Isla de la eterna primavera

Playas, montañas, bosques y una población que se distingue por la amabilidad: así es Tenerife, la isla más extensa del archipiélago canario. Esta región, ubicada a dos horas de avión de la capital española, ofrece un clima primaveral durante todo el año.

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La brisa fresca es lo primero que se percibe al llegar a Tenerife, una isla española ubicada en el océano Atlántico, donde se puede disfrutar de las playas durante todo el año, ya que se conoce internacionalmente como “la isla de la eterna primavera”. Se puede llegar en avión, puesto que cuenta con dos aeropuertos, o en barco.

Este es el destino preferido por los europeos, principalmente de Noruega y Holanda. Incluso, en la antigüedad, la parte norte de la isla era recomendada por los médicos, ya que por su agradable temperatura se le atribuían poderes curativos para dolencias de la edad y el sistema circulatorio. El promedio anual de turistas es de cinco millones.

Los vientos alisios –sistema de vientos que sopla de manera relativamente constante en dirección y velocidad– predominan la isla y hacen posible el equilibrio en las temperaturas durante todo el año, que en su media son de 18 ºC en invierno y 25 ºC en verano. Estas mismas ondas son las responsables de uno de los mayores espectáculos naturales del mundo: el mar de nubes. Este fenómeno se puede apreciar al subir al Parque Nacional del Teide, donde se encuentra la máxima elevación de España y el tercer volcán más grande del mundo desde su base en el lecho oceánico. El lugar está catalogado como patrimonio de la humanidad por la Unesco. Durante el recorrido hasta la cima se pueden apreciar los cambios en la temperatura y la vegetación, que son un espectáculo admirable, pues en pocos metros se pasa de gris, nublado y frío a una temperatura cálida y soleada, sobrepasando el nivel de las nubes que se extienden por debajo formando capas de increíble belleza.

Sus pintorescos pueblos, como La Orotava, Icod de los Vinos, La Laguna, La Esperanza, hacen que se puedan ver cosas nuevas y de exuberante belleza todos los días, sin moverse grandes distancias. Se logran recorrer añosos y monumentales bosques en el parque Anaga y cuando lo que se prefiere es la playa, hay para elegir entre las de arena negra o amarilla, para turistas o aventureros, urbanas o casi vírgenes, tanto en el sur como en el norte.

En la capital, Santa Cruz de Tenerife, están instaladas tiendas de primer nivel y también otras con opciones más económicas que, gracias a la política especial de impuestos que rige en la isla, hacen que los precios sean más convenientes que en la península.

Sus calles y espacios públicos, llenos de coloridas flores, hacen que cada paseo sea una experiencia fabulosa, además de la amabilidad de sus habitantes que recomiendan sus platos tradicionales con entusiasmo e invitan a conocer los rincones favoritos en la isla.

Los vinos locales tienen un sabor intenso y dulzón, el queso canario –fresco y similar al queso Paraguay– acompaña con distinción los platos, pero las papas –por su extensa variedad (hay unos 15 tipos que varían en tamaños y colores) y distintos tipos de preparación– son ideales para deleitarse. Toda la producción de frutas y verduras representa un orgullo para los canarios, ya que gracias al clima y la calidad del suelo son de distinguida calidad. Por último, la bebida imperdible es el café más popular de Canarias: el barraquito, que se prepara con café, leche condensada, leche, canela, limón y licor. Es una deliciosa e ideal opción para disfrutar de la brisa del mar en uno de los pintorescos bares de la zona.

Costos

Para conocer la isla, en temporada baja se pueden conseguir vuelos low cost desde 50 euros (G. 285.000 al cambio actual) ida y vuelta desde Madrid. En cuanto a alojamientos, se cuenta con una extensa y variada oferta, que varía entre hoteles de cinco estrellas, de alrededor de 200 euros la noche, a hostales a partir de 12 euros. La manera más cómoda y práctica para movilizarse en la isla es alquilando automóviles, ya que así se puede ir a la playa a la mañana y llegar a tiempo para disfrutar de un hermoso atardecer desde el Teide. En los aeropuertos operan agencias con reconocida trayectoria que ofrecen vehículos de lujo, pero también hay otras más económicas, incluso desde 10 euros por día.

Texto y fotos mbareiro@abc.com.py

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