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Bajo el nombre de polca house, esta invención del clan Pérez, un músico cubano y un DJ es el boom no solo en los lugares de diversión, sino en los backtones de las empresas telefónicas celulares de nuestro país. El tema estrella es Che renda alazán y los expertos en marketing aseguran que es uno de los más pedidos de este verano."Al caer la tarde de un bello día, sábado rory,/ ensillé mi pingo y al rancho alegrepe arrumbea./ Mi guapo alazán, compañero fiel ha ikatupyry,/ aunque mombyry roguahëvaerã
" Así dice la primera estrofa de la polca paraguaya Che renda alazán, escrita en 1937 por el poeta Silvestre Silva. Inspirado en su amada Nilda Saturnina, dio vida a una de las músicas paraguayas más escuchadas.
De eso ya ha pasado mucho tiempo y se han desarrollado nuevas tecnologías en favor de la música paraguaya. Tal es el punto de evolución que, de la mano de la música Daiana Pérez, la ayuda de Candela el Cubano (su esposo) y el DJ Baby Rhagga, crearon una nueva versión que ha invadido las discotecas e inundado los backtones de cientos de celulares paraguayos.
La historia es así: La idea de la música empezó en noviembre del año pasado, cuando todos los integrantes del clan Pérez estaban compartiendo un momento familiar cantando canciones. Cuando Oscar Pérez, padre de Daiana, interpretó la mentada polca acompañado de una guitarra, Candela el Cubano comenzó a hacer golpeteos en la mesa del almuerzo, imitando el galopar de un caballo, haciendo las veces de acompañamiento en percusión. Baby Rhagga le agregó el bumchi bumchi vocal y Daiana hizo el coro, "pero en modo house", le recomendó Ragga. "Yo lo hice y todos nos reímos; fue una cosa espontánea, natural, que surgió en un grupo de amigos". De la broma pasaron a lo serio y decidieron grabar la polca en esa versión.
Pero no es la primera vez que Daiana y Candela hacen este tipo de experimentos con la música autóctona paraguaya. Ambos son maestros de niños y ya habían grabado una polca reguetón en el 2005 para motivar a los pequeños estudiantes a escuchar la polca paraguaya.
"Yo no quiero soltar mi cultura", dice Daiana. "Llegando a la fiesta, a la discoteca, no hay forma de enganchar la polca paraguaya a los ritmos de hoy. Eso es lo que nosotros quisimos hacer".
Los tres amigos usaron el antiguo disco de vinilo del papá de Daiana y, con su permiso, utilizaron la versión de Oscar Pérez de la pieza musical. "Cuando terminó el trabajo, dije: Papá, has sido remixado", reía Daiana. La hija de Oscar subió su canción al Facebook y YouTube y, a solo 50 minutos de haberla levantado, unas 54 personas ya la habían escuchado y dado "Me gusta". "Esa fue una gracia de Dios", dice hoy Daiana.
Cuando Oscar Pérez se escuchó en la nueva versión exclamó: "Dios mío, ¡¿hasta dónde llegó la juventud?! Pero bueno, ¡que viva la música paraguaya!". A modo de anécdota, el cantante, creador de la polca electrónica o popularmente llamada fórmula nueva, recordó que una señora le había llamado a decir: "Oscar, hacé el favor de cambiar tu disco que usás de cortina, porque creo que está todito rayado".
Daiana reía cuando escuchaba esta historia. "Qué linda es nuestra polca paraguaya; lo que nosotros hicimos es tunearla. Le pusimos minifalda para que se pueda ir a la discoteca".
Fusión
Anécdotas aparte, los tres tuvieron una reunión muy seria para pensar qué nombre le darían a la nueva creación, pero fue fácil y fue un poco obvio: polca house. Baby Rhagga define la música como una "fusión de la tradicional polca paraguaya con sonidos electrónicos provenientes del género musical house". Ahora, la nueva versión de Che renda alazán se está escuchado en países como Francia, España, Argentina y Brasil.
Candela comenta que "(la música) ahora reventó porque es algo que le gusta la juventud. Para la (gente) más grande está la (polca) original". Daiana agrega que "la música paraguaya es usada para la prueba de sonido de las discotecas y para que todo el mundo se vaya. Así es la historia de la música paraguaya en la discoteca".
En opinión de un experto como el DJ Silvio Mattio, quien tiene veinte años de experiencia pasando música en radios y discotecas, la iniciativa "es interesante". Y "aunque puede sonar un poco a lugar común, es cierto que es una forma muy creativa de hacer que a la gente joven le guste la música paraguaya y mantenga de alguna manera también sus tradiciones. Particularmente, hemos visto varios experimentos similares de mezclar ritmos nacionales con algo más moderno. El secreto para que guste es que esté bien hecho y, siempre y cuando se colabore para enriquecer la cultura colectiva, este tipo de iniciativas están muy bien", argumenta.
Pero todavía hay tradicionalistas que le dan crítica a esta nueva forma de polca. "No tienen que enojarse los folclóricos. Tengo dos preguntas para los críticos", dice Candela. "¿Tienen la fórmula para que la juventud escuche la música paraguaya? ¿Y cómo les vas a entrar a los jóvenes?".
"Tenemos que seguir evolucionando", finaliza Daiana. "Queremos hacer más creaciones con otros artistas nacionales. Queremos seguir creciendo".
Autor original. El misionero Silvestre Silva fue el autor de la música hoy convertida en una versión más moderna, Che renda alazán. Silva nació el 31 de diciembre de 1899 en la compañía Isla Tacuara de San Miguel, Misiones, aunque otros sostienen que nació en Ysypó. Pero más allá de la controversia, lo cierto es que esta pieza musical fue creada en 1937, apenas dos años después de haberse terminado la Guerra del Chaco.
Poeta y maestro rural, tuvo como musa inspiradora a Nilda Saturnina Insaurralde, una joven de Quyquyhó, a quien conoció en una fiesta patronal sanmiguelina. El artista quedó perdidamente enamorado de esta mujer, pero al estallar la Guerra del Chaco, tuvo que responder al llamado de las armas y fue al campo de batalla.
Terminó la guerra y el romance se reanudó y, cada fin de semana, Silvestre Silva cabalgaba hasta Quyquyhó para encontrarse con su amada, con quien se casó y tuvieron varios hijos, y a quien dedicó la mencionada canción. Viudo, Silva volvió a casarse con Genara Montiel, de Caapucú. Fue un prolífico padre, llegó a tener 32 hijos. Como poeta, tiene registrada una treintena de piezas musicales.
De eso ya ha pasado mucho tiempo y se han desarrollado nuevas tecnologías en favor de la música paraguaya. Tal es el punto de evolución que, de la mano de la música Daiana Pérez, la ayuda de Candela el Cubano (su esposo) y el DJ Baby Rhagga, crearon una nueva versión que ha invadido las discotecas e inundado los backtones de cientos de celulares paraguayos.
La historia es así: La idea de la música empezó en noviembre del año pasado, cuando todos los integrantes del clan Pérez estaban compartiendo un momento familiar cantando canciones. Cuando Oscar Pérez, padre de Daiana, interpretó la mentada polca acompañado de una guitarra, Candela el Cubano comenzó a hacer golpeteos en la mesa del almuerzo, imitando el galopar de un caballo, haciendo las veces de acompañamiento en percusión. Baby Rhagga le agregó el bumchi bumchi vocal y Daiana hizo el coro, "pero en modo house", le recomendó Ragga. "Yo lo hice y todos nos reímos; fue una cosa espontánea, natural, que surgió en un grupo de amigos". De la broma pasaron a lo serio y decidieron grabar la polca en esa versión.
Pero no es la primera vez que Daiana y Candela hacen este tipo de experimentos con la música autóctona paraguaya. Ambos son maestros de niños y ya habían grabado una polca reguetón en el 2005 para motivar a los pequeños estudiantes a escuchar la polca paraguaya.
"Yo no quiero soltar mi cultura", dice Daiana. "Llegando a la fiesta, a la discoteca, no hay forma de enganchar la polca paraguaya a los ritmos de hoy. Eso es lo que nosotros quisimos hacer".
Los tres amigos usaron el antiguo disco de vinilo del papá de Daiana y, con su permiso, utilizaron la versión de Oscar Pérez de la pieza musical. "Cuando terminó el trabajo, dije: Papá, has sido remixado", reía Daiana. La hija de Oscar subió su canción al Facebook y YouTube y, a solo 50 minutos de haberla levantado, unas 54 personas ya la habían escuchado y dado "Me gusta". "Esa fue una gracia de Dios", dice hoy Daiana.
Cuando Oscar Pérez se escuchó en la nueva versión exclamó: "Dios mío, ¡¿hasta dónde llegó la juventud?! Pero bueno, ¡que viva la música paraguaya!". A modo de anécdota, el cantante, creador de la polca electrónica o popularmente llamada fórmula nueva, recordó que una señora le había llamado a decir: "Oscar, hacé el favor de cambiar tu disco que usás de cortina, porque creo que está todito rayado".
Daiana reía cuando escuchaba esta historia. "Qué linda es nuestra polca paraguaya; lo que nosotros hicimos es tunearla. Le pusimos minifalda para que se pueda ir a la discoteca".
Fusión
Anécdotas aparte, los tres tuvieron una reunión muy seria para pensar qué nombre le darían a la nueva creación, pero fue fácil y fue un poco obvio: polca house. Baby Rhagga define la música como una "fusión de la tradicional polca paraguaya con sonidos electrónicos provenientes del género musical house". Ahora, la nueva versión de Che renda alazán se está escuchado en países como Francia, España, Argentina y Brasil.
Candela comenta que "(la música) ahora reventó porque es algo que le gusta la juventud. Para la (gente) más grande está la (polca) original". Daiana agrega que "la música paraguaya es usada para la prueba de sonido de las discotecas y para que todo el mundo se vaya. Así es la historia de la música paraguaya en la discoteca".
En opinión de un experto como el DJ Silvio Mattio, quien tiene veinte años de experiencia pasando música en radios y discotecas, la iniciativa "es interesante". Y "aunque puede sonar un poco a lugar común, es cierto que es una forma muy creativa de hacer que a la gente joven le guste la música paraguaya y mantenga de alguna manera también sus tradiciones. Particularmente, hemos visto varios experimentos similares de mezclar ritmos nacionales con algo más moderno. El secreto para que guste es que esté bien hecho y, siempre y cuando se colabore para enriquecer la cultura colectiva, este tipo de iniciativas están muy bien", argumenta.
Pero todavía hay tradicionalistas que le dan crítica a esta nueva forma de polca. "No tienen que enojarse los folclóricos. Tengo dos preguntas para los críticos", dice Candela. "¿Tienen la fórmula para que la juventud escuche la música paraguaya? ¿Y cómo les vas a entrar a los jóvenes?".
"Tenemos que seguir evolucionando", finaliza Daiana. "Queremos hacer más creaciones con otros artistas nacionales. Queremos seguir creciendo".
Autor original. El misionero Silvestre Silva fue el autor de la música hoy convertida en una versión más moderna, Che renda alazán. Silva nació el 31 de diciembre de 1899 en la compañía Isla Tacuara de San Miguel, Misiones, aunque otros sostienen que nació en Ysypó. Pero más allá de la controversia, lo cierto es que esta pieza musical fue creada en 1937, apenas dos años después de haberse terminado la Guerra del Chaco.
Poeta y maestro rural, tuvo como musa inspiradora a Nilda Saturnina Insaurralde, una joven de Quyquyhó, a quien conoció en una fiesta patronal sanmiguelina. El artista quedó perdidamente enamorado de esta mujer, pero al estallar la Guerra del Chaco, tuvo que responder al llamado de las armas y fue al campo de batalla.
Terminó la guerra y el romance se reanudó y, cada fin de semana, Silvestre Silva cabalgaba hasta Quyquyhó para encontrarse con su amada, con quien se casó y tuvieron varios hijos, y a quien dedicó la mencionada canción. Viudo, Silva volvió a casarse con Genara Montiel, de Caapucú. Fue un prolífico padre, llegó a tener 32 hijos. Como poeta, tiene registrada una treintena de piezas musicales.