Implantes dentales: Una solución efectiva

A veces, sonreír no hace mucha gracia a quien ha perdido algunos dientes; una opción que se ha puesto de moda es el implante dental, como manera de recuperar y mejorar la sonrisa. Su función, precisamente, es remplazar el diente perdido y dar un agradable aspecto, tal como si se tratase de un diente natural.

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Las estadísticas muestran que una gran mayoría de los adultos pierden al menos un diente permanente, ya sea sufriendo algún accidente, enfermedad de las encías, un tratamiento de conducto fallido o caries, que sería el caso más común. Además, ya llegando a los 74 años, el 26 % de los adultos pierde sus dientes naturales. En salvaguarda de las sonrisas, aparecen los implantes dentales como solución.

El Dr. Stephan Jang, especialista en implantología y cirugía avanzada, explica que los implantes dentales consisten en la colocación de raíces artificiales de titanio en el hueso maxilar de los pacientes desdentados y sirven para sostener sus nuevos dientes. Estos tienen una apariencia natural y hacen las mismas sensaciones de firmeza y confort que los dientes naturales. “Son componentes sustitutos a largo plazo que el cirujano oral y maxilofacial coloca quirúrgicamente en los huesos maxilares, en el lugar donde se perdió uno o varios dientes, lo cual ayuda a mejorar la dentadura, mostrando un diente artificial que se ve estéticamente muy bien y que cumple con todas las funciones masticatorias que se necesita como si fuera un diente natural”, detalla Jang.

Son candidatos a someterse a esta técnica todas las personas, incluso los de tercera edad, salvo que sufran algún tipo de alteración sistémica tipo diabetes, afección renal o tiempo de coagulación. “Hoy en día, prácticamente, todas las personas pueden ser sometidas a este tratamiento. La complejidad y características particulares de cada caso se ven solucionadas con los diferentes tipos de implantes existentes en el mercado y el avance de las técnicas quirúrgicas, como la realización de injertos óseos, logra que el resultado de la planificación de cada caso sea exitoso y óptimo”, afirma el profesional.

El primer paso en el proceso es el desarrollo de un plan de tratamiento individualizado. Este plan detalla las necesidades específicas y es preparado por un equipo de profesionales especialmente capacitado, con experiencia en cirugía oral y odontología reconstructiva.

Los estudios requeridos indican algunos análisis, como radiografía panorámica de la dentadura, hemograma y, de ser necesario, tomografía computarizada de maxilar o mandíbula. Sobre los riesgos, el especialista asegura que se trata de una intervención ambulatoria. “No es necesario ingresar a una clínica. La intervención se realiza en el consultorio, siempre y cuando esté equipado con los materiales necesarios para realizar cirugías. Se utiliza anestesia local. En intervenciones de larga duración (rehabilitaciones completas, elevaciones de seno maxilar o regeneración ósea) se puede recurrir a un médico anestesista para una sedación intravenosa monitorizada”.

El tratamiento dependerá de la calidad del hueso, la cantidad de implantes, tipos de oclusión y la técnica adecuada del cirujano para insertar. “Depende de la técnica empleada, pero en promedio el proceso dura aproximadamente seis meses, siendo la primera fase aquella en la que se instala el implante en el hueso y cuatro a seis meses después se instala la corona sobre el implante, lo cual se demora aproximadamente una semana”.

Claro que hay excepciones. Si la persona tiene una buena calidad de hueso, es posible realizar el implante y la rehabilitación en una sesión. Si no es así, el implante dental se coloca en una primera etapa y se espera la oseointegración de este para poder colocar la corona definitiva. ¿Y qué es la oseointegración? Se trata de la raíz del implante que tiene forma de tornillo, se une naturalmente al hueso quedando firmemente en él.

A través de este procedimiento, el cuerpo humano establece una integración directa entre el hueso y el material de titanio, que en este caso sería el implante. Como resultado, el implante dental queda unido al hueso de la mandíbula o al maxilar superior tal sea el caso, lo cual permite que se proceda a colocar la prótesis o corona dental sobre él, para darle el aspecto de diente natural.

¿Hay riesgos? Como toda intervención quirúrgica, siempre existe el riesgo de infección en el área tratada, que se origina normalmente por no seguir las indicaciones posquirúrgicas. Este riesgo se reduce a cero cuando el paciente cumple lo indicado por el cirujano y acompaña con una buena higiene oral.

Los implantes dentales están creados principalmente de titanio; hasta el momento, son los que están desarrollados con tecnología más avanzada debido a que su fabricación es con materiales biocompatibles. En tal sentido, el doctor Jang manifiesta que no existen registros de personas que sean alérgicas a este elemento. Sin embargo, los pacientes de manejo complicado son todos aquellos con enfermedades crónicas debilitantes no controladas, como diabetes y fumadores.

Una vez colocados, las ventajas son muchas. Evitan el deterioro del resto de los dientes sanos por el constante uso de las dentaduras removibles. Brindan un excelente soporte y estabilidad en la boca a la hora de masticar. Ayudan a tener una masticación adecuada de una gran variedad de alimentos que con otros sistemas de reemplazo dental sería imposible consumir. Otorgan, además, una sensación de naturalidad en comparación con dientes verdaderos mucho más aproximada que las tradicionales dentaduras postizas. Y, lo que es mejor, elevan la autoestima, ya que la apariencia y el habla mejoran considerablemente.

El especialista también expresa que los cuidados para que no se deterioren son mínimos. “Se tiene que usar los elementos básicos de siempre, como cepillo, hilo dental, enjuague y profilaxis periódica. Así se podría mantener durante mucho tiempo. Además, la restauración de implante no se va cariar, ya que son muy duros y se conservan en excelentes condiciones por años. Con buenos cuidados, muchos implantes duran toda una vida”.

Un consejo final es tener cuidado con los precios. Recuerde que, muchas veces, lo barato sale caro. Hay que asegurarse de consultar con un profesional competente y responsable que lleve a cabo todos los análisis y procedimientos necesarios para la correcta colocación del implante. De esta manera, se reduce cualquier inconveniente de sufrir problemas en el futuro.

 ndure@abc.com.py 

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