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El kuchipudi es una de las tantas danzas clásicas de la India, data del siglo I a. C. y se distingue por su técnica. En sus orígenes era bailada exclusivamente por grupos de hombres, pero, en la actualidad, lo bailan también mujeres en todo el mundo, como Manjula, una argentina apasionada por esta disciplina que desde que inició el contacto con esta danza, viaja todos los años desde Buenos Aires a la India para formarse.
Manjula no es el nombre que figura en sus documentos oficiales, pero ella prefiere que la llamen así, porque además de que significa “adorable” y le gusta, es un sobrenombre que le pusieron sus amigos. El próximo 25 de mayo vendrá a Asunción para brindar un seminario de introducción al kuchipudi, la danza india que practica desde el 2012.
La cultura india podría ser solo otra de las que le apasionan como antropóloga, pero con la danza de este país siente una conexión tan fuerte que dedica gran parte de su tiempo a su práctica y aprendizaje.
Como todas las coreografías indias, quienes interpretan el kuchipudi deben transmitir las historias a través de sus movimientos, miradas, expresiones en el rostro y manos. Es un ritual que va mucho más allá de esto, porque se inicia con el vestuario, cada detalle del colorido atuendo y los accesorios minuciosamente pensados.
“Comencé mis estudios en danza clásica de la India a partir de mi primer viaje a dicho país en el 2012. Desde los 17 años, gracias a mi espíritu curioso, fui probando diferentes bailes, como el flamenco, contemporáneo, jazz, entre otros y, luego de haber probadodiferentes estilos dentro de la danza clásica de la India, destaco que la danza que más me cautivó fue el kuchipudi, por su elegancia, técnica e inigualable estilo lúdico”, señaló Manjula.
Desde el 2015, ella viaja anualmente para tomar clases con Srimayi Vempati de la Kuchipudi Art Academy de Chennai, Tamil Nadu, India. Pero como su sed de aprendizaje es aún más grande, desde marzo del 2017, toma clases vía Skype con su instructora, una de las ventajas más importantes de nuestro tiempo: la conexión por internet.
“Como apasionada de esta danza, mi intención es ser una especie de puente entre la India y mi región, es por ello que decidí aprovechar un viaje que tenía al Paraguay para compartir parte de lo que aprendí en estos años con las personas que pudieran estar interesadas en esta disciplina”, dice.
Manjula entiende que debido a la lejanía y los costos que tiene un viaje hasta la India, muchas veces, la curiosidad o inquietud que despierta esta milenaria cultura quedan insatisfechas, por eso, y porque parte de las consignas de esta danza es compartir, aceptó el desafío de dar la primera clase de kuchipudi en nuestro país.
Esta no será su primera vez en tierras guaraníes. Manjula comenta que tiene muy buenas amigas paraguayas, así que este viaje será una conjunción de varias de las cosas que más le apasionan: cultura, viajes, amistad y danza india.
La bailarina reconoció que en nuestra región existe un gran desconocimiento por la cultura india, un hecho que lamenta, porque lo que más se suele escuchar son las malas noticias o el lado negativo de dicho país. Sin embargo, y en como todo el mundo, incluso la Argentina y el Paraguay, la India es un país que también tiene muchos aspectos positivos que apasionan a miles de personas y que deberían ser contados.
La clase será el próximo sábado 25, de 14:00 a 16:00, en el local de Yoga Urbano. La danza que presentará se llama Raja rajeshwari y es muy especial para ella, ya que la autora es su amiga Yamini Kalluri. A pesar de que la duración prevista es de solo dos horas, afirma que será apenas un primer contacto y espera que sea el inicio de un vínculo especial entre estas dos naciones que tanto admira.
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