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En la jerga campesina existe una hierba a la que llaman “yuyo culí” (hierba delicada), ya que su crecimiento depende mucho de la temperatura, calidad de la tierra y cantidad justa del agua. Según la cultura popular, ya era utilizada hace siglos por los guaraníes, pero recién fue descubierta científicamente por el sabio Moisés Bertoni en 1900. Se trata del ka’a he’ê (Stevia rebaudiana), cuyas bondades son alabadas actualmente a nivel mundial.
En el 2011 se aprobó su uso como edulcorante en la Unión Europea y los Estados Unidos, factor que disparó su demanda cuando todavía era una novedad para el campesino paraguayo. Recientemente se dio a conocer el interés de importantes multinacionales, las cuales se disputan el endulzante natural; incluso los fabricantes de gaseosas apuestan a la tendencia. En todo el país existen unas 2000 ha de cultivo, incentivado en su mayoría por el sector privado, pero para cubrir la demanda internacional se debe llegar a las 10.000 ha.
Departamentos como San Pedro, Alto Paraná y Cordillera registran los mayores índices de cultivo, puesto que se trata de una siembra completamente artesanal. Las hojas son delicadas y, por ende, no deben ser muy manoseadas; además, se tiene que cortar con machetes. Por lo tanto, es imposible implementar la agricultura mecanizada, garantizando el trabajo a los miles de pequeños agricultores del país.
Una de las empresas pioneras en el rubro, y que actualmente cuenta con la mayor infraestructura para la industrialización de la hoja es NL Stevia, propiedad de Nicolás Léoz. Su planta industrial está ubicada en la ciudad de Ypacaraí y, en la actualidad, está abocada en los estudios científicos para ajustar el producto a los estándares exigidos por el Gobierno.
El rendimiento aproximado es de 100 ton. de steviol glicósido, nombre que recibe el producto industrializado, por cada 1500 ton. de hojas, y esta misma es la capacidad de producción anual de la planta.
El propio Léoz comentó que en uno de sus viajes al Brasil, para ver un campeonato femenino como presidente de la Confederación Sudamericana de Fútbol, fue invitado por una autoridad del Estado de Paraná para conocer una planta industrial en la que se hacían galletitas. En medio del recorrido, observó a un hombre regando unas plantitas; se acercó a preguntar qué era y con sorpresa escuchó que era stevia, una planta que se importaba desde el Paraguay.
“Al ver lo que hacían, le planteé al técnico industrial la posibilidad de hacer una experiencia de este cultivo en el Paraguay. Me dijo que sí y así terminó la charla. Al mes y medio vino llegando con una camioneta llena de la planta. Luego conocí a un peruano que me propuso la posibilidad de hacer otra experiencia de cultivo, que también tuvo excelente rendimiento; sin embargo, ambas cosechas estaban guardadas por la falta de opciones para su industrialización. Más adelante tuve una singular experiencia con un grupo de chinos que vinieron para estudiar la planta, pero que no la encontraban en stock; les dije que yo tenía unas partidas guardadas y pudieron lograrlo. Desde entonces nos abocamos a la instalación de la planta industrial, que hasta ahora es la más moderna del país, beneficiando directa e indirectamente a miles de familias”, dice durante un recorrido por las instalaciones.
Bondades
Sin calorías ni carbohidratos, es ideal para aplicar en las dietas y en toda alimentación saludable, pero la mayor bondad del ka’a he’ê es que, a pesar de que en promedio endulza 200 veces más que el azúcar de caña, no aumenta los niveles de azúcar en la sangre; por lo tanto, varios médicos la recomiendan y presentan como “aliada” de las personas que padecen diabetes, un mal que afecta a unos 400.000 paraguayos.
El Ing. Jorge Manoel Marins, gerente industrial de NL Stevia, explicó que la empresa está abocada en lograr el 95 % de pureza exigida por el Ministerio de Industria y Comercio para la comercialización libre del producto. Sin embargo, dijo que como esto requiere de una importante intervención científica, durante el proceso se sacrifican varios nutrientes beneficiosos para la salud. “Lo que se pretende es eliminar el toque amargo del ka’a he’ê , igualándolo con el sabor del azúcar. Nosotros lamentamos que se tenga que hacer esto, porque como empresa nos encantaría que las personas disfruten de absolutamente todas las bondades de esta hierba, pero debemos ajustarnos a las exigencias del Gobierno y, para ello, ponemos todo nuestro empeño”, dice.
NL empezó con la idea de colaborar con el campesino, pues la stevia es una planta no muy elevada de minicultivo. La firma empezó en San Pedro y pronto se fue expandiendo a Alto Paraná, Caaguazú, Itapúa y otros diversos rincones del país, que luego se tuvieron que descartar para facilitar la logística. La promoción se empezó con visitas a las plantaciones, las cuales eran encabezadas por el propio Léoz, quien mediante un contrato firmado con los campesinos les garantizaba la provisión de semillas e implementos y la posterior adquisición de la totalidad de la producción. Una vez cosechadas las hojas, la empresa se encarga de recolectar el producto chacra por chacra, para evitar cualquier inconveniente al productor.
Tendencia
Multinacionales como la Coca Cola, Pepsi, Nestlé, entre otras grandes marcas, comenzaron a sustituir los endulzantes químicos, apuestan al ka’a he’ê y promocionaron un estilo de vida más saludable. La Coca Cola hasta cambió su tradicional etiqueta roja por una verde para difundir su producto, según recientes declaraciones de Fernando Chilavert, directivo de Pure Circle South America, proveedora de Coca Cola, Pepsi, Unilever, Danone y Nestlé, entre otras.
Chilavert aseguró que la stevia sigue con una tendencia ascendente y que en el mundo se acostumbrarán a usarlo, porque las instituciones oficiales de salud la recomendarán en reemplazo de azúcares procesadas.
mbareiro@abc.com.py
Fotos ABC Color/Gustavo Báez/Matkei/AFP.