Ingenio y conciencia

Ponen la mirada en la naturaleza y toman aquello que pueden convertir en arte, desde hojas, ramas y maderas hasta la cera de abeja. No dañan, reciclan y convierten en belleza los residuos que la Tierra desecha.

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Sebastián Fernández y Mayra Insfrán funden talento, ingenio y conciencia sustentable para darles un valor estético a los desechos de la naturaleza. Es que las posibilidades que ofrece la Madre Tierra son infinitas, y ellos las saben aprovechar. Además, pretenden crear conciencia sobre la importancia del cuidado del medioambiente. “Mayra y su mamá son ceramistas, y a mí me gusta todo lo que tiene que ver con reciclaje, con arte. Entonces, decidimos unirnos y crear la marca Urucú”, expresa Sebastián.

Urucú, precisamente, tiene que ver con un arbusto que crece en la zona intertropical de América; su fruto contiene un colorante rojizo que los guaraníes usaban para teñir sus pieles en tiempos de ceremonia. Siguiendo la técnica, ellos también utilizan para resaltar sus creaciones. “Damos rienda suelta a nuestra imaginación. De eso se trata nuestra marca, de demostrar que se pueden lograr hermosos objetos decorativos recurriendo al reciclaje, al tiempo que concienciamos sobre el cuidado del medioambiente”, resalta Sebastián.

El joven afirma que de nada sirven tantas exigencias en materia ambiental si no se cuenta con una cultura personal, y mucho menos ciudadana. “Al mostrar que se pueden lograr creaciones llamativas, también estamos motivando a otras personas a seguir nuestros pasos y demostrar que, sin dañar el medioambiente, se puede encontrar una manera de generar ingresos al tiempo que se cuida el planeta. Las personas adquieren hábitos de reciclaje cuando obtienen beneficios”.

Y es lo que hacen. Pintan maderas, piedras, forman objetos con los palitos de helados, diarios, botellas, frascos, ramas, troncos, en fin, todo lo que consideran que pueden convertir en arte lo ponen mano a la obra. “Claro que le damos nuestro toque personal. En eso tratamos de marcar la diferencia”.

Al principio, lo que hacían era tratar de buscar formas de un solo elemento, después fueron integrando otros materiales: aparecieron los metales oxidados, luego cosas en desuso que les daban, o encontraban casualmente. “Gradualmente, fuimos encontrando un mundo cada vez más vasto y sin límites de materiales para poder llegar a expresar lo que queríamos. De esta manera, fuimos descubriendo los objetos que pasaron a formar parte de nuestras obras”.

Quieren expandirse, continuar ampliando horizontes. “Se trata de ir puliendo las técnicas que vamos adquiriendo, mejorando día a día y, sobre todo, innovando”.

Fernández dice también que sería bueno que las autoridades pertinentes demuestren interés en diseñar planes que permitan al país posicionarse aún más en el tema del reciclaje. Y a la ciudadanía, que vaya adquiriendo conciencia sobre el reciclado. “Estamos acostumbrados a usar y tirar, pero a todo se le puede dar una nueva aplicación y que sea reutilizado. A nosotros, nos impulsa a continuar la reacción positiva de la gente al ver nuestros trabajos. Se sorprenden ante la creatividad, y queremos proyectar como marca nacional a nivel internacional”, afirma.

Finalmente, enfatiza en el reciclado y su repercusión en el cuidado del medioambiente. “Reciclar no solo ayuda a cuidar el medioambiente, sino también a llevar una vida más saludable”, concluye.

ndure@abc.com.py

Fotos: Gentileza.

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