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En este contexto, Unicef presenta una línea de ocho juegos diseñados con elementos cotidianos que se pueden encontrar en todos los hogares y son perfectos para la estimulación de los bebés sin importar su condición, ya sea que manifieste algún tipo de discapacidad, pertenezca a una zona rural o urbana, con pocos o muchos recursos. Cada uno está recomendado para una edad determinada. “Es una propuesta que se enfoca en la campaña global #LaprimeraInfanciaImporta, de Unicef. Estamos encarando esta campaña porque la primera infancia es parte de nuestras funciones más importantes. Motivar a los padres, abuelos y cuidadores a darles una estimulación apropiada al niño”, explica Regina Castillo, representante de Unicef en nuestro país.
Existen tres componentes fundamentales en la primera infancia: el amor, el juego y la buena alimentación. En la web www.juguetesparatodalavida.com se pueden encontrar opciones para revalorizar el juego como un instrumento para el desarrollo infantil oportuno. “Entonces, ¿qué es lo que nos dice la evidencia? En el Paraguay, primero, que estimulamos poco a nuestros bebés. Hicimos nuestra encuesta de indicadores múltiples por conglomerados (MICS), en el 2016, en 8000 hogares”, detalla.
Asegura que, realmente, fueron a todas las zonas del país, incluso el Chaco. Fue una encuesta que se realizó en conjunto con la Dirección de Estadísticas y Censos, el Ministerio de Salud, la Secretaría Nacional de Planificación y Unicef. “Y, realmente, es una encuesta sobre niñez y ahí descubrimos, primero, que estimulamos poco a nuestros niños; segundo, que los hogares pobres estimulan menos, y tercero, que la estimulación, principalmente, la hacen las madres”, señala.
Según Castillo, el objetivo principal es incentivar a todos al juego. A los padres, abuelos, tíos, cuidadores a jugar con el niño, porque en esta etapa, los primeros tres años de vida, aprende jugando. “El juego ayuda a los niños a conocer su cuerpo, su entorno; ayuda a incentivar la imaginación. Favorece mucho a crear habilidades también, fortalecer la coordinación y los brazos, la socialización”.
Subraya que el juego es una herramienta muy importante en la primera infancia. “Recordemos que en esta etapa, el cerebro humano hace entre 750 y 1000 conexiones neuronales por segundo. Es decir, estas conexiones construyen la casita del cerebro y desarrolla las habilidades que nos van a servir después, como la facilidad de planificación, la capacidad de actuar con lógica, de verbalizar lo que sentimos”. Por lo tanto, todas esas habilidades son importantes para el ser humano y, realmente, en los primeros tres años de vida es cuando más se desarrollan.
Fue así que desarrollaron esta serie de juguetes que denominaron “Juguetes para toda la vida” y se hacen con materiales que todos tenemos en casa. No se necesita comprar juguetes caros. Hay gente que dice que no tiene dinero para comprar juguetes, y, realmente, no se necesita dinero para comprarlos. “Está el KorekoGuá!, que puede usar con las manos o un simple repasador y las hicieron en unas cajitas. “Se puede usar cualquier trapito. ¿Cuál es su objetivo? El KorekoGuá! le enseña al niño que, aunque no te vea, estás ahí”, detalla.
Hay niños que tienen problemas de desprendimiento de los padres, lloran muchísimo cuando la madre se ausenta, incluso por segundos. Esto le enseña al niño a confiar. Es un ejercicio de confianza, visualización y, también, de coordinación con las manos y del vínculo que se crea con la mamá y el papá. “Y la reacción es casi siempre igual: se desternillan de risa. Este juego es ideal para bebés de nueve a 12 meses”, cuenta.
En la página web mencionada se indica qué juegos son para qué edad, porque no todos son para todas las edades. Por ejemplo, el KiliKili es una simple esponjita para lavar platos. Este juego estimula la capacidad sensorial del niño y crea el vínculo con la mamá. “Se le hace cosquillas”, indica. Es para bebés a partir de cero meses. También está el Cons Trucrea, que son unas simples pinzas para colgar la ropa, y aquí el niño desarrolla habilidades de pensamiento y coordinación; puede crear toda una estructura. “Es para niños de uno a dos años, y es importante para la creación, construcción, planificación; lo puede armar por colores, diseños y lo que a él se le ocurra hacer con esto”.
El Bada Bum consiste, sencillamente, en jugar con las ollas de la casa para crear una especie de batería u orquesta, con simples ollas o potes de plástico de la casa y algunas cucharas de madera. ¿Qué hacen estos sonidos divertidos? Crean fuerza en las manos; el niño sabe que hay diferentes sonidos, puede probar, experimentar. “El Bada Bum tiene un montón de posibilidades y lo que queremos es incentivar a todos al juego, porque sabemos que jugamos poco y no necesitamos mucho para estimular al niño”, sostiene.
Castillo asegura que querían llegar a todos los hogares del país, primero, por medio de este lanzamiento que hicieron a través de radio, tevé, página web, pero también ya llevan mucho tiempo trabajando con las maestras mochileras; capacitaron a más de 100 maestras en el uso de estos juegos simples. Les dieron una mochila con ollas, la esponjita, las pinzas y otras cosas, para que cuando las maestras vayan a las casas puedan enseñar a las mamás, los papás; todos los que están en contacto con el niño, a jugar con él.
Resalta que es revalorizar lo que pasa en la primera infancia, que aunque el niño no hable ni camine es una esponja y está absorbiendo absolutamente todo, y hay que prestarle atención. Estos juegos también ayudan a detectar si hay algún problema de coordinación, visual, auditivo, si no responde, si mueve el cuello o no. “Una serie de signos que alerta a los padres sobre algún problemita. Están hechos para todos los niños, especialmente los que tienen alguna discapacidad, porque ayuda a estimularlos para que alcancen el mayor potencial que se pueda”.
El propósito es que esté al alcance de todos y los padres jueguen con sus hijos, que es el tiempo más valioso. La gente, a veces, dice que no tiene tiempo para jugar, pero esto no toma mucho, tan solo unos cinco o diez minutos. Lo importante es crear ese vínculo entre el que cuida al niño y el pequeño. “Es una actividad muy sencilla que podemos hacer todos”, enfatiza. Castillo refiere que esta actividad se lanzó en octubre y lo más llamativo fue que los padres querían comprar los juguetes, pero le explicaban que no están en venta, que ellos los pueden hacer en casa. “Y les enseñábamos para qué servía cada juego y resaltamos que en los primeros tres años del bebé, los padres crean el mejor juego para su desarrollo”, concluye.
Realmente, una buena iniciativa de Unicef para que los padres aprovechen el poco tiempo que tienen para jugar con sus hijos con simples elementos que todos tenemos en casa.
Sepa más
www.juguetesparatodalavida.com
WhatsApp (0976) 938-638.
Fotos: Gentileza.