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Pero para Ordóñez, más que arrancar risas de la gente, espera sembrar valores que apunten a la restauración de los matrimonios y la salud de las familias a través del humor sano, creyendo firmemente en que el corazón alegre constituye un buen remedio para el alma. José Ordóñez asegura que no es necesario recurrir a lo chabacano ni denigrar a las personas para hacerlas reír. A veces, las cosas más simples y sencillas de la vida, y de las que se sienten identificadas, son las que más causan risas en las personas, resaltó en una visita al país. Tiene en su haber nueve récords mundiales de chistes en representación de su país, ganando cierto reconocimiento a nivel latinoamericano. Creó y desarrolló personajes como Benito, Pablo Remalas y Gallo Tapao; así también, editó varios libros de chistes y realizó conferencias para familias. Ahora, prepara su regreso a la televisión con la tercera temporada de Ordóñese de la risa.
—¿A qué usted atribuye esa capacidad de contar chistes? ¿Lo heredó de algún familiar?
—Los comediantes no nos hacemos, no estudiamos, no existe un colegio o una universidad del ja ja ja; nacemos con eso. Podemos decir que es un don que nos viene desde el vientre materno, que Dios nos los regala. Además, con esta cara que tengo no serviría para más (bromea), sino para hacer reír; nací con esa inclinación.
Mi papá, de hecho, fue un comediante amateur en Colombia y yo heredé mis primeros chistes de él; es la capacidad de la inventiva de poder hacer humor. Hasta hoy, han sido ya 25 años de carrera profesional, he tenido la oportunidad de batir ya nueve record mundiales; el último de ellos lo hice en España, en la ciudad de Madrid: hice 80 horas de chistes, y estoy dedicado 100 % a utilizar el humor como herramienta para divulgación de valores.
—¿Cómo hace para aguantar 80 horas? ¿Cuántos repertorios tiene?
—Fueron 19.000 chistes con ayuda de un libreto, con los títulos de los mismos. Para aguantar, se necesita una salud de hierro, tener buen corazón y una vida familiar saludable. Aunque es un esfuerzo físico enorme, también hay un esfuerzo intelectual; la mente tiene que estar clara. Entonces, la clase de vida que uno tenga ayuda mucho para lograr esos objetivos.
Para no dormirme en los distintos récords, muchas veces he jugado al fútbol, no como ni bebo, así no tengo que ir al baño. Cuando hago un maratón de estas características, el índice de violencia decrece hasta en un 90 % en Colombia; eso me da fuerzas para seguir; solo roban las pilas y las baterías para las radios (bromea). El último evento fue retransmitido por 1700 emisoras radiales.
—¿Qué es lo más hace reír a la gente?
—Hay que tener en cuenta dos elementos esenciales: las cosas sencillas, que el humor no sea demasiado complicado de entender; y segundo: que la gente se identifique, que se ría de las cosas que ha vivido.
—Además del humor, ¿qué otras actividades realiza?
—Soy pastor de familias; en esencia, lo que soy es un comediante que utiliza la comedia para divulgar valores, así que viajo por todo el mundo presentado mis standard comedies, como “Emparejados” o “Yo no pedí nacer”. Presento shows que hacen que la gente a través del humor pueda aprender principios y valores.
—¿Cómo hace para combinar las dos cosas?
—A lo largo de mi carrera, he visto cómo mi trabajo sirve no solo para hacer reír a la gente, sino –además– para reconciliar matrimonios, familias que han estado rotas. Me gusta que la gente no solamente se reía con mi trabajo, sino que se vaya para la casa pensando y tomen decisiones como amar más a mamá, respetar más al esposo, darles más tiempo a los hijos; toda esa clase de pensamientos hace falta que queden bien fundamentados en el corazón y en la mente de las personas.
Creo que es una reforma que Dios trae ahora a la iglesia, para que la gente aprenda a reírse; no riñe para nada el humor con lo que es vivir con Dios y cómo Él quiere. Es que Dios es alegre. Lastimosamente, el humor se ha utilizado como canal para difundir cosas malas, para que se hable mal de las mujeres, para denigrarlas, para tratar mal a las personas. Pero el humor es una herramienta excepcional que sirve para hacer feliz a la gente, limpia y sanamente, y que tenga una vida limpia a través del humor.
Los comediantes no nos hacemos, no estudiamos, no existe un colegio o una universidad del ja ja ja; nacemos con eso. Podemos decir que es un don que nos viene desde el vientre materno.
Hombre récord
José Bernardo Ordóñez López tiene 45 años, oriundo de Bucaramanga (Colombia), humorista, pastor y comediante. Casado hace 23 años y tiene cuatro hijos.
Algunos repertorios pueden leerse en su página web: www.joseordonez.net
Ostenta nueve récords mundiales
24 h: 28 de diciembre de 1993, Colombia
26 h: 18 de mayo de 1994, Montevideo (Uruguay)
36 h: 28 de diciembre de 1994, Colombia
50 h: 31 de octubre de 1996, Colombia
60 h: 21 de marzo de 1997, Guayaquil (Ecuador)
62 h: 28 de diciembre de 1999, Colombia
65 h: 5 de diciembre de 2004, Colombia
72 h: 12 de julio de 2009, Miami (Estados Unidos)
80 h: 25 de mayo de 2012, Madrid(España).
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