La cultura del autocuidado

Tener una vida sana, más larga y duradera, y con mejor calidad solo depende de nosotros. Vernos y sentirnos bien es posible gracias a la gran variedad de tratamientos antienvejecimiento que brinda la medicina actualmente. Así que ya no hay excusas, ¡manos a la obra!

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Tratar de detener el paso del tiempo es imposible, pero sí se puede retardar el deterioro de las células y, por ende, el de nuestro organismo. En estos dos últimos siglos, la medicina antienvejecimiento y longevidad ha avanzado a pasos agigantados. El objetivo de esta disciplina es lograr una mejor calidad de vida, más larga y saludable.

“Hace algunos años, las recetas para verse y sentirse bien se limitaban a las cirugías estéticas. Hoy existe una diversidad de tratamientos y técnicas de rejuvenecimiento, que retrasan o, incluso, reemplazan el bisturí, con aplicaciones que revigorizan la piel, pero mantienen los rasgos propios del paciente, así como un sinfín de terapias que logran la revitalización celular y el fortalecimiento del cuerpo”, explica la Dra. Silvia González, especialista en medicina biológica y antienvejecimiento, estética y medicina ortomolecular.

Gracias a estos adelantos, la medicina moderna nos ha regalado 20, incluso, 30 años más. Pero para darle vida a esos años, el estilo de vida saludable y la prevención de enfermedades deben ser los motores de cada paciente. “Nuestra misión, por tanto, es instalar una nueva cultura de autocuidado y vida sana, para que no se convierta solamente en una moda con fecha de expiración. Estamos hablando de honrar la vida de cada ser humano”, enfatiza.

La Dra. González, directora del Centro de Medicina Biológica y Salud Integral Il Nova, se ha especializado en el exterior en tratamientos de age management (gerenciamiento de la edad). Y desde hace seis años lleva a cabo una serie de terapias antienvejecimiento, como la medicina biológica —conjunto de terapias que busca que el propio organismo resuelva los trastornos—, la homotoxicología —estudio que se realiza de la toxicidad del paciente—, la ortomolecular —tratamiento para generar el correcto funcionamiento celular—, la regenerativa —revitaliza y regenera las células para la reparación de los tejidos, muy útil en el caso de la osteoartritis, entre otros; la estética biológica —repara las células de la piel para obtener un rejuvenecimiento natural y acompañar el envejecimiento normal del paciente, como, por ejemplo, el plasma rico en plaquetas, y la biomesoterapia con procolágeno—.

El tiempo de duración de los tratamientos varía de tres días a seis meses. Este dependerá de cada paciente y su perfil de diagnóstico inicial. “Incluye una consulta conmigo, con el nutricionista y con nuestro coach de vida sana”.

Y apunta que, por lo general, los resultados son inmediatos, ya que el paciente reacciona positivamente al tratamiento, que se evidencia por el aumento de energía, el tránsito intestinal, la barrida de metales pesados del cuerpo y de los nuevos hábitos que entrena. “Los tratamientos accesibles se consideran que son una inversión para la salud y la calidad de vida. Los pacientes refieren mejoras de salud al cambiar su forma de cuidarse. Se enferman menos, se sienten mejor y gastan mucho menos en medicamentos”.

Las terapias pueden estar dirigidas a una enfermedad específica. Por lo general, en su mayoría, las patologías crónicas y degenerativas pueden ser beneficiadas con estas. “Muchas de ellas, si bien están en la genética, pueden ser prevenidas con una vida sana, con hábitos que representan la integración del organismo. Sin embargo, decimos que nuestro paciente candidato es el paciente sano”.

La profesional destaca la importancia de comenzar a realizarse los tratamientos a partir de los 25 años, debido a que el envejecimiento se instala en el individuo a esa edad. Y es desde entonces que cada uno debe ocuparse de la vejez. “Un chequeo anual, buena nutrición, deporte habitual y la utilización de herramientas de la medicina biológica, anitaging y ortomolecular para prevenir futuras enfermedades serán claves para asegurar una larga y sana calidad de vida”.

Otro de los adelantos en medicina antienvejecimiento —que se utiliza en los EE.UU. y Europa desde hace algunos años— es el chip de la juventud. Se trata de un comprimido o pellet de testosterona natural bioidéntica que aporta al paciente una dosis baja estandarizada de la hormona a lo largo de cuatro o seis meses, tanto en las mujeres como en los hombres. “Forma parte de una de las herramientas que tenemos en la medicina antienvejecimiento para mejorar la calidad de vida de nuestros pacientes, principalmente mujeres, las que, bajo la vigilancia de la ginecóloga de nuestro equipo, son las más beneficiadas, sobre todo, para los diferentes síntomas del climaterio y menopausia”.

Asegura que los resultados se ven a los pocos días; por ejemplo, mejora el ciclo del sueño casi en forma inmediata, pero la regulación y el efecto del tratamiento se notará en forma plena al cabo de los primeros 15 días. “El efecto, como ya lo había señalado, en las mujeres dura cuatro meses y en hombres, seis. Y se vuelve a aplicar al cabo de ese tiempo, ya que se absorbe totalmente y en forma natural”.

Chip de la juventud

Beneficios

● Sensación de bienestar.

● Restablecimiento de la energía.

● Aumenta la actividad sexual.

● Mejora e incremento de la libido.

● Alivio de los síntomas de la menopausia.

● Agudiza la memoria y concentración.

● Acrecienta la calidad de sueño.

● Ayuda con la pérdida de peso.

● Favorece la tonificación muscular.

● Aumenta la densidad ósea, por eso se utiliza además en pacientes con osteosporosis.

mpalacios@abc.com.py

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