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La felicidad relata la manera en la que Rosa planifica, en complicidad de sus padres, situaciones siniestras para hacer realidad la más perfecta de las pasiones, ya que su amor no es correspondido por Sergio como ella quisiera. Debido a ello utiliza cualquier medio, hasta los más crueles, para alcanzar todo lo que anhela. La conciencia atroz de percibir la vida como si se tratara de una casualidad cuidadosamente diseñada será una trampa de la cual nadie podrá escapar. En este argumento entra Cristopher, un androide, personaje encarnado por el actor Jorge Báez. “Cristopher es como un comodín de la familia, vive en una casa de clase media y fue creado por una familia que solo siente amor por Rosa. Es la primera vez que hago de un androide. Me siento cómodo junto con un elenco fabuloso, conformado por Paola Irún, Alejandra Siquot, Juan Carlos Moreno, Diego Mongelós y la participación especial de Hedy González Frutos. Todos damos vida a esta gótica y macabra historia con mucho humor”, cuenta Jorge.
El elenco local de La felicidad se desenvuelve de forma impecable sobre cada una de las aristas de sus criaturas. La obra es del dramaturgo, guionista y director de teatro argentino Javier Daulte. “El libreto está muy bien escrito. El personaje se plantea desde un punto de partida; te va haciendo el camino y hay que entenderlo desde el disfrute. La historia es muy particular, y hay una permisividad para disfrutarla y contribuir con todo el elenco. Es una propuesta muy importante, con una producción envidiable”, afirma el actor.
Javier Daulte escribió algunas de las obras más estimulantes del teatro argentino de los últimos años, incluyendo Gore, Bésame mucho y Nunca estuviste tan adorable. En tanto que en televisión fue responsable del guion Para vestir santos.
Después de casi un año, Jorge Báez vuelve a las tablas y se muestra contento por hacerlo con una obra que apuesta a una mezcla de melodrama, comedia rosa, ciencia ficción, humor siniestro y un estremecedor suspenso. “Si en el texto no hay nada razonable, nosotros lo hicimos mucho menos razonable. Es una propuesta para divertirse; digna de ser vista”, dice.
El vestuario y la escenografía aportan una textura retro, mientras que la actuación y la puesta remiten, durante los primeros minutos, a un híbrido entre el costumbrismo y la telenovela. Pero las situaciones cambian de un momento a otro y, así, el espectador queda inmerso en una irresistible mixtura genérica.
La obra continúa en escena los viernes 23 y 30 de octubre, a las 21:00; el sábado 31 de octubre, en el mismo horario; y hoy, el domingo 25 de octubre y el 1 de noviembre, desde las 20:00.
Los artistas paraguayos usaron el método site-specific para desarrollar la obra en un espacio no teatral: una imponente casona antigua del centro de Asunción, ubicada sobre la calle Mariscal López 887 entre Tacuary y EE. UU. Paola Irún, directora de la obra, fue quien propuso alejarse de las salas convencionales y apostar por los sitios específicos. “Desde hace años vengo trabajando con esta dinámica, por una mayor realización de proyectos de arte en espacios públicos, tanto urbanos como naturales”.
El género site-specific es un tipo de producción teatral diseñado para adaptar la obra a un lugar que no ha sido construido para la representación. El objetivo es proporcionar al público una experiencia más interactiva que el teatro convencional, transitando y vivenciando el espacio teatral. Mediante estas iniciativas se pretende no solo decorar o embellecer los espacios públicos, sino también acercar el arte contemporáneo a la gente e incentivar los proyectos y programas culturales para hacerlos llegar a todos los ámbitos de la sociedad
La actriz Paola Irún tiene vasta experiencia en este género, aunque es la primera vez que asume la dirección. “Me gustan los retos, superarme a mi misma... Para mí, actuar y dirigir esta obra fue un gran desafío, así como trabajar en un texto establecido, con muchos géneros mezclados. Siempre busco vencer barreras y este producto me ofreció la posibilidad”, expresa Paola.
La obra tiene en su haber varias distinciones, nominaciones y premios ganados a nivel internacional; algunos de ellos son el premio Ciudad de Barcelona 2006, en la categoría artes escénicas (España); premio Teatro del Mundo, en la categoría mejor dramaturgia (España); premio Florencio Sánchez, al mejor actor de reparto: Marcos Montes (España); premio María Guerrero, al mejor autor, otorgado por la Asociación Amigos del Teatro Nacional Cervantes.
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