La ciudad del mundo más cara

En Tokio se pueden encontrar los melones más caros del mundo en una frutería de la exclusiva zona de Ginza. Un pack de dos cuesta 420 dólares, ¡unos 2.250.000 guaraníes! Este es sólo uno de los aspectos de una ciudad tan cosmopolita y variopinta como Nueva York, pero sin haber perdido totalmente sus tradiciones orientales. Vivir en una metrópoli así no es nada fácil.

En el Lejano Oriente, lo más exótico es lo occidental, un verdadero boom que va ganando cada vez más espacio en una megaciudad de 12 millones de habitantes, el doble de todo el Paraguay.

En apariencia, Tokio se asemeja a cualquier ciudad americana o europea por sus rascacielos. Una Estatua de la Libertad preside la bahía, detrás se ve la silueta del "Rainbow Bridge" (Puente del Arcoiris), similar al Golden Gate (la Puerta de Oro) de San Francisco, y en el fondo se levanta entre los edificios la Torre de Tokio de 333 metros, una réplica que supera en unos diez metros a la Torre Eiffel de París. Por si fuera poco, también tiene su propia Disneylandia.

"En Japón siempre decimos que hay muchos tontos que son como el humo. Siempre quieren ir arriba", dice Hiroko Ishii para explicar por qué todas las ciudades de Japón tienen torres o edificios con miradores. El balcón vidriado que está en la sede del Gobierno Metropolitano es el único de acceso gratuito.

En el comedor público se puede disfrutar de la comida japonesa. Los platos están exhibidos tal cual pero hechos de plástico. Esta es una de las cosas que más llaman la atención en materia de restaurantes. No hay cartas y aunque las haya uno puede ver el plato simulado con todos sus colores, detalles y precios.

Los tickets se adquieren en unas máquinas y las empleadas sólo están para reponer los platos que van saliendo. De bebida, conviene un té verde que va incluido, pues una botellita pequeña de agua cuesta 1,50 dólares.

La comida occidental tipo fast food está en auge y existen conocidas cadenas norteamericanas e incluso muchas japonesas con nombre occidental. El combo de McDonald’s más barato cuesta US$ 5, unos 30.000 guaraníes.

La carne vacuna es muy cara en

Japón y se vende en muy pequeñas porciones. Cada 100 gramos cuesta unos 5 dólares. Por eso, el sukijaki, un plato japonés muy conocido en Asunción, sólo está reservado para los cumpleaños y ocasiones especiales.

Es que es tan cara la carne que si los campesinos vendieran dos de sus vacas ya podrían comprarse un automóvil 0 km. de Toyota. Kimonos, sombrillas y abanicos Las calles de Tokio son como un hormiguero. Están atestadas de gente. Si en los años 60 lo primero que se veía en las calles eran las mujeres ataviadas con sus llamativos kimonos, hoy no pasa lo mismo.

Si una mujer camina con su tradicional atuendo y calza zapatillas de madera es porque trabaja en una tienda donde tal es el uniforme. Aparte de ellas sólo una que otra anciana coqueta bien puesta para la ceremonia del té luce un kimono.

La mayoría de la gente lleva la vestimenta occidental, no sólo por la comodidad sino por el precio. Los kimonos son un artículo de lujo y uno con todos los elementos por lo bajo cuesta unos 50.000 yenes, es decir, 500 dólares.

Para las bodas la usanza tradicional ha variado poco. El kimono blanco es el obligado, por lo menos en la primera parte del ritual, pues simboliza la pureza de la novia. Además significa que el marido podrá pintarrajearlo con los colores que él desee.

Tanto es así que la radiante esposa debe cambiarse el kimono albo por uno bien colorido en la misma noche. Sin embargo, esta costumbre ya no es muy del agrado de las japonesas de hoy. "El sentido en el que se utilizaba tradicionalmente ya se perdió, sólo se mantiene la tradición de llevarlo puesto", asegura Ishii Sam.

Para completar el casamiento, por lo general todas las novias también visten el traje occidental, tal como lo conocemos nosotros. La sombrilla confeccionada en encajes o papel tisú es otro de los accesorios infaltables entre las habitantes de Tokio. Ellas quieren mantener el ideal de belleza que encuentran en un cutis bien blanco para lo cual ayudan con mucha crema.

Los abanicos o pantallas también son accesorios muy comunes y extendidos entre hombres y mujeres. Quien más, quien menos, va soplándose por las calurosas calles de la capital japonesa durante todo el verano boreal. El boom de las empresas y firmas comerciales grandes es regalar estas pantallas orientales a los transeúntes para hacer publicidad.

La vivienda

La vivienda en esta ciudad nipona es tan pequeña como cara. La capital abarca el área metropolitana más poblada del mundo con más de 33 millones de habitantes (incluyendo las ciudades dormitorios de Yokohama, Kawasaki y Chiba). La densidad de ocupación en Tokio es de 5.000 habitantes por metro cuadrado mientras que el promedio en Japón es de unos 300. Todavía se mantienen algunos barrios con pequeñísimas residencias tipo dúplex de 60 m2 que cuestan una fortuna, ¡unos 800.000 dólares!, es decir, 4.800 millones de guaraníes.

La mayoría de los jóvenes prefiere vivir en departamentos de un solo ambiente con 12 a 16 metros cuadrados. Es mejor no ser propietario porque los impuestos son muy elevados.

El alquiler es altísimo en Tokio; cuesta casi lo mismo que se paga de salario mínimo: US$ 2.000; pero esto no es problema, pues las empresas contratan a sus empleados a quienes proveen de casa o departamento y les cobran más barato.

La educación

La educación en Japón es muy buena. La primaria cuesta unos 5.000 yenes al mes, unos 50 dólares, monto que se paga solamente en concepto de merienda escolar y mantenimiento de la institución. En la secundaria la cuota es de 100 dólares mensuales para el mismo gasto. Los libros son de distribución gratuita.

Y lo mejor, que explica el porqué en Japón no hay analfabetos funcionales, es que los docentes y en general todos los funcionarios públicos no pueden hacer huelgas por ley. Por algo son nuestras antípodas. En el próximo número: “Por las calles de Tokio”.

LAS FRUTAS MAS CARAS:

Esta frutería es una de las más tradicionales de Japón y, por supuesto, ¡la más cara del mundo! Todas las frutas están embaladas y preparadas como para quedar bien con alguien. Regalar una de ellas es como otorgar flores en Occidente. Veamos algunos ejemplos.

Pack de 2 melones: 42.000 yenes o G. 2.250.000

Un melón suelto: 10.500 yenes o G. 630.000

Una sandía: 12.600 yenes o G. 756.000

Una caja de frutas: 21.000 yenes o G. 1.260.000

Una docena de mandarinas: 5.250 yenes o G. 315.000

Media docena de mangos: 13.000 yenes o G. 780.000

¡QUE CARO!

PRECIOS NORMALES

Un pomelo, 100 yenes: 6.000 guaraníes.

Una manzana, 160 yenes: 9.600 guaraníes.

Una mandarina, 250 yenes: 15.000 guaraníes.

El sushi, 850 yenes: 51.000 guaraníes.

Un corte de pelo, 3.500 yenes: 210.000 guaraníes.

Un lavado a seco, 900 yenes: 54.000 guaraníes.

LAS 20 AREAS METROPOLITANAS MAS POBLADAS DEL MUNDO

1. Tokio (Japón): 33.750.000

2. Ciudad de México (México): 27.100.000

3. São Paulo (Brasil): 22.150.000

4. Seúl (Corea del Sur): 22.000.000

5. Nueva York (Estados Unidos): 21.750.000

6. Mumbai, ex Bombay (India): 18.800.000

7. Delhi (India): 18.100.000

8. Los Angeles (Estados Unidos): 17.450.000

9. Osaka (Japón): 16.700.000

10. Jakarta (Indonesia): 16.300.000

11. El Cairo (Egipto): 15.600.000

12. Moscú (Rusia): 15.350.000

13. Calcuta (India): 14.950.000

14. Manila (Filipinas): 14.000.000

15. Londres (Reino Unido): 13.900.000

16. Buenos Aires (Argentina): 13.900.000

17. Karachi (Pakistán): 13.100.000

18. Shanghai (China): 12.500.000

19. Río de Janeiro (Brasil): 12.150.000

20. Dhaka (Bangladesh): 12.050.000
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