Cargando...
Arlequín Teatro fue creado el 3 de mayo de 1982 por el Arq. José Luis Ardissone como un espacio para promover la cultura a través del teatro. Y, precisamente, con motivo de cumplirse su trigésimo cumpleaños, tiene previstas varias actividades: el estreno de La cruz del Chaco como inicio de la temporada teatral, la inauguración de un espacio cultural y la apertura de la escuela de teatro. El elenco de la nueva puesta, liderado por José Luis Ardissone, junto con Rosa Brítez, Pablo Ardissone, Tania Foschino, Miguel Solís y Erik Gehre, nos brinda detalles acerca de la misma.
"Estrenamos esta obra en un año muy significativo, en doble sentido, porque festejamos 30 años de vida teatral, lo cual nos impulsó a elaborar una programación muy especial que resumiera la trayectoria del Arlequín. Y como también se recuerdan los 80 años del inicio de la Guerra del Chaco, elegimos como apertura de temporada, del programa de Estudiantes al Teatro, La cruz del Chaco, del Dr. Augusto Duarte, un eminente jurisconsulto, escrita en 1947, y además es un homenaje también al autor, quien falleció hace dos años", comenta José Luis Ardissone.
El estreno será en el Teatro Municipal los días 9, 10, 11,16, 17 y 18 de marzo; luego se trasladará al Arlequín.
Desde la perspectiva de la actriz Rosa Barrios, participar de una obra como esta es muy significativo. "La mayoría no piensa lo mismo con respecto a una guerra, pero los valores de entonces eran diferentes, y eso es lo que nos permite ver esta pieza: cómo fue cambiando nuestra nación, cómo era en la época que se desarrolló la contienda y cómo le afectó a la sociedad, a una madre o un padre el hecho de que sus hijos vayan a la guerra".
Según Tania Foschino, la obra les permitió adentrarse en la historia del Paraguay. "Creo que a cada actor nos sirvió para entender un poco más cómo se pensaba y actuaba en esa época (1932-1935), con referencia a la guerra, a las posturas de cada uno".
A Pablo Ardissone le llamó mucho la atención en La cruz del Chaco la forma en la que eran tratados los excombatientes de la Guerra del 70 y cómo esto se repitió. "Fue escrita en 1947 y da cuenta de que los excombatientes de la Guerra Grande sufrieron la misma suerte que los de la Guerra del Chaco: terminaron pidiendo limosna en la calle".
La obra también brinda otras visiones, quizás muy progresistas para la época, del autor, como el alegato a favor de la participación de las mujeres y de su poder de decisión. "Y lo pone en boca de varios personajes, tanto de hombres como de mujeres", sostiene Rosa. "Inclusive en el de un personaje militar", acota José Luis.
Otra cualidad que se puede palpar en la pieza, manifiesta Miguel Solís, es el patriotismo. "En la mayoría de los jóvenes reclutados se veía el deseo de defender nuestro territorio. Había un orgullo de ser paraguayo".
Lo mismo opina Erik Gehre, quien interpreta a un adolescente deseoso de ir a la guerra porque siente el deseo de luchar por su patria. "Te muestra que en los jóvenes de hoy ya no se ve ese espíritu patriótico; no aprecian lo nuestro".
Los tres actos de la obra transcurren durante todo el curso de la guerra: empieza en el momento de la declaración y termina con la firma del tratado de paz. "Además de la parte humana, también presenta datos históricos, lo que nos permite ir conociendo la marcha de la guerra", comenta José Luis, y explica que van a reforzar la idea sobre ese acontecimiento histórico intercalando la proyección de películas filmadas durante la guerra y otras de ficción. "Tenemos el apoyo de la Fundación Cinemateca y de Mani Cuenca, quien también tiene materiales auténticos y de ficción que hizo sobre la guerra", añade.
El elenco destaca como otra virtud de La cruz del Chaco el llamado a la paz. "En ningún momento demerita la labor de estos excombatientes y destaca como un gran valor el hecho de apoyar la causa paraguaya, pero también es un fuerte alegato a favor de la paz", resalta Rosa.
"Básicamente, apunta a involucrarse dentro de las posibilidades de cada uno", asegura Pablo Ardissone.
Legado
El estreno de La cruz del Chaco se dará casi al mismo tiempo que la apertura del Espacio Cultural Itaú-Arlequín y el inicio de las clases de la escuela de teatro. "Son acontecimientos que Arlequín emprende como aniversario, pero también como un legado para entregar a la sociedad, en una casona situada en Mcal. Estigarribia 1570 entre Irrazábal y Perú", finaliza José Luis Ardissone.
"Estrenamos esta obra en un año muy significativo, en doble sentido, porque festejamos 30 años de vida teatral, lo cual nos impulsó a elaborar una programación muy especial que resumiera la trayectoria del Arlequín. Y como también se recuerdan los 80 años del inicio de la Guerra del Chaco, elegimos como apertura de temporada, del programa de Estudiantes al Teatro, La cruz del Chaco, del Dr. Augusto Duarte, un eminente jurisconsulto, escrita en 1947, y además es un homenaje también al autor, quien falleció hace dos años", comenta José Luis Ardissone.
El estreno será en el Teatro Municipal los días 9, 10, 11,16, 17 y 18 de marzo; luego se trasladará al Arlequín.
Desde la perspectiva de la actriz Rosa Barrios, participar de una obra como esta es muy significativo. "La mayoría no piensa lo mismo con respecto a una guerra, pero los valores de entonces eran diferentes, y eso es lo que nos permite ver esta pieza: cómo fue cambiando nuestra nación, cómo era en la época que se desarrolló la contienda y cómo le afectó a la sociedad, a una madre o un padre el hecho de que sus hijos vayan a la guerra".
Según Tania Foschino, la obra les permitió adentrarse en la historia del Paraguay. "Creo que a cada actor nos sirvió para entender un poco más cómo se pensaba y actuaba en esa época (1932-1935), con referencia a la guerra, a las posturas de cada uno".
A Pablo Ardissone le llamó mucho la atención en La cruz del Chaco la forma en la que eran tratados los excombatientes de la Guerra del 70 y cómo esto se repitió. "Fue escrita en 1947 y da cuenta de que los excombatientes de la Guerra Grande sufrieron la misma suerte que los de la Guerra del Chaco: terminaron pidiendo limosna en la calle".
La obra también brinda otras visiones, quizás muy progresistas para la época, del autor, como el alegato a favor de la participación de las mujeres y de su poder de decisión. "Y lo pone en boca de varios personajes, tanto de hombres como de mujeres", sostiene Rosa. "Inclusive en el de un personaje militar", acota José Luis.
Otra cualidad que se puede palpar en la pieza, manifiesta Miguel Solís, es el patriotismo. "En la mayoría de los jóvenes reclutados se veía el deseo de defender nuestro territorio. Había un orgullo de ser paraguayo".
Lo mismo opina Erik Gehre, quien interpreta a un adolescente deseoso de ir a la guerra porque siente el deseo de luchar por su patria. "Te muestra que en los jóvenes de hoy ya no se ve ese espíritu patriótico; no aprecian lo nuestro".
Los tres actos de la obra transcurren durante todo el curso de la guerra: empieza en el momento de la declaración y termina con la firma del tratado de paz. "Además de la parte humana, también presenta datos históricos, lo que nos permite ir conociendo la marcha de la guerra", comenta José Luis, y explica que van a reforzar la idea sobre ese acontecimiento histórico intercalando la proyección de películas filmadas durante la guerra y otras de ficción. "Tenemos el apoyo de la Fundación Cinemateca y de Mani Cuenca, quien también tiene materiales auténticos y de ficción que hizo sobre la guerra", añade.
El elenco destaca como otra virtud de La cruz del Chaco el llamado a la paz. "En ningún momento demerita la labor de estos excombatientes y destaca como un gran valor el hecho de apoyar la causa paraguaya, pero también es un fuerte alegato a favor de la paz", resalta Rosa.
"Básicamente, apunta a involucrarse dentro de las posibilidades de cada uno", asegura Pablo Ardissone.
Legado
El estreno de La cruz del Chaco se dará casi al mismo tiempo que la apertura del Espacio Cultural Itaú-Arlequín y el inicio de las clases de la escuela de teatro. "Son acontecimientos que Arlequín emprende como aniversario, pero también como un legado para entregar a la sociedad, en una casona situada en Mcal. Estigarribia 1570 entre Irrazábal y Perú", finaliza José Luis Ardissone.