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Nilsa Romina Martínez Paniagua, Cinthia Giselle Giménez Cristaldo y Albert Daniel Alcaraz Duarte se esmeraron a la hora de presentar un proyecto interesante como tarea de Ciencias Básicas y concluyeron en elaborar mermelada de la tuna chaqueña.
Para el fin, eligieron la opuntia ficus inclica, una planta de la familia de las Cactáceas que tiene múltiples propiedades como disminuir el colesterol o aplacar el reuma. También es utilizada en la cosmética, en la preparación de jugos, licores, pero prefirieron hacer mermeladas. La decisión fue acertada. Están contentos con la repercusión y van a continuar adelante con el objetivo de seguir produciendo hasta conquistar el mercado gastronómico.
"Creímos oportuno optar por esta alternativa, ya que en nuestro país existe una gran cantidad de población con problemas de colesterol como consecuencia de una mala alimentación. Además, en el Chaco la tuna no es explotada y también hay una gran cantidad", explica Nilsa Romina.
La experiencia relatada por los jóvenes refleja las múltiples alternativas con las que se puede salir adelante sin invertir demasiado. "Podemos aprovechar nuestros frutos locales y convertirlos en ganancias. Me parece que es muy rentable, porque no se necesita ni agua para cultivarla", coinciden "los pequeños productores".
¿Cómo se hace? La recolección y preparado de la tuna para su consumo tienen su técnica, para evitar las numerosas espinas que defienden el fruto de los predadores. "Como las espinas del fruto pueden ser arrastradas por el viento, conviene recolectarlos golpeándolos. Una vez caídos, se procede a limpiarlos con un cepillo o escoba para que se queden pegados los pelitos, luego se los pasa por un chorro de agua y se realiza la receta", explica Albert.
Cinthia añade que su sabor es dulce, es muy exquisita y muy valorada. "Se consume en jugos, licores y como láminas deshidratadas. En zonas áridas o semiáridas se usa como fuente de agua para el ganado. Realmente tiene su valor, no es costosa, es fácil de preparar, está libre de conservantes y los beneficios son muchos. Pudimos comprobar que efectivamente reduce el colesterol", afirma la joven estudiante del turno noche.
El proyecto estuvo avalado por los profesores Rubén Zacarías, Liza Duarte, Mario Britos y Francisco Coronel. "Estamos muy agradecidos por este acompañamiento. Les dedicamos a ellos y a nuestros padres por habernos dado la confianza y el apoyo necesario para lograr este proyecto". Los alumnos también mencionaron a Julio César Martínez y a Silvia Amarilla. "Esto es una prueba de que podemos salir adelante sin invertir demasiado cuando hay ganas".
Ellos se esforzaron. Son chicos que trabajan y estudian a la noche, prueba de que quieren salir adelante. "Solamente procurando y trabajando mucho se logran las metas", dicen orgullosos.
Cómo no sentirlo si la mermelada es rica, tiene un color morado y puede disfrutarse durante un buen desayuno o merienda. Además, es un producto novedoso, agradable e higiénico. Por algo ya están llamando a la tuna "diamante en bruto", por todas las propiedades que ofrece y lo sabroso que se siente al paladar. ¡A comprar!
La receta
Ingredientes:
1 kg de tunas, que equivale a 30 frutos aproximadamente
2 kg de azúcar
250 g de canela
250 g de nuez moscada.
Utensilios:
Una cacerola de acero inoxidable
Un mortero de mano
Una cuchara de acero inoxidable o espátula de madera
Guantes de látex.
Preparación: Se pelan las tunas quitándoles finamente la cáscara. Partir en el medio y proceder a sacar las semillas, luego lavar en agua.
Poner a hervir el agua, agregar las tunas y triturar luego con el mortero de mano. Una vez realizado este procedimiento, dejar nuevamente hervir por unos minutos y agregar el azúcar. Ir mezclando hasta notar que está disuelta totalmente.
Nuevamente dejar hervir durante una hora a fuego lento hasta que adquiera una consistencia de hilo. En este momento, agregar la canela y la nuez moscada y remover con fuerza para evitar que se queme.
La mermelada está lista cuando se observa el fondo del recipiente.
Envasado y conservación:
Se envasa aún en caliente en un frasco previamente esterilizado y se cierra firmemente. Dura seis meses.
Para el fin, eligieron la opuntia ficus inclica, una planta de la familia de las Cactáceas que tiene múltiples propiedades como disminuir el colesterol o aplacar el reuma. También es utilizada en la cosmética, en la preparación de jugos, licores, pero prefirieron hacer mermeladas. La decisión fue acertada. Están contentos con la repercusión y van a continuar adelante con el objetivo de seguir produciendo hasta conquistar el mercado gastronómico.
"Creímos oportuno optar por esta alternativa, ya que en nuestro país existe una gran cantidad de población con problemas de colesterol como consecuencia de una mala alimentación. Además, en el Chaco la tuna no es explotada y también hay una gran cantidad", explica Nilsa Romina.
La experiencia relatada por los jóvenes refleja las múltiples alternativas con las que se puede salir adelante sin invertir demasiado. "Podemos aprovechar nuestros frutos locales y convertirlos en ganancias. Me parece que es muy rentable, porque no se necesita ni agua para cultivarla", coinciden "los pequeños productores".
¿Cómo se hace? La recolección y preparado de la tuna para su consumo tienen su técnica, para evitar las numerosas espinas que defienden el fruto de los predadores. "Como las espinas del fruto pueden ser arrastradas por el viento, conviene recolectarlos golpeándolos. Una vez caídos, se procede a limpiarlos con un cepillo o escoba para que se queden pegados los pelitos, luego se los pasa por un chorro de agua y se realiza la receta", explica Albert.
Cinthia añade que su sabor es dulce, es muy exquisita y muy valorada. "Se consume en jugos, licores y como láminas deshidratadas. En zonas áridas o semiáridas se usa como fuente de agua para el ganado. Realmente tiene su valor, no es costosa, es fácil de preparar, está libre de conservantes y los beneficios son muchos. Pudimos comprobar que efectivamente reduce el colesterol", afirma la joven estudiante del turno noche.
El proyecto estuvo avalado por los profesores Rubén Zacarías, Liza Duarte, Mario Britos y Francisco Coronel. "Estamos muy agradecidos por este acompañamiento. Les dedicamos a ellos y a nuestros padres por habernos dado la confianza y el apoyo necesario para lograr este proyecto". Los alumnos también mencionaron a Julio César Martínez y a Silvia Amarilla. "Esto es una prueba de que podemos salir adelante sin invertir demasiado cuando hay ganas".
Ellos se esforzaron. Son chicos que trabajan y estudian a la noche, prueba de que quieren salir adelante. "Solamente procurando y trabajando mucho se logran las metas", dicen orgullosos.
Cómo no sentirlo si la mermelada es rica, tiene un color morado y puede disfrutarse durante un buen desayuno o merienda. Además, es un producto novedoso, agradable e higiénico. Por algo ya están llamando a la tuna "diamante en bruto", por todas las propiedades que ofrece y lo sabroso que se siente al paladar. ¡A comprar!
La receta
Ingredientes:
1 kg de tunas, que equivale a 30 frutos aproximadamente
2 kg de azúcar
250 g de canela
250 g de nuez moscada.
Utensilios:
Una cacerola de acero inoxidable
Un mortero de mano
Una cuchara de acero inoxidable o espátula de madera
Guantes de látex.
Preparación: Se pelan las tunas quitándoles finamente la cáscara. Partir en el medio y proceder a sacar las semillas, luego lavar en agua.
Poner a hervir el agua, agregar las tunas y triturar luego con el mortero de mano. Una vez realizado este procedimiento, dejar nuevamente hervir por unos minutos y agregar el azúcar. Ir mezclando hasta notar que está disuelta totalmente.
Nuevamente dejar hervir durante una hora a fuego lento hasta que adquiera una consistencia de hilo. En este momento, agregar la canela y la nuez moscada y remover con fuerza para evitar que se queme.
La mermelada está lista cuando se observa el fondo del recipiente.
Envasado y conservación:
Se envasa aún en caliente en un frasco previamente esterilizado y se cierra firmemente. Dura seis meses.