José Vicente Peiró, un hooligan de la literatura

“Soy un freaky de la literatura paraguaya”, dice, y no exagera, el escritor español José Vicente Peiró Barco, quien visitó nuestro país días atrás, convocado para dictar charlas sobre crítica literaria y presentar su libro La venganza imposible, un ensayo sobre Augusto Roa Bastos.

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Lo encontramos en una conocida librería de la plaza Uruguaya apilando los libros que llevaría a su regreso a España. “Voy a tener que dejar algunos; no me cabrán en la maleta”, dice. Aparte, tiene unas seis bolsas repletas de ejemplares de títulos paraguayos. En medio de su tarea, Peiró nos contó el motivo de su visita.

“Vine convocado por la Sociedad de Escritores del Paraguay (SEP) para dictar un taller de crítica literaria, porque consideramos un aspecto que mejorar dentro del panorama literario paraguayo”.

Su venida ya se estaba planeando desde hace dos años. La idea era que coincidiera con la feria del libro, pero el evento se postergó por unos días, por lo cual decidieron organizar este taller con el auspicio de la SEP, la Universidad Iberoamericana (Unibe) y la editorial Servilibro. Esto se unió a una cuenta pendiente que Peiró tenía con una editora local de escribir un libro desde hace siete años. “Una obra que ha ido evolucionando de un trabajo, en un principio de una memoria de doctorado de hace 18 años, hasta transformarse positivamente en un ensayo personal sobre la obra El fiscal, de Augusto Roa Bastos, titulado La venganza imposible, que se presentó el viernes 9 de agosto”, reveló. También presentó el libro de los 25 años de aniversario de la SEP.

El escritor, que vino con su familia, también visitó Encarnación, donde se reunió con escritores locales miembros de la SEP. “Y aprovechamos ese periplo turístico para conocer Yguazú. Dentro de un programa un poco atareado, hicimos una muy buena combinación de visita cultural y de trabajo con el placer”, contó.

¿Cómo fue su primer contacto con la literatura paraguaya?, preguntamos. “Realismo mágico”, responde riendo. “Fue a través de este ensayo. A mí me gustaba mucho Roa Bastos”. Comenzó a leerlo durante sus estudios de Filología, en el que tenía como lectura obligada Hijo de hombre. Su entusiasmo fue tan grande que ni bien culminó el curso, habló con el profesor de la asignatura, quien le recomendó leer El trueno entre las hojas, entre una lista de 100 obras de la Literatura hispanoamericana. “Elegí los de Roa. Y empecé a leer todo lo que tuve entre manos”.

Desterrados en la literatura

En noviembre de 1993 se publicó El fiscal. Peiró empezó a leerlo y concluyó que era una buena oportunidad para tratar el tópico de los desterrados dentro de la literatura. “De hecho, uno de mis temas favoritos también son los exiliados españoles de la Guerra civil, el exilio cultural, sobre todo, el teatral, y por otro lado, la relación del exiliado con su país”.

Explica que en la obra había un ajuste de cuentas con Stroessner, el tiranosaurio, por parte del álter ego, que era en el fondo, de Roa Bastos o al menos lo que a él le hubiera gustado ser. “Envié unas cuantas páginas y ya tenía tema de tesina doctoral de literatura para completar el primer ciclo antes de iniciar la tesis doctoral. ¡Y uno excelente!”.

A partir de ahí, don Antonio Lorente Medina, catedrático de Literatura hispanoamericana de la universidad le propuso viajar a Paraguay. “¡Como si fuera a la vuelta de la esquina!”, exclama. Y comenzó a buscar narradores. Incluso antes de venir ya sabía lo que se escribía en nuestro país. “Tenía algunas antologías, como la de Guido Rodríguez Alcalá, de narrativa paraguaya, publicada en el 91”.

El catedrático dirige el portal de literatura paraguaya de la Biblioteca Virtual Miguel de Cervantes de la Universidad de Alicante. “Hace falta una renovación, pero se ha reducido mucho el presupuesto. Queremos abrir un portal de un autor paraguayo. Se había pensado en una biblioteca de Elvio Romero, cuyos 10 años de fallecimiento se cumplirán en 2014; es un buen motivo quizá para conmemorarlo”.

Explicó que con Roa Bastos hay temas de derechos de autor en España que impedirían publicar sus obras completas debido a su buen rendimiento comercial, que disminuiría si se pudieran leer en internet. “Y hay que respetar. Los editores ganan dinero porque están trabajando y tienen tanto derecho como el escritor o cualquier trabajador”.

Evolución

En cuanto a la evolución de la literatura paraguaya del 95 hasta hoy, destacó que le llama la atención la proliferación de escritores jóvenes. “Me llevo un montón de libros de autores muy jóvenes en su mayoría, tanto que hay una escritora de 1992, cuya novela me han recomendado mucho. Entonces, cuando uno mira estas estanterías y ve tanta gente joven ahí, decimos: ‘Bueno, algo habremos hecho bien todos’, desde periodistas culturales, editores, los críticos que ponemos nuestro granito hasta a lo mejor las autoridades y sobre todo el interés de la gente”.

Destacó que desde el 95 ha dado clases sobre literatura, como también en todas sus visitas posteriores, pero que este taller ha sido con un alumnado interesado, conocedor. “Hace 18 años no era así. Ahora la gente está ávida de aprender todos los mecanismos de la literatura e incluso de hacer crítica literaria, por lo menos los 40 que había en el curso. Eso es señal de que hay una inquietud”.

Para Peiró, la obra de ballet Roque Marangatu, en el Municipal se ha convertido en una metáfora de esos 18 años. “Un montaje impensable en el Paraguay de entonces. Ahora la gente aplaude incluso durante la representación. Fue espectacular; todo un ejemplo de la fuerza de la cultura en el país”.

Reveló que por eso subtituló ‘20 años no es nada’ su libro La venganza imposible, porque considera que realmente han pasado muy rápido, desde aquel noviembre de 1993. “Aparte de muchas cosas buenas, malas, mejores, peores que nos han pasado en la vida, todos hemos cambiado, aunque sigo siendo sincero y conservo ese aliento romántico de cuando vine aquí a ver qué había”. Pero antes estudió durante un año todo lo concerniente a Paraguay, al punto que algunos diplomáticos en España le dijeron que sabía más que ellos sin haber estado aquí nunca.

Mostró la lista que hizo para organizar su trabajo la primera vez que estuvo aquí, para su doctorado, el anexo II cronología de autores y obras de Paraguay. “Que fue creciendo cada día más hasta que paró en 2012, porque hay otros trabajos que hacer, pero voy a seguir ampliándola”.

Páginas en disco duro

Aseguró que tiene unas 20.000 páginas en el disco duro de su computadora para publicar un libro en un periodo de ocho años. “Hay un panorama excelente. Ya le he prometido a la actual directiva de la SEP que voy a dedicarme más a fondo a Paraguay y, sobre todo, en el ámbito personal como esa lista, como alguien que se ha acercado por 20 años a la literatura paraguaya, tratando de ser objetivo, pero desde un punto de vista subjetivo, para que todo ese caudal de conocimiento piense que hay gente joven que merece, además de un respeto intelectual, una mayor incorporación a las letras de Paraguay”.

Apasionado de nuestra literatura, confiesa que lee todo lo que cae en sus manos. “No lo soy más porque el día no tiene 36 horas. Me entusiasma, me encanta. También tengo otras aficiones, como el fútbol, el cine, pero creo que leo mucho y no más porque no puedo”. Aun así se cree en deuda con Paraguay porque siente que podría y debería hacer más. “Soy un freaky que lee todo lo paraguayo. Las circunstancias de la vida te llevan a conocer un país y a quererlo y a marcarte un camino en tu trabajo, pero voy a seguir perseverando. No soy más brillante ni cerebro que otros, pero sí una persona laboriosa, y como trabajador de la cultura trato que mis frutos sean los más exhaustivos, influyentes y, sobre todo, exactos; principalmente, desde mi individualidad. Pongo lo que yo digo, porque después de tantos años de trabajo, hay un bagaje de hooligan de la literatura, y es la hora de decir: ‘Aquí estoy yo’”.

Lo dejamos rascándose la cabeza, dudando aún de cuál de los libros dejar. Pero presentimos que no quedará ninguno.

Identikit

Nacido el 28 de enero de 1961 en Valencia, España, José Vicente Peiró Barco es profesor y doctor en Literatura hispanoamericana de UNED y de la Universidad Jaume I de Castellón. Ha trabajado el tema del exilio español de 1939, con mayor énfasis en teatro popular. Como especialista en Literatura Hispanoamericana es autor de la edición crítica de Mancuello y la Perdiz, de Carlos Villagra Marsal, de la antología Narradoras paraguayas junto al escritor y crítico paraguayo Guido Rodríguez Alcalá, de los prólogos de ediciones españolas de las autoras de este país Renée Ferrer y Pepa Kostianovsky, de la antología Contra la vida quieta, del poeta Elvio Romero, La narrativa actual (1980-1995), Artículos literarios y las Músicas de Cortázar. Dirige el portal de literatura paraguaya de la Biblioteca Virtual Miguel de Cervantes de la Universidad de Alicante.

mpalacios@abc.com.py 

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