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“Tengo dos palabras que dejarles esta noche: cláusula de inclusión”, concluyó Frances McDormand antes de abandonar el escenario, tras recibir el Premio Óscar como mejor actriz protagonista por Three Billboards Outside Ebbing, Missouri, película con la que ha ganado todos los grandes premios del cine esta temporada.
“Si me caigo, levántenme, porque tengo algunas cosas que decir”, anunció la actriz antes de pedir a todas las nominadas que se pusieran de pie para reivindicar mayor repercusión de las mujeres en la industria cinematográfica, después de haberse autoproclamado como feminista al dedicar el premio a su familia.
“Miren a su alrededor, porque todas nosotras tenemos historias que contar y proyectos que necesitan financiación. No nos hablen de eso en la fiesta esta noche, pero llámennos a los despachos o vengan a los nuestros y les explicaremos todo sobre ellos”, pidió McDormand antes de reivindicar la cláusula que aseguraría una mayor diversidad en los repartos y equipos de las películas de Hollywood, y una mayor presencia femenina en pantalla.
McDormand recibió el premio de manos de Jodie Foster y Jennifer Lawrence, también ganadoras del Óscar a la mejor actriz en anteriores ediciones, quienes ejercían el papel que por tradición debería haber correspondido a Casey Affleck, ganador del premio al mejor intérprete masculino el pasado año y quien declinó asistir a la ceremonia después de las acusaciones por acoso sexual contra él.
Con su interpretación de una madre que busca justicia por todos los medios para su hija asesinada tras un crimen que nadie parece investigar, McDormand ha cautivado al público y la crítica, y ha monopolizado los premios como mejor actriz del año, llevándose el Globo de Oro, el Bafta, el premio del Sindicato de Actores y el galardón Critic’s Choice antes de alzarse con el Óscar.
Para hacerse con su segunda estatuilla dorada (ganó el primero por Fargo, en 1997), McDormand compitió con Saoirse Ronan (Lady Bird), Margot Robbie (I, Tonya), Sally Hawkins (The Shape of Water) y Meryl Streep (The Post).
Gran actriz de su generación
Three Billboards Outside Ebbing, Missouri ha permitido a Frances McDormand entrar en el selecto grupo con dos Óscar como actriz principal, en el que se encuentran Ingrid Bergman, Meryl Streep (ambas ganadoras también como actriz de reparto), Jodie Foster, Jane Fonda, Sally Field, Hilary Swank, Luise Rainer, Elizabeth Taylor, Bette Davis, Olivia de Havilland, Glenda Jackson y Vivien Leigh.
Frances McDormand, quien debutó en el cine de la mano de los hermanos Coen con la película Blood Simple, en 1984, es una de las pocas actrices que ha conseguido la llamada triple corona de la actuación, ya que además de sus dos Óscar ha recibido el Tony, por Good People (2011), y el Emmy, por la miniserie Olive Kitteridge (2014).
Martin McDonagh, director de Three Billboards Outside Ebbing, Missouri, dice de Frances McDormand que “probablemente sea la mejor intérprete de su generación”, con una carrera brillante en teatro y cine, que ha sido reconocida tanto por sus papeles protagonistas como por los secundarios, con tres nominaciones al Óscar a la mejor actriz de reparto por Mississippi Burning (1988), Almost Famous (2000) y North Country (2005).
Aunque, como aseguraba en una reciente entrevista con el diario español El País, McDormand ya no está dispuesta a aceptar papeles de reparto “por lo general periféricos al varón protagonista”. “En el cine digo mucho que no. Es el lujo que me permito por trabajar en el teatro”, confesó también la reivindicativa actriz, quien no duda en ser crítica, incluso con los hermanos Coen. “Siempre les insisto en que trabajen más sus papeles femeninos”.
Pareja de Joel Coen desde 1984, se ha convertido en una de las intérpretes habituales en las películas de los célebres hermanos, desde su debut aquel mismo año hasta Hail, Caesar! (2016), pasando por Fargo (1996) y otras, como Raising Arizona (1987), The Man Who Wasn’t There (2001), Burn After Reading (2008).
Un paraguayo en el clan McCoen
Al clan McCoen –criados por madres feministas–, Joel Coen y su hijo, Pedro, paraguayo de nacimiento y al que adoptaron en 1995, dedicó McDormand el Óscar por un papel escrito por el guionista y director de Three Billboards, Martin McDonagh, especialmente para ella, pero que en principio la actriz rechazó.
“A mis 60 era muy vieja para el papel. Me gusta interpretar a mujeres de mi edad”, explicó la combativa actriz, empeñada en acabar con los estereotipos y lograr que las historias reflejen a las mujeres reales. Finalmente, aceptó el papel con el que se ha convertido en la gran actriz del año.
Nacida de madre soltera como Cynthia Ann Smith, el 23 de junio de 1957, en Gibson City (Illinois), su madre la dio en adopción cuando contaba 18 meses. Fue adoptada por una pareja de origen canadiense, quienes le dieron el nombre de Frances Louis McDormand. Su madre adoptiva era enfermera y el padre reverendo de los Discípulos de Cristo.
“Mi familia era muy conservadora y siempre supe que allí no iba a vivir eternamente”, reconoce la actriz, quien conoció a Joel y Ethan Coen gracias a su amiga y actriz Holly Hunter, de quien fue compañera en Yale y con quien compartía apartamento al llegar a Nueva York. También fue ella quien la recomendó para el papel con el que debutó en el cine.
De una familia tradicional a otra con fama de poco convencional, McDormand volvió a conceder entrevistas tras años de silencio, porque sintió “la necesidad de representar públicamente lo que he decidido mostrar en privado: una mujer orgullosa y más poderosa que cuando era joven”, aseguraba en una entrevista con National Public Radio, en el 2014.
Siempre a contracorriente de la industria, lucha contra los cánones impuestos por Hollywood y no duda en dar voz a las reivindicaciones feministas, como ha hecho en esta ocasión al dar visibilidad a las mujeres nominadas a los Óscar.
EFE Reportajes
Fotos: EFE / AFP.