco días, según las especies observadas en Paraguay.

Especies amenazadas

-¿También corren peligro los cactus?

-Efectivamente. Existe una explotación indiscriminada pues, sobre todo, las globosas son muy cotizadas para la comercialización. Sin embargo, hay que cuidar para no caer en engaños pues muchas veces se las ofrecen con flores artificiales, que solo se le incrustan en el tallo. Las especies que se ven en los jardines son los cereus, opuntias, gymnocalycium y parodias.

Hay personas que las coleccionan en un pequeño vivero. -Aparte de lo vistosas que son, ¿qué usos pueden tener?

-Muchas especies tienen usos medicinales, sobre todo entre los indígenas. Algunos ejemplos de cactáceas medicinales son las especies rhipsalis, gymnocalycium, Pereskia sacharosa, Stetsonia coryne, entre otras.

-En el libro habla de otros usos muy raros...

-Sí, las espinas de algunas especies se usan como agujas, peines y rayador de mandioca, en las comunidades indígenas.

-¿Por qué son tan molestas las espinas cuando se adhieren a la piel?

-En uno de los grupos de las cactáceas, las espinas son como anzuelos de pescar y se adhieren bastante al cuerpo. Cuesta sacarlas. La cabezuela queda dentro de la piel y causa picazón y una reacción alérgica en algunas personas.

-Si debiéramos concientizar a la gente para cuidar los cactus, ¿cuál sería el argumento?

-La conservación de las cactáceas también favorece a la conservación de su hábitat natural indirectamente, sobre todo en el Chaco seco que es muy frágil. Una forma de conservar las cactáceas es cultivándolas y no extrayéndolas directamente de la naturaleza. Los cactus globosos (parodias, fraileas, gymnocalycium y echinopsis) son los más apreciados y los más amenazados, por tanto. Algunas especies están amenazadas, sobre todo en su hábitat natural, por la colecta indiscriminada con fines comerciales y también por el cambio de uso de la tierra para la ganadería y en algunos casos las que viven en los roquedales de donde se sacan las rocas para cascadas y decoración de jardines.

-¿Cómo logró interesar a instituciones tan importantes para esta obra?

-Comencé sola, cuando estaba trabajando en la SEAM y luego se unió el Dr. Joan Simon, de la Universidad de Barcelona, que estaba en un proyecto con la Secretaría del Ambiente y la Universidad Nacional de Asunción. Luego le sugerí la coautoría por su valioso aporte y terminamos juntos el libro, que será distribuido especialmente a las bibliotecas.

-¿Cuál será el próximo paso de la campaña por los cactus?

-De momento, y a título personal, estoy imprimiendo unas camisetas que buscan concientizar sobre la preservación de algunas especies de cactus del Chaco. Espero que más gente amante de estas plantas quiera sumarse al emprendimiento. Y como ya dije, antes que arrancar un cactus de su hábitat es mejor cultivarlo.

PERFIL

Ana Beatriz Pin es licenciada en Biología por la Facultad de Ciencias Exactas y Naturales de la Universidad Nacional de Asunción. Tiene una maestría en Gestión Ambiental por la Universidad del Nordeste de Argentina. Trabajó en el sector público durante 15 años hasta unos meses atrás. Actualmente está coordinando un proyecto que se llama Etnobotánica Paraguaya que es una cooperación entre el Jardín Botánico de Asunción y el Jardín Botánico de Ginebra, Suiza. Realizó una pasantía de tres meses con una beca de la Red Latinoamericana de Botánica en el Instituto Darwinion de Argentina con el destacado Dr. Roberto Kiesling, especialista de la familia cactácea.

 Stetsonia. En Paraguay se encuentra en la Región Occidental y Concepción. Presenta un hábito arborescente con tronco macizo, que una vez bien desarrollado tiene aspecto de candelabro. Puede llegar a los siete metros de altura. La floración es nocturna aunque siguen abiertas a la mañana siguiente. Crecen en sitios abiertos, soleados y arenosos, arcillosos o salobres. Sus frutos son comidos crudos o cocidos y condimentados por los lengua-maskoy y makas. Como medicina, los ayoreos utilizan el jugo del seudotallo para curar infecciones oculares y conjuntivitis. También lo tienen como reservorio de agua. Algunas tribus indígenas de América Central aprovechan su contenido alcaloide alucinógeno mescalina para rituales. Sus espinas se utilizan como agujas y de sus tallos algunas tribus fabrican ralladores de mandiocas. En época de sequía es el alimento de los taguá. Sus frutos también alimentan a tortugas pequeñas y loros.

 Discocactus. Género originario de Matto Grosso, Brasil. Aun así está ampliamente extendida en otras zonas de Brasil, Bolivia y región nororiental del Paraguay. Habita suelos pedregosos. Por su variabilidad, se había pensado que tenía numerosas especies, pero se han reducido a siete. Su nombre hace referencia a los "discos", pues es aplanado y discoidal y un tanto globoso. Es una especie en grave peligro de extinción por la destrucción de su hábitat natural.

 Opuntia. Conocido popularmente como chumberas. Es uno de los mayores géneros dentro de los cactus. Se distribuyen desde Canadá hasta Chile, pero desde su descubrimiento en el siglo XV se ha extendido por todos los continentes. Se considera que el género posee cerca de 180 especies, más una decena de híbridos naturales. Sus espinas en la piel son muy irritantes y se adhieren a la superficie del cuerpo que las roza. Los frutos son grandes y globosos. La mayor parte de estas especies tienen frutos comestibles. Sus tallos son aplanados, lo cual le permite asimilar o evitar los rayos solares, según sus necesidades.

 Browningia caineana. Habita exclusivamente en Bolivia y Paraguay (Alto Paraguay, Boquerón y Concepción). Su fruto globoso y verdeamarillento es venenoso, lo cual es un hecho resaltante y sumamente excepcional entre las cactáceas.

 Gymnoclycium mihanovichii, tuna pelota. Es uno de los cactus más comercializados. En Paraguay está presente en Alto Paraguay, Boquerón y Presidente Hayes, aunque es propia de la zona de Bahía Negra, en los límites con el Brasil. Es una especie extremadamente variable y uno de los cactus más populares entre los coleccionistas.

 Harrisia pomanensis. Algunos de sus nombres comunes son: datura (fruto), ajnia (flor), somtek (planta), cachavú y reina de la noche. Está distribuida en Argentina, Bolivia y Paraguay (Alto Paraguay, Boquerón, Central, Cordillera, Paraguarí y Presidente Hayes). Es una de las especies utilizadas para alimentación humana; los frutos maduros consumidos frescos son muy apreciados. Las flores (antes de abrirse) se consumen hervidas y condimentadas. Los ayoreos le atribuyen un sabor muy delicado. También lo consumen los makas y lenguamaskoy que prefieren sus raíces hervidas o asadas. Es también alimento de los taguá en épocas de sequía, y sus espinas las utilizan los makas para hacer tatuajes.
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