Jairo, el iluminado

Marito González dejó Córdoba, Argentina, en busca de su estrella artística a los 14 años. En los años 70 adoptó el seudónimo Jairo y se fue a Europa por casi dos décadas. Triunfante, retornó a su país en los 90. El 7 de agosto vendrá al Paraguay.

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Mario Rubén González Pierotti nació en Cruz del Eje, Córdoba (Argentina), el 16 de junio de 1949. En los 70 adoptó el seudónimo de Jairo para viajar a España, convocado por el cantante Luis Aguilé. A partir de 1977, y a raíz de una serie de presentaciones en el célebre teatro Olympia de París, comenzó a desarrollar su trabajo en Francia. Compartió escenario con grandes artistas. A lo largo de su carrera ha recibido numerosos galardones. Hace poco fue distinguido con el Premio Gardel 2015 a la trayectoria y como mejor álbum artista canción testimonial y de autor, otorgado a su último trabajo Propio & ajeno.

Antes de su venida al Paraguay, en una entrevista vía mail, el artista habló de sus inicios, el éxito, su matrimonio y brindó detalles sobre el concierto que ofrecerá en el evento benéfico de la Fundación Renal del Paraguay (Frepa).

-Se inició cantando rancheras, luego probó el rock; pasó por varios estilos musicales y, en los últimos años, se lo asocia con la música romántica. ¿Es el estilo que más le gusta?

-Lo de las rancheras fue como un juego de niños, porque se trataba de participaciones en las fiestas anuales que suelen organizar las escuelas primarias. Lo verdaderamente rescatable para mí, de esos momentos, es que fue entonces cuando descubrí que podía cantar. Hasta ese momento no lo sabía. O no sabía que sabía.

-De Marito González adoptó el seudónimo Jairo. Después de tanto tiempo, ¿qué queda en la esencia de aquel Mario Rubén González, el ser humano, de Cruz del Eje, Córdoba?

-Yo diría que todo. Me resultaría muy difícil disociarlo de mi actividad profesional. Eso explica, de alguna manera, que, desde que canté por primera vez, no dejé de hacerlo hasta hoy.

-¿Por qué decidió dejar su ciudad natal para iniciar su carrera artística?, ¿cuál fue la reacción de su familia?

-Es verdad que a los 14 años nadie está formado como para emprender un proyecto de vida; sin embargo, yo encontré en mis padres un apoyo permanente. Ellos me alentaron y se mantuvieron siempre muy atentos a mi evolución. Los padres son fundamentales a la hora de detectar si un hijo muestra una vocación precoz, y la mía lo fue.

-Triunfó en Europa por casi 20 años. ¿Qué lo hizo regresar a la Argentina?

-Viajé a España en 1970 para grabar mi primer disco por una propuesta de Luis Aguilé. Luego me contrató la compañía Ariola y grabé para ellos cuatro discos más. Entre ellos, uno muy especial en el que canté 12 poemas de Jorge Luis Borges, que fueron musicalizados por 12 compositores distintos. Aquellos primeros trabajos “españoles” incluían canciones que fueron muy importantes para mí, como El valle y el volcán, Amigos míos me enamoré, entre otras. En 1977 fui contratado junto con Susana Rinaldi para presentar un espectáculo en el teatro Olympia de París, ese fue el comienzo del momento más fructífero de mi carrera. Viví en París 16 años que son inolvidables para mí y mi familia y, mediada la década del 90, regresé a Argentina. El motivo de ese retorno responde simplemente al deseo profundo y personal de conseguir en mi propio país lo que había logrado en Europa. Hoy, al sentirme tan respaldado y querido en Argentina, me hace sentir muy satisfecho de haber tomado aquella decisión.

-Ha logrado mantener un matrimonio estable por más de cuatro décadas, a la par que su carrera. ¿Ha sido difícil?, ¿hay alguna fórmula para lograrlo?

-Efectivamente, conocí a Teresa —con la que llevamos exactamente 43 años casados—, pocos meses después de instalarme en Madrid. En todo ese tiempo hemos vivido nuestra vida de pareja con naturalidad. El hecho de que yo sea un artista no ha influido en esa relación. Ella creció con un entorno familiar alejado del mundo del espectáculo, pero eso no ha representado nunca un inconveniente para nosotros. No creo que existan fórmulas para lograr una buena pareja. La espontaneidad y sinceridad –primero– y la honestidad e inteligencia mutuas –luego– juegan, quizás, un rol importante para llegar a buen puerto.

-Usted ha cantado por el mundo y compartido escenario con otros grandes artistas tanto de su país como del exterior. Viéndolo desde afuera, es un hombre muy exitoso, multipremiado —hace poco recibió los Premios Gardel—. ¿Qué lugar ocupan los premios y el éxito en su vida?, ¿cuál considera su mayor logro?

-Es verdad que he tenido la fortuna de poder cantar en muchos países, de cada experiencia guardo recuerdos y experiencias que han contribuido a mi formación, como artista e individuo. También el haber compartido escenarios o grabaciones con colegas de gran valor me ha enriquecido. Para un artista, el aprendizaje es continuo. En cuanto a los premios, pienso que son importantes en la medida de que sean prendas de superación. Ayudan a sostener el entusiasmo, que es un elemento clave de nuestro trabajo. El mayor logro, en ese sentido, es haber sido condecorado “Caballero de las Artes y las Letras” por la República francesa y lo es, sobre todo, porque cuando lo hicieron hacía varios años que yo había dejado mi residencia en Francia para instalarme en Argentina.

-Si no hubiera sido el canto, ¿a qué otra rama del arte se hubiera dedicado?

-La pintura. Las artes plásticas en general. De hecho, aunque no sea esa mi actividad principal, he tenido la oportunidad de realizar varias muestras. Espero que haya otras en el futuro.

-¿Algún sueño por cumplir?

-Muchos. Soy un convencido de que los artistas tenemos la obligación de buscar terrenos nuevos para poder expresarnos. Ese es mi sueño: tener siempre en vista un proyecto novedoso que me permita crear. Avanzar un poco más. Ahora mismo estoy “embarcado” en dos proyectos muy diferentes entre sí.

-No es la primera vez que viene al Paraguay para un espectáculo solidario, ¿qué significa para usted participar en este tipo de eventos?

-Siento que la solidaridad es primordial para mí. Colaborar, ayudar, estar presente para poner el hombro en actos solidarios es casi una obligación que va más allá del mero hecho artístico. Regresar al Paraguay es siempre un motivo de regocijo para mí. Admiro su arte en general y su música en particular. En mi modesta opinión, no descubro nada nuevo si afirmo que es una de las más bellas del continente.

-Ya en el show, ¿con qué se va a encontrar “su” público?, ¿habrá sorpresas?

-Voy a presentar un show muy variado, en el que intentaré satisfacer a todos aquellos que concurran con la idea de escuchar tal o cual canción, sin dejar de lado que se trata de un hecho artístico y como tal, también, debe sorprender y hacerlo de una manera coherente, mostrando, en ambos casos, lo que ha sido antes y lo que es hoy mi evolución personal en tantos años dedicados a la música. Espero estar a la altura del evento.

Encuentro solidario

El 7 de agosto, la Fundación Renal del Paraguay (Frepa) realizará su tradicional encuentro solidario para recaudar fondos de ayuda para enfermos renales de bajos recursos, con la participación del artista Jairo, quien ofrecerá un programa que contiene sus más grandes éxitos y algunos temas de su más reciente disco Propio & ajeno.

Esa noche compartirá escenario con la cantante Lizza Bogado y el grupo Vocal Cantarte. La presentación del show estará a cargo de María de los Ángeles Saccomani.

¡A no olvidarse! La cita benéfica será en el teatro José Asunción Flores del Banco Central del Paraguay, a las 20:30.

Sepa más

Entradas: Red UTS

Vip numerada: G. 250.000

Platea baja: G. 150.000

Platea alta: G. 75.000

mpalacios@abc.com.py

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