Kurusu ára II Arte, humor y alegría

Cuarenta años de formación espiritual y de intensa labor educativa celebra la parroquia “La Crucecita” del barrio Sajonia. Conmemoran el aniversario con arte, humor y alegría durante el festival bailable denominado “Kurusu ára II”.

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La misión de la Iglesia no está en atraer a la gente con cosas materiales, sino en rescatar los valores y la dignidad humana. Y la mejor manera de hacerlo es a través de la formación espiritual y de la educación. Así lo entiende el sacerdote Jorge Franco, quien trabaja para ese objetivo con la comunidad del barrio Sajonia y sus alrededores. Dentro de ese fin educativo se encuentra la Escuela Politécnica Cirilo Duarte, pionera en su tiempo, desde donde más de veinte mil jóvenes ya recibieron y continúan recibiendo capacitación para diversos oficios, con inserción laboral rápida, tales como corte y confección, electricidad, plomería, cocina y otros.

En el predio de la iglesia también recibe asistencia el grupo Alcohólicos Anónimos (AA) y Alanon, es decir, los allegados de quienes padecen esta enfermedad. AA es una comunidad de hombres y mujeres que comparten su experiencia, fortaleza y esperanza para resolver su problema común y ayudar a otros a recuperarse del alcoholismo. El único requisito para ser miembro de AA es el deseo de dejar la bebida. “El objetivo primordial es mantener sobrios y ayudar a otros alcohólicos a alcanzar el estado de sobriedad. Los días de encuentro son de lunes a sábados a las 19:00”, cuenta el sacerdote.

Igualmente, brindan apoyo a las personas obesas a fin de ayudar al paciente con sobrepeso a salir de esta situación de la manera más eficiente posible y para siempre. Otra de las actividades con miras a rescatar valores, dignidad humana y otorgar educación es la Escuela de Alfabetización y la labor solidaria que realizan en el Bañado Tacumbú, dando sostén al comedor infantil de la zona.

El padre Franco aboga por un mayor acercamiento en las iglesias. “Nuestra comunidad va creciendo, podemos ir concretando otras obras de proyección social. Queremos vida digna para todos. Ahora, la premisa es ‘salva la persona’, y eso va dirigido a quienes viven en una pobreza extrema, a los campesinos, a los indígenas, desempleados, de manera a dar a estos sectores la oportunidad de un futuro sostenible”.

A estas actividades se suman la catequesis, las charlas de confirmación, en fin, todas aquellas jornadas que sirvan para fortalecer y lograr la meta: educar la mente y el espíritu. Para ello, también cuentan con una comisión dedicada a aportar su grano de arena en la concreción de todos los encuentros con miras al bien. “Organizan ferias de comidas; las tradicionales tallarinadas ya son muy conocidas y esperadas en el barrio”, cuenta Franco, el primer sacerdote paraguayo en pasar por la parroquia que siempre estuvo liderada por sus pares españoles o irlandeses. Pertenece a los dominicos, una orden mendicante fundada por Domingo de Guzmán en Toulouse durante la cruzada albigense y confirmada por el papa Honorio III, el 22 de diciembre de 1216.

El gran festival “Kurusu ára II”, programado para celebrar los 40 años de la parroquia, está destinado no solamente a conmemorar esta gran fecha, sino también con la intención de pintar la parroquia, es decir, cubrir los gastos de mantenimiento propios de cualquier edificio. “Nuestra fiesta reúne arte, humor y mucha alegría, con la actuación especial de Juan Cancio Barreto, Los Ojeda, Lalo Villalba y su grupo, Luis Álvarez y Lobo Martínez, Los hijos del Paraguay, Quemil Yambay y los Alfonsinos, el dúo cómico Jagua ha Pirai, Rolando Chaparro, Néstor Damian Giret y Los Misioneros, y Samantha 2”, detalla.

El festejo se va a realizar el jueves 30 de mayo, a las 20:30. La entrada tiene un costo de G. 50.000. El encuentro tendrá lugar en el predio de la parroquia, avenida Carlos A. López esquina De las Llanas.

Historia

La Iglesia de la Santa Cruz tiene una historia muy peculiar. Todo comenzó en la primavera del año 1923, cuando se oyó un disparo y un joven recluta cayó gravemente herido, falleciendo poco después. Era Cirilo Duarte Martínez, quien montaba guardia en el cruce de la actual calle De las Llanas.

Según el relato de su compañero, aquel día, Cirilo estaba impaciente por el cambio. No había amanecido cuando vieron descender al pelotón de las guardias. Uno de los soldados que bajaban, muy amigo de Cirilo, se adelantó unos pasos en ademán de quitarle una fruta que llevaba en la mano. Ambos tenían el fusil cargado. En el forcejeo de la broma se disparó el arma con tan mala suerte que la bala le dio en la boca a Cirilo. Los compañeros invitaron a sus padres para ver el sitio de la desgracia, quienes vinieron desde Pirayú caminando, ya que no había servicio público. Cuando llegaron, la sangre todavía no había sido limpiada. Su madre la cubrió y luego regresaron a su pueblo para volver un tiempo después para conversar con el autor involuntario del asesinato. La madre abogó en favor del soldado, convencida de su inocencia. Al cabo de un tiempo, siguiendo una cristiana costumbre paraguaya, se colocó en el lugar del hecho una sencilla cruz de madera, recuerdo piadoso que invita a la oración. La cruz, según cuentan, fue sustituida varias veces, ya que era despedazada en astillas y llevada como amuletos de la buena suerte. Inclusive, durante la guerra de 1932 a 1935 con Bolivia, cuando las tropas se concentraban en el Estadio de la Liga Paraguaya, a tan solo dos cuadras de la cruz, eran los soldados quienes llevaban consigo una astillita. Y nadie sabrá quién inició la asombrosa peregrinación de gente, que después de tantos años, sigue acudiendo confiada a rezar delante de ella. Después de la cruz fue un nicho, construido en el año 1960, que perduró hasta el día de la construcción de la parroquia. Luego comenzó la fiebre de las placas. Y con ellas gran cantidad de velas, dedicadas especialmente a los difuntos. Con la popularidad comienzan las limosnas espontáneas. Este hecho llevó a un grupo de personas a madurar la idea de construir un templo y una escuela vocacional bajo la advocación de la Santa Cruz y, a la vez, conformar una junta directiva para el efecto. Las funciones de esta entusiasta junta se prolongaron hasta 1972 y, el 11 de setiembre del mismo año, en un acto solemne, se hace la entrega oficial al arzobispado de toda la obra concluida. Y es este edificio el que el próximo jueves 30 de este mes celebra su 40.° aniversario, con música, humor y mucha alegría. ¡Sumate! Con los granitos de arena se hace el médano.

Sajonia

Sajonia es un barrio de Asunción, uno de los más tradicionales de la capital del Paraguay. En él se pueden ver suntuosas residencias de fines de 1800 y principios de 1900, cuando albergaba a muchas de las familias más pudientes de Asunción. Su principal avenida se llama actualmente Carlos A. López, cuyo nombre original fue 15 de Mayo. Su largo curso pasa por el frente del parque Carlos Antonio López y hermosas residencias, y tiene algunos puntos de especial interés, como el Palacio de Justicia, la casa donde fue fundado el Club Deportivo de Puerto Sajonia, las instalaciones de la Armada Nacional y la Iglesia de la Santa Cruz, por supuesto.

Después del año 1960 comenzó la fiebre de las plaquitas. Una vez cubiertas las paredes del nicho, eran entregadas a la secretaría. Hoy siguen como muestra de fidelidad.

ndure@abc.com.py

• Fotos ABC Color/Gustavo Báez/Claudio Ocampo/Archivo.

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